La adivinación: Práctica prhibida tajantemente en la Iglesia Católica.

La adivinación: Práctica prhibida tajantemente en la Iglesia Católica.

ADIVINACIÓN

Es el arte de adivinar y predecir el futuro con diversas técnicas (signos externos o premoniciones interiores o comunicaciones directas por parte de la divinidad), institucionalizada en muchas culturas y religiones, sobre todo antiguas. Prohibida tajantemente en la religión judeocristiana (el tratar de saber el futuro, de hacer algo contra alguien o la comunicación con los espíritus y los muertos (deut 18, 9-12), entra en la problemática teológico-moral relativa a la magia y a la superstición, es decir obras de satanás.

En términos morales el aspecto más reprobable de la adivinación puede reconocerse, por un lado, en la negación a «fiarse de Dios» y por otro, en el desconocimiento de la importancia del compromiso humano en la edificación de la propia historia. Tanto personal como colectiva.

Hay que considerar además el daño que la difusión de estas prácticas y de esta mentalidad produce en la opinión pública y en las personas menos desarrolladas en sentido intelectual y espiritual, la confianza en algo que no es Dios y el timo de muchas personas que se aprovechan económicas, física y moralmente..

Puede señalarse un elemento de explicación y de posible «atenuación» moral subjetiva de este fenómeno en la angustia y en la inseguridad que oprimen al hombre en las diversas épocas y que hoy parecen haberse agudizado, fundiéndose además con las diversas formas de revival de lo sagrado y del misterio que pueden encontrarse en nuestros días, bajo unas formas a veces interesantes, pero a menudo estériles o aberrantes.

No es cuestión de dones, de carismas y de capacidades sobrenaturales  sino de desviaciones hacía el mal, nos parecemos más a satanás cuando fue expulsado del lado de Dios, su soberbia, egoísmo, vanagloria y autosuficiencia lo que ocasionó su caída y es obvio de entender.

El shemá y el primer mandamiento para nosotros nos hace un llamado a la filiación que tenemos con Dios como hijos, la luz que  el Dios y que vio que era buena para sus hijos gen 1, 3.

Juan Revilla

Escuela de pastoral de San Pío X     León Gto. Mex.

L. Sebastiani

Bibl.: G. van der Leeuw, La religión, FCE, México-Bueno5 Aire5 1948, 21955 y 37155; B. Haring, La ley de Cristo, II, Herder Barcelona 1965, 224-245.

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