1a Lect. del libro del Profeta Ezequiel 9,1-7;10,18-22.  Miércoles 11 de Agosto de 2010

1a Lect. del libro del Profeta Ezequiel 9,1-7;10,18-22. Miércoles 11 de Agosto de 2010

Gritó con todas sus fuerzas en mis oídos: “¡Castigos de la ciudad, acérquense! ¡Que cada uno lleve en la mano su instrumento de muerte!”
Aparecen entonces seis hombres desde el lado de la Puerta Alta, que mira al norte: cada cual lleva en la mano un instrumento de muerte, y en medio de ellos veo a un hombre con un traje de lino, que tiene en la cintura una tablilla de escriba. Vienen a ponerse al lado del altar de bronce,
e inmediatamente la Gloria del Dios de Israel, que hasta entonces descansaba sobre los querubines, se eleva en dirección a la puerta del Templo. Llama al hombre con traje de lino, que lleva en su cintura una tablilla de escriba,
y le dice: “Recorre Jerusalén, marca con una cruz en la frente a los hombres que se lamentan y que gimen por todas esas prácticas escandalosas que se realizan en esta ciudad.
Luego, dice a los otros, de manera que yo lo entienda: “Recorran la ciudad detrás de él y maten. No perdonen a nadie, que su ojo no tenga piedad.
Viejos, jóvenes, muchachas, niños y mujeres, mátenlos hasta acabar con ellos. Pero no tocarán a los que tienen la cruz. Comenzarán por mi Santuario.
Comienzan pues con la gente que se encontraba delante del Templo.
Porque les había dicho: “Llenen los patios de cadáveres, el Templo quedará manchado con ellos; luego salgan y maten en la ciudad.

La Gloria de Yavé salió de la Casa y se detuvo encima de los querubines.
Ante mi vista, los querubines abrieron sus alas para elevarse desde la tierra, y salieron acompañados por las ruedas; se detuvieron a la entrada de la puerta oriental del Templo de Yavé, con la Gloria del Dios de Israel que descansaba sobre ellos.
Eran los mismos seres que había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar, y reconocí que eran querubines.
Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y se veían como manos debajo de sus alas.
Sus caras, eran tales como las había visto junto al río Quebar. Y se desplazaban según la dirección de sus caras.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico : Asamblea Eucarística. México

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