La segunda vela se enciende llena de esperanza, preparando el camino del Señor, con una conversión sincera.

La segunda vela se enciende llena de esperanza, preparando el camino del Señor, con una conversión sincera.

La segunda vela se enciende llena de esperanza, preparando el camino del Señor, con una conversión sincera.

Genaro Valdivia.

Toda alma aun la más confundida busca al origen de su vida, busca al mesías, la estrella en el cielo brillaba con una gran intensidad para guiar a unos sabios que llenos de esperanza y de acuerdo a las escrituras el mesías iba a nacer en Belén, en la tradición cristiana las últimas cuatro semanas del año en el mes de diciembre representan el tiempo de adviento, de espera, de encuentro, se acostumbra a elaborar una corona con un circulo de color verde, el follaje que esta alrededor del circulo es la representación eterna del Padre y la espera por siglos del mesías, la estrella iluminaba el camino a Belén y la seguían los sabios, llegando casi a Judea vieron que se hacía más intensa y aun así decidieron pedir informes en el palacio del rey Herodes; esta segunda vela representa para muchos la oportunidad de comenzar una nueva vida, el estar vigilantes a la llegada del mesías, no es suficiente, dan más ganas de hacer algo más como arrepentirse, hacer una meditación de la vida y luego de ese examen, ir directamente a un confesionario y confesar los múltiples pecados en los que hemos incurrido de pensamiento, palabra, obra y omisión.

¡Qué grande es Dios!, que nos ha hecho para unirnos a Él y disfrutar de sus bienes espirituales, así como la asistencia psicológica y material, una voz clama en nuestro interior, en nuestra conciencia: conviértanse que el reino de Dios está cerca, la segunda vela es la invitación y la guía hacía la conversión, una sequía de un año y de varios ya concluidos son los que nos obligan a buscar el agua viva, el desierto y privación de Dios nos ha dejado sedientos, que ironía el saber que nuestro mundo la mayor parte de la superficie es agua y de todos modos morimos de sed; los sabios preguntaron a Herodes, Herodes neófito manda a preguntar a sus asesores si era cierto de ese nacimiento, mismo que corroboraron los asistentes, dentro de él se agitaba una terrible angustia, un rey que vienen a destituirme, los sabios sintieron alivio y partieron a Belén, allí estaba nuevamente la estrella, ahora con mayor brillo, lista para guiarlos hasta donde va a nacer el mesías, esperanza de Israel y de nosotros; con dos velas encendidas y con mayor luz nuestros pasos no tienen sino sólo un objetivo: encontrar al mesías; esta semana va a ser muy difícil en la vida de los hombres, nos toparemos con grandes obstáculos que se van a levantar contra nosotros para que perdamos el camino, con dos antorchas, Dios nos asiste en este caminar hacía el pesebre, nuestra conversión nos retará y nos tratará de bloquear el paso a Belén, pero Dios nos tiene reservados la luz del mundo y de todo el universo para que no perdamos el camino. El camino de la conversión nos espera y sólo pedimos valentía al Espíritu santo, para caminar en el duro camino del cambio, de la conversión.

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