Hijos no esclavos

Hijos no esclavos

Parroquia de San Pío X

Hijos no esclavos

Y vosotros no habéis recibido  un espíritu de esclavos para recaer en el temor, antes bien, habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos  que nos hace exclamar: ¡Abba, Padre!

Rom.  8,15

Hijos de Dios: este título corresponde al pueblo de Israel como elegido, amado y protegido de Dios. Jesús nos hace hijos, y eso es suficiente para darnos lo esencial de la libertad. Jesús fue el primero en llamar al Padre con esta sencillez y cariño, escandaloso para cualquiera que no haya recibido  el espíritu  de los hijos.

Yo seré para vosotros un Padre y vosotros seréis para mi hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso     II  Cor 6,18

El decir si a Dios nos lleva a la donación  de sí mismo, este darse nos conduce a la libertad, nos lleva a despojarnos del   egoísmo, este si es obra de la gracia de Dios, como respuesta a la vida nueva en Cristo y por tanto a una filiación divina. 

Se dice que la esclavitud desapareció pero aún existen en nuestro medio varias clases de  esclavos; como son los esclavos del  trabajo que viven solo para trabajar y no se dan el tiempo para compartir con la familia, para disfrutar con los amigos, para disfrutar la vida  mucho menos les interesa saber de religión pues su prioridad es el dinero;  los esclavos de la vanidad ocupados siempre en el ejercicio, dietas, masajes, salones de belleza, su prioridad es la belleza; los esclavos del egoísmo solo piensan en ellos, en su bienestar, haciendo a un lado a la esposa, hijos, sociedad, al  país,   en este grupo podemos encontrar  a padres de familia, dirigentes políticos, reyes, a su alrededor se podrán estar muriendo pero ellos ni por enterados pues su prioridad son ellos y mientras estén bien,  los demás no importan. Hay también  esclavos de los hijos, del esposo, de algún vicio, de la comida, de la soberbia, lujuria, de supersticiones… Hay otros que se aprovechan de la inocencia e ignorancia de niños y jóvenes haciéndolos caer en sus vicios, sectas, falsas doctrinas.

El decir si a Dios  libera de toda suerte de esclavitud.

El temor de Dios no es el miedo a pensar que Dios nos vigila para ser castigados severamente, sino  el temer a ofender a quien nos ama tanto, quien se esfuerza en amar no piensa en traicionar al amado y el mejor camino será siempre  amar.  Como urge que Dios entre en nuestras vidas para que las llene de paz, armonía, salud física y espiritual.

Lucha por vivir en la plenitud  del amor de Dios

 

Oremos por la conversión de todos los pecadores, por la paz y por todos los que nos piden oración.

Oremos por el eterno descanso de Sr. Guillermo Zamora García y Familia Zamora Zapiain. 

 ¡Unidos en la Eucaristía!

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.