El gaudium pública: MÁRTIRES DE SAN JOAQUÍN. Martirologio.

El gaudium pública: MÁRTIRES DE SAN JOAQUÍN. Martirologio.

Martirologio
MÁRTIRES DE SAN JOAQUÍN

Esta semana el Gaudium pública mártires de San Joaquín y nos ha parecido muy interesante pues en evangelizafuerte hemos tratado de dar a conocer el martirologio de la Iglesia y estos mártires mexicanos forman parte de este mártirologio, mostramos completo el artículo completo y esperamos enriquezca nuestras vidas para vivir y morir por Cristo Jesús el Señor.

D. Leonardo Pérez Larios

D. Leonardo Pérez Larios, nació en Lagos de Moreno, Jal., el 28 de Noviembre de 1889. Se crió con sus padres y familia en el rancho El Saucillo perteneciente a Encarnación de Díaz, Jal., Allí fue educado cristianamente en un ambiente de piedad y sencillez.
En sus estudios fue muy aprovechado y de conducta intachable, destacando por su bondad, laboriosidad y obediencia.
Después de su dedicación al trabajo en el Rancho de su familia, se desempeño como empleado de un comercio en la ciudad de León.
Quería ser religioso, pero desistió para sostener a sus hermanas. De su humilde sueldo, parte lo destinaba para ayudar a religiosas y seminaristas.
Durante los días de persecución, trabó amistad con el P. Solá y se mostró asiduo en frecuentar los actos de culto de piedad celebrados a escondidas. Era notable su amor a Cristo Eucaristía. Durante cuatro meses antes de su detención lo visitaba diariamente, y fue precisamente en una de esas visitas que junto con el Padre Solá fueron apresados el domingo 24 de abril de 1927.
Su hermano Alfonso, misionero del Espíritu Santo, está en proceso de beatificación.

P. José Trinidad Rangel Montaño

El P. José Trinidad Rangel Montaño, nació en el rancho El Durazno del municipio de Dolores Hidalgo, Gto., el día 4 de Junio de 1887. De familia humilde, aprendió desde pequeño a amar a Dios y a su prójimo. Sin asistir a escuelas aprendió en su mismo rancho las primeras letras.
A la edad de 14 años manifestó sus deseos de ser sacerdote pero habiendo encontrado oposición y dificultades de tipo económico, pudo ingresar al Seminario de León hasta cumplir los 20 años.
Debido a las persecuciones y a la inestabilidad política, el Seminario fue clausurado, reabierto y nuevamente cerrado. El Seminarista Rangel debió regresar a su casa, volver al Seminario de León, continuar los estudios sacerdotales en Estados Unidos y nuevamente en México, para ser ordenado como presbítero en abril de 1919.

Como sacerdote se destacó por su modestia, humildad, sencillez y celo por la salvación de las almas. Con intrepidez evangélica, desempeño su ministerio en la ciudad de León, en Silao, El Zangarro, Ibarra y Jaripitío (Aldama), Gto.
En el ambiente de persecución religiosa el 22 de Abril de 1927, viernes de la octava Pascua, fue sorprendido por los soldados mientras se encontraba en San Francisco del Rincón, Gto., después de celebrar a escondidas los oficios de Semana Santa. Acusado de sedición, lo llevaron preso a la ciudad de León en donde dos días después se le unirían el P. Solá y D. Leonardo Pérez.

P. Andrés Solá y Molist CMF

El P. Andrés Solá y Molist nació el 7 de octubre de 1895 en la masia de can Villarrasa, municipio de Taradell de la Provincia española de Barcelona. Sus padres: Buenaventura Solá y Comas y Antonia Molist y Benet, siendo humildes campesinos supieron transmitir al pequeño Andrés una sólida piedad cristiana.
Ingreso como postulante a la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Claretianos) en la ciudad de Vic, el 27 de octubre de 190. El 15 de agosto de 1914 profesó los votos de castidad, pobreza y obediencia.
Ya como religioso pasó 8 largos, pero fructuosos, años formándose como sacerdote misionero. Por fin, el 23 de septiembre de 1922 recibió la Ordenación Sacerdotal y luego de prepararse para el ministerio, fue destinado por sus superiores a México a donde llegó el 20 de agosto de 1923.
Se desempeñó como catedrático y como predicador en la ciudad de Toluca. En diciembre de 1924 fue enviado a León, Gto., donde además de la predicación, se hizo notable por su entusiasmo y cuidado pastoral.
A raíz de las persecuciones desatadas contra la iglesia en todo el país, el P. Solá destacó por su audacia e intrepidez, arriesgando su vida en el cuidado y atención a los fieles privados de sacerdotes y de los Sacramentos.
El 24 de abril de 1927 fue arrestado por el Ejército y puesto en prisión con sus compañeros de martirio.
Los Mártires de San Joaquín fueron hombres consecuentes con su fe cristiana, derramaron su sangre por Jesucristo y por su Reino de paz y de justicia, en el México de la intolerancia y de la persecución religiosa.
Fueron personas que con una vida sencilla y ordinaria, y en medio de sus limitaciones humanas tuvieron una voluntad de oro y un deseo constante y firme para servir a Dios y a sus hermanos.

El sacerdote de la Diócesis de León P. José Trinidad Rangel, el misionero claretiano R.P. Andrés Solá y el laico, Sr. Leonardo Pérez desde su vocación se unieron para superar la prueba suprema de la fe cristiana del martirio. Murieron por causa de su fe y perdonando a sus verdugos. Con la beatificación de nuestros mártires hoy la iglesia reconoce la gracia de Dios que robustece la debilidad humana en la construcción del Reino.

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