Santa Inés de Monte Pulciano. 20 de abril

Santa Inés de Monte Pulciano. 20 de abril

SANTA INÉS DE MONTE PULCIANO

Nació en el año 1268, en Gracchiano Vecchio, (en griego significa “pura, casta” , hija de unos padres bien acomodados y muy buenos Cristianos, la ciudad de Gracchiano Vecchio, está cerca de Montepulciano (Italia) donde murió en  el año 1317.

Parece ser que al nacer se iluminó la estancia donde su madre la daba a luz. Llevó una niñez normal pero pronto se despertó en ella el deseo de llevar una vida entregada al Señor por completo y a los 9 años se manifestó ese llamado ingresando a un monasterio a estudiar, a los 15 años fue a Proceno Orvieto para fundar un monasterio donde fue nombrada Abadesa.

En cuanto descubrió el significado de la virtud de la castidad, se consagró en cuerpo y alma al Señor. Su pureza quedó siempre sin mancilla porque trató de evitar cuanto empuja hacia el pecado. Abrazó la vida religiosa llamando la atención por su entrega sin límites a toda clase de sacrificios y a la más rigurosa vida de observancia regular. Pronto todas las monjas se fijaban en Inés y trataban de copiar sus virtudes.

Era como una regla viva para todas. Ella, en compañía de Margarita, que había sido su maestra y guía en la vida monacal, dio comienzo a la fundación de un convento que pronto llamaría la atención por la irradiación de frutos de Santidad que de él se desprenderían por toda aquella comarca. Fue el célebre Convento de Proceno en el que a sus dieciocho años ya fue nombrada Abadesa del mismo.  No parecía que fuera todavía casi una joven por los ejemplos de madurez que a todos daba. Se olvidaba de sí misma y se entregaba a los cuidados que la obediencia le había encomendado…

Como la fama de Proceno se extendía de día en día, los buenos hijos de Montepulciano quisieron que también allí, en su pueblo natal, hiciera otra fundación para que sirviera como de irradiación espiritual y saneamiento de costumbres.  Fue muy dada a la oración desde que tuvo uso de razón, y al parecer era una persona muy sencilla pero con grandes dones, carismática y contemplativa.

Las gracias del cielo se multiplican; los éxtasis, milagros y mensajes que recibe del Señor son casi diarios, y son muchas las almas que por su intersección se enriquecen espiritualmente y se convierten de corazón.

El papa Clemente VII permitió su culto y el papa Clemente VIII lo extendió a toda la orden dominica, suelen aparecer Santa Catalina de Siena y Santa Rosa de lima juntas con ella.

La santa cae enferma a la edad de cuarenta y tres años, falleció el 20 de abril de 1317.

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