FALTAN 2 DÍAS PARA QUE  EL VICARIO DE CRISTO: EL SANTO PADRE BENEDICTO XVI NOS VISITE.

FALTAN 2 DÍAS PARA QUE EL VICARIO DE CRISTO: EL SANTO PADRE BENEDICTO XVI NOS VISITE.

FALTAN 2 DÍAS PARA QUE EL VICARIO DE CRISTO: EL SANTO PADRE BENEDICTO XVI NOS VISITE.

 

Por doquier escuchamos: ¿Porqué México, porqué Guanajuato, porque León? y son tantas las especulaciones y tantas las respuestas que nos complicamos tanto, bastaría recordar el salmo 138:                                                                                                                                                                                               cuando oigan las palabras de tu boca,
celebrarán los caminos del Señor:
“¡Es muy grande la gloria del Señor!”                                                                                                                                                                                                                                                                                                    La respuesta solamente la tiene Nuestro Padre Dios, Benedicto XVI humilde y gustosamente acepta ser “SU MENSAJERO”  haciendo eco en las Sagradas Escrituras :Isa 52:7 Qué bien venidos, por los montes,
los pasos del que trae buenas noticias,
que anuncia la paz, que trae la felicidad,
que anuncia la salvación,
y que dice a Sión: “¡Ya reina tu Dios!”

Al oir las palabras de San Pablo en su carta a los Romanos: estamos escuchando los pensamientos, los deseos, y las intenciones de nuestro Santo Padre para con todos sus fieles:

Que de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor, les lleguen la gracia y la paz.
 Ante todo doy gracias a mi Dios, por medio de Cristo Jesús, por todos ustedes, pues su fe es alabada en el mundo entero.
 Dios sabe que los recuerdo constantemente en mis oraciones, mientras le rindo ese culto espiritual que es trabajar por la Buena Nueva de su Hijo.
 Pues yo desearía, si tal es su voluntad, que se me allane el camino para ir a visitarles.
 Tengo muchas ganas de verlos para comunicarles algún don espiritual que los fortalezca
 y, al compartir nuestra fe, nos animaremos mutuamente.
 Quiero que sepan, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir donde ustedes, pero hasta el momento no he tenido la posibilidad de ir a cosechar algún fruto entre ustedes, como he hecho en otros países.
 Pues me siento en obligación con todos, ya sean griegos o extranjeros, cultos o sin estudios,
 y estoy dispuesto a ir hasta ustedes a Roma para dar el Evangelio.

Nuevamente nos toca a nosotros, al pueblo de México y en especial al pueblo de Guanajuato, a León y ciudades vecinas ser los depositarios de la Gracia de Dios y decir: PADRE DIOS:”QUIENES SOMOS NOSOTROS ,PARA SER BENDECIDOS DE ÉSTA MANERA”. Lo único que podemos decir Señor Jesús es que te necesitamos  urgentemente ; tu pueblo sufre y necesitamos éste bálsamo que nos trae tu Mensajero para continuar con una FE RECIA,UNA ESPERANZA VIVA Y UNA CARIDAD ARDIENTE.

Vivimos en un mundo en el que muchas veces los valores cristianos no son comprendidos; y cuanto menos se comprenden, menos son apreciados. Y, cuántas veces, comprendidos y apreciados, no son seguidos, no son vividos. Tristemente, tenemos que confesar que la cultura que nos rodea influye mucho, que las situaciones en las que nos encontramos tienen un gran peso en el corazón. Y en cuántas ocasiones estas situaciones nos llevan a tomar decisiones, opciones, formas de pensar y modos de vivir que, en el fondo, arrancan a Cristo de nuestra existencia.

Una vocación a la vida cristiana no se puede dar sola, necesita los medios humanos para darse. Dios ha querido llegar a los hombres a través de otros hombres. San Pablo, en la carta a los romanos, citando la Escritura, dirá: “¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la Buena Nueva!”.

Señor Jesús: que todos tus hijos  especialmente nosotros los agraciados con la visita del Santo Padre Benedicto XVI escuchemos tus palabras“NO TENGAN MIEDO” que acudamos al llamado y lo hagamos COMUNIÓN y nos sumemos al trabajo ya que “LA COSECHA ES MUCHA Y LOS TRABAJADORES POCOS, QUE EL DUEÑO DEL CAMPO NOS AYUDE A SER MÁS, PERO QUE SEAMOS CONSTANTES Y SOLIDARIOS SEGÚN TU CORAZÓN”

Señor, toma mi vida nueva

Antes de que la espera

Desgaste años en mí

Estoy dispuesto a lo que quieras

No importa lo que sea

Tú llámame a servir

 

Llévame donde los hombres

Necesiten tus palabras

Necesiten mis ganas de vivir

Donde falte la esperanza

Donde falte la alegría

Simplemente por no saber de ti

BIENVENIDO SANTO PADRE BENEDICTO XVI

 

Sagradas Escrituras

Evangelizafuerte

P cipriano Sanchez

Hna Glenda

 

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