El Dominical: Reflexion sobre el santo evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45):

El Dominical: Reflexion sobre el santo evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45):

El Dominical: Reflexión sobre el santo evangelio según san Juan (11,3-7.17.20-27.33b-45)

Esto dice el Señor:

“Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.”
Dios es tan grande, que aun cuando llega cuatro días tarde, llega justo a tiempo. Lo que quiero decir con esto, es que los designios de Dios, su plan para nosotros es tan perfecto, que ni nosotros mismos, quienes creemos que nos conocemos mejor que nadie, podemos tener uno mejor.

Cristo en su forma humana, siente como hombre y le duele la muerte de su amigo. Sabiendo que es capaz de salvarlo, lucha contra su instinto humano en ir a su ayuda inmediatamente; si lo hubiera hecho, le habría ahorrado agonía y dolor a Lázaro, a sus hermanas y a familiares y amigos. Los cuatro días que le lloraron pudieron haber sido cuatro días de fiesta, celebrando que Jesús llegó a tiempo para salvar a su amigo. Pero eso sólo satisfaría a los deseos mundanos y no serviría para la gloria de Dios.

A veces lo que uno piensa que es hacer el bien, no es lo mismo que hacer el bien. Puedo pensar en muchos casos generales para explicar esta idea, pero daré un testimonio como ejemplo.

Durante los últimos siete años, mis padres han cuidado de mis abuelos. De hecho, en los últimos casi cinco años, han cuidado sólo de mi abuela pues mi abuelo murió en 2012. El trato que le daban a mi abuela era el mejor que le podían dar: tenía independencia, privacidad y ayuda privada; era libra para hacer lo que quisiera en todo el día, todos los días y siempre hacía lo mismo: se sentaba a jugar cartas y, cuando tenía visitantes y le hacían conversación directa, estaba involucrada y contenta. Luego de cinco años, su mente y su cuerpo se atrofiaron. Nunca hizo esfuerzo para caminar y tampoco se le insistía mucho porque “no quería”, por lo que perdió movilidad. Llegó el punto en que se tuvo que internar en un hospital/asilo para que recibiera ayuda profesional, con doctores, enfermeros y terapeutas de planta. Ya que se iba a mover, se decidió que se internaría en California, donde vive la mayoría de sus hijos, nietos y hermanos aún vivos. Durante los últimos dos meses, recibió visitas de todos ellos y se le intentó dar terapia para rehabilitar sus piernas, pero ya era demasiado tarde. Mi abuela murió ayer, dormida, sin dolor ni agonía, y lo único que puedo pensar es: Dios le permitió venir a despedirse de TODAS las personas que la quieren, y no fue sino hasta que se comprendió que había algo mejor para ella, que se buscó la oportunidad de mudarla.

No sé si mi abuela estaba completamente cuerda; tampoco sé si estaba cansada o aburrida de la vida que llevaba, casi inmóvil y con tanta monotonía fuera de su control; lo que sí sé, es que era capaz de reír y disfrutar de tu compañía si le conversabas directamente, que se enojaba si le mentías y te querías pasar de listo con ella y que dio amor hasta el último día en que vivió.

Dios, concédeme la humildad para aceptar que tu plan es mejor que el mío, y la sabiduría para seguirlo.

Que tengan un excelente inicio de semana.

Descansa en paz abuelita.

Paco

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