¿El árbol del conocimiento en el hombre y la mujer, se puede comparar con la parábola del trigo y la cizaña?

¿El árbol del conocimiento en el hombre y la mujer, se puede comparar con la parábola del trigo y la cizaña?

¿El árbol del conocimiento en el hombre y la mujer, se puede comparar con la parábola del trigo y la cizaña?


Juan Revilla.

Desde el principio, el hombre y la mujer prefirieron el árbol del conocimiento en lugar del de la vida, su ser entero supo que era el bien y el mal cfr. Gen 3, 22; pareciera que en él, habitará dos fuerzas, una capaz de edificar toda clase de virtudes y perfección y otra capaz de denigrar al hombre hasta lo más bajo, sin embargo el diablo sembró esa semilla de maldad, astutamente tomando forma de serpiente logra seducir al hombre y la mujer y como lo describe San Pablo en la carta a los romanos cfr. Rom 5, 12, por un pecado entro toda la maldad de satanás; todo el odio concentrado del diablo hacía Dios y a su creación a imagen y semejanza, la desgracia más grande del diablo que no fue tomado en cuenta para esa creación del hombre sintiéndose el prototipo para esa creación, quedando esa inclinación hacía el mal, la pregunta sería: ¿se puede comparar la parábola del trigo y la cizaña con lo que hay del hombre en su interior, que prefirió el árbol de conocimiento?

Nuestro señor Jesús conociendo bien al hombre cfr.Jn 2, 24, pone una parábola bastante elocuente de lo que existe en la actitud del hombre, en el evangelio de Mateo 13, 24-30, el maneja dos tipos de plantas botánicas que se parecen mucho entre sí, la cizaña crece hasta cierto tiempo al igual que el trigo, dan grano, pero al llegar a plenitud el trigo se levanta con un colorido a oro con el brillo del sol, mientras que la cizaña ya no crece, el grano o fruto del trigo es básico en nuestra dieta, mientras que la cizaña no da fruto comestible, incluso llega a ser nociva por sus propiedades por eso se quema, la cizaña quiere quitar las propiedades de la tierra con que se va alimentando el trigo, es la única manera de sobrevivir para la cizaña, chupar antes que el trigo los nutrientes de la tierra, lo mismo el pecado que se alimenta de lo bajo y vil del hombre, es la única manera en que sobrevive el mal; los siervos reaccionan cuando ven en el campo o en el mundo la hierba mala, avisan al amo y quieren cortarla de inmediato, no obstante el amo lo impide: dejen que crezcan juntos no sea que arranquen también al trigo, la hierba buena; el árbol del conocimiento era muy atractivo para Adán y Eva, su fruto se antojaba, un rojo reluciente que se hacía agua la boca cfr. Gen 3, 6, (no quiere decir que Dios pusó la tentación, más bien el diablo lo resaltó a los ojos de ellos), el trigo por su parte es el pan para el hombre, fuente de crecimiento, tal vez muchos hermanos nos quejemos de porque Dios deja vivir al malvado, aquel que causa daño al hermano, aquel que mata, aquel que viola, aquel que destruye, que roba, que golpea con saña, nuestra impotencia, el dolor, el sufrimiento, la desesperación ante tales actos nos hacen juzgar muy menudamente, sin fundamento; otros opinamos que deberían morir todo aquel que dañó a otro hermano, que no estuvieran en la cárcel pues todavía hay que mantener a esos parásitos; otros más osados reclamamos a Dios el por qué le va muy bien al que actúa mal, pareciera que Dios tolera tales injusticias, pero cuando aquellos delitos caen en nuestra familia, entonces si defendemos a los nuestros a capa y espada.

Jesús nos puede cuestionar: el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra cfr. Jn 8, 7; Jesús reacciona ante la cizaña contrariamente a los siervos, déjenla crecer, se muestra paciente y benevolente, no se irrita por aquel pecador que es la cizaña porque no toma la salvación que ya Cristo obtuvo para él pecador, no se irrita con aquel hombre que no se convierte a pesar de tantos llamados, al igual Dios no mato a adán y Eva por no seguir su plan de vida y tomar el de la muerte, los cubrió con pieles para no dejarlos totalmente al abandono a pesar de su contaminación; Jesús confía en el hombre porque sabe de la esencia de cómo ésta formado, Dios de igual manera sabe que lo formó a imagen y semejanza. Sabe que hay lo bueno de Dios en el hombre, potencias, virtudes, carismas, dones, todo un arsenal para ser bueno y perfecto como el Padre, es lógico que la maldad no puede venir de Dios, imagínate a un Dios actuando y regocijándose con el mal, contento con el sufrimiento del hombre, ¡nunca!, ¡ni si quiera te pase por la mente!; el mal como mancha voraz quiere sustituir al bien, quiere quitar al hombre su santidad, situación que se logra con el sacramento del bautismo donde el pequeño queda totalmente puro por la gracia misma de Jesús; él diablo quiere gritar a los 4 puntos cardinales la debilidad del hombre, la inclinación a la maldad, la actuación contraria a su naturaleza; Jesús lo sabe por esa razón se ofrece por la cizaña, rescatar a los que se han hecho amargos, nocivos, sin frutos; anuncia la buena nueva, forma y enseña y todavía ofrece su sangre como la purificación de esa mala hierba, da la oportunidad de un cambio de dirección, integralmente volver a Dios buscando de donde salió; el judío contemporáneo de Jesús consideraba al pecador un imperfecto, un injusto a diferencia de los observadores de la ley y aun así recibieron duras amonestaciones de Jesús a tal grado de exigir que se fuera distinto a ellos, nada más que obedezcan la máxima dada por ellos, Jesús es cuidadoso con lo bueno que hay en el hombre, sabe del mal que existe en su corazón, púes el mismo lo dice que del fondo del corazón sale lo peor del hombre, pero también de ese corazón contrito la alabanza, las buenas obras, la creatividad, la edificación, el amor, toda clase de sentimientos de bien; Jesús quiere que el reino de Dios de él sea vivido por los hombres para nosotros es; aunque parece que los defectos superan las virtudes en nosotros los hombres, Jesús más se mueve en el mundo, Jesús más trabaja, más llama con fuerte voz sal de la tumba pecador.

Es evidente que si se puede comparar el árbol del conocimiento con la parábola del trigo y la cizaña, antes de que llegue el segador y separe lo bueno y lo malo, antes de que se juzgue quién actúa en Dios y quién no, mientras haya semillas que rescatar allí estará Cristo Jesús iluminando como sol desde lo alto para que brille el trigo y nutra a los hombres cfr. Lc 1, 78-79; hoy nos podemos cuestionar: ¿qué quiero alimentar al trigo o a la cizaña?, ¿a que de los dos reflejo?, ¿qué quiero ser fuego desbastador o fuego de amor?, como creyente basta pensar que Jesús en su sabiduría ofrece la salvación y que el pecador busque el perdón de Dios, rico en misericordia y al sembrador eterno de amor y salvación que es Jesús

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