Curso Historia de la salvación, I parte: Introducción: Párroco Jorge Alberto Limón y Biblioteca Cátolica Digital

Curso Historia de la salvación, I parte: Introducción: Párroco Jorge Alberto Limón y Biblioteca Cátolica Digital

Introducción

Objetivo

Que los participantes descubran que la Biblia siempre es actual y que en ella se contiene la historia de salvación de cada hombre y de todos los hombres.

La Biblia y el Cristiano

¿A qué se debe que día con día más hombres buscan leer la Biblia?, ¿Por qué será que después de dos mil años todavía interesa a los hombres de hoy?.

Sin lugar a dudas la respuesta está en que al hombre de hoy la Biblia le señala el camino que Dios ha escogido para poder decirle quién es y cómo es él.

La Biblia en el siglo XX es quien le señala cuál es el auténtico cristiano, ya que ante las dificultades de esta vida el hombre por si sólo no llega a saber cuál es la verdad.

La Biblia también ayuda a tener una auténtica espiritualidad del hombre maduro.

La Biblia también es necesaria para la labor apostólica, ya que en ella se contiene tanto el mensaje como el mandato.

En nuestros días la Biblia se hace indispensable cuando hablamos de la actitud y la actividad ecuménica, ya que la escritura es el punto de encuentro con los hermanos separados.

La Biblia ¿Libro o Biblioteca?

La palabra Biblia viene del griego Biblia y significa los libros.

Son muchos libros porque fueron muchas las plumas con las que se escribió, pero es uno, ya que tiene como autor principal a Dios.

Ahora bien las lenguas en las que principalmente se escribió la Biblia fueron el hebreo, arameo y griego.

Aquí debemos tener en cuenta que el tema central de la Biblia siempre será la alianza. En ella se narran dos: la primera será la del Sinaí (Ex 19 y 34) y la segunda que es la definitiva se nos narra en Mc 14, 22-25, la cual será con nuestro Señor.

La Biblia ¿Manual o Enciclopedia?

La Biblia no es un tratado de filosofía, ni de ciencia, ni de moral, aunque tiene algo de todo esto. La Biblia es un libro de religión, que tiene como fin mostrarnos el camino de la salvación. Por tanto no debemos leer la Biblia como si fuera una enciclopedia, sino como lo que es un libro de fe.

La Biblia ¿Historias o Historia?

La Biblia en su esencia es una historia: la historia de la realización del plan de Dios sobre los hombres.

Por tanto la Biblia aunque contiene muchos datos de la Historia de Israel, sin embargo contiene en si la Historia de todos los pueblos, ya que todas ellas forman parte de la Historia de la Salvación.

Esto quiere decir que por Historia de la Salvación entendemos las intervenciones de Dios para salvar a los hombres.

La Biblia describe ese plan de Dios en su preparación, desarrollo y realización en Cristo, en su aplicación y expansión en la Iglesia, y en la espera de su consumación al fin de los tiempos.

La Biblia y el Hombre de Hoy

La lectura de la Biblia en nuestros días plantea varias dificultades:

1° Es una mentalidad distinta de nosotros, tanto por el tiempo como por el lugar.

2° Es una moral y un modo religioso de ver el mundo.

Una mentalidad distinta

La primera norma y fundamental para entender el mensaje de la Biblia consiste en respetar el pensamiento del autor, su modo de decir las cosas y su mentalidad.

Veamos algo más concreto.

El semita antiguo que aparece en la Biblia es fundamentalmente comunitario, esto significa que las cosas y personas se van a juzgar desde el punto la importancia que tengan o desempeñen para el grupo, familia o tribu.

El semita es poeta por naturaleza y en muchas ocasiones se extasía en su contemplación y se admira de la bondad del creador y de la dignidad del hombre (cf. Salmo 8).

El semita es instintivamente religioso, todo la vida para ellos es un milagro de Dios.

Por ello el lector moderno muchas veces se siente desconcertado y trata de racionalizar todo a tal grado de llegar a negar de manera radical la intervención de Dios. Debemos tener mucho cuidado en este punto para hacer una lectura correcta de la Biblia.

Unas preocupaciones espirituales ininteligibles

Cuando el hombre de hoy lee la Biblia lo hace buscando una respuesta a sus problemas, pero resulta que las situaciones que se plantean ya no son las de hoy y en muchas ocasiones esto causa una gran desilusión.

Una moral escandalosa y un ideal religioso puramente terreno

En la Biblia hay pasajes, personas, palabras, etc. Que resultan escandalosos para el hombre de hoy, ya que el punto de partida es muy distinto. Para ellos la moral gira en torno a la fidelidad de la alianza y por lo tanto lo bueno o lo malo estará si se mantiene esa alianza o no.

Para superar estas dificultades tengamos en cuenta:

1° La mentalidad bíblica es religiosa que siempre está viendo hacia la conversión.

2° Es una mentalidad semita que ve al hombre más contemplativo, más poeta, más vitalista, más humano y más comunitario.

3° El mensaje que se da a conocer es progresivo, es decir, que una afirmación sobre la fe cada vez se irá profundizando y aclarando, por lo cual en un primer momento no esperemos tener toda la verdad de ese punto.

La lectura Cristiana de la Biblia

Para leer la Biblia debemos tener varias actitudes:

1° Una actitud literario–artística que se somete a los criterios literarios y quitando ese ropaje llegar a la esencia del mensaje.

2° Una actitud histórico–crítica. La Biblia como cualquier otro libro humano debe ser estudiada científicamente.

3° Una actitud religiosa para descubrir a través de la palabra humana el mensaje de Dios.

Normas Concretas para una lectura religiosa

1° Cristo es el centro de la Biblia y por tanto cualquier lectura de ella nosotros debemos referirla a Cristo.

2° La Biblia ha sido dada para que el hombre tenga una luz en su vida.

3° La lectura de la Biblia solo puede alcanzar su máxima grado cuando es en el ámbito eclesial y dentro de este el de la liturgia (misa).

4° La Biblia ha sido dada a la Iglesia reunida en nombre del Señor y por ello cuando se lee en grupo siempre es de desear que impulse al fiel al servicio de la caridad.

5° Para lograr que la lectura de la Biblia de grandes frutos siempre es necesaria la lectura individual, tanto antes de la lectura en grupo como después de ella.

Para lo anterior conviene ayudarse de algún comentario y después de este tener un momento de meditación o reflexión junto con la oración.

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