Perfección y amorde Dios en la mujer.
Cuando se trata de demostrar que Dios existe hay para muchos una gran polémica, se le dice al incrédulo, al ateo, al renegado: “mira a tu alrededor”, “ve todo lo que hay”, “observa su perfección”, “su hermosura”, “su utilidad”, “ve toda la vida que hay en la naturaleza”, “cada piedra, cada forma de materia con una exacta función” y sí eso no bastará y tuvieras tus hipótesis propias, la manera más palpable de que Dios existe y es perfecto: “es mirándote a ti como hombre y como mujer”; claro son dos constituciones físicas muy diferentes y tal vez por esa recia estructura física, el hombre se diga que domina a la mujer, tal vez por esa fuerza para trabajar sea el que deba de mantener a la familia, por ese carácter ser el cabeza de familia y por su tendencia a poseer tal vez se le diga: “jefe de familia”, virilmente y genitalmente es el que tome a una mujer; hay tantas cualidades, virtudes en el hombre y sin embargo cuando se celebra el día del papá, no se le hace la misma fiesta, ni alboroto, ni ruido como el día de la madre, ¿por qué será?, ¿qué hay de misterio en ello?, puede que Dios en su perfección, tal vez se lució más con la mujer.
La mujer es todo un misterio desde su creación; la sagrada escritura pintorescamente relata su formación en el libro del génesis: Gén 2:21-23 Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, que se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne.
De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó: “Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada.”
Para muchos encuentran en este pasaje la dependencia que tiene la mujer en el hombre, ya que del hombre fue formada, para otros más, esto significa la igualdad humana entre los dos, de la misma naturaleza humana, otros que son machistas la ven como suya, porque es su costilla y le pertenece, algunos más la respetan como si fuera el cuerpo propio porque de su cuerpo Dios tomo parte del para formarla, sea como fuere, en su formación de la mujer se encierra la perfección y misterio de Dios, tan es así que la mujer es la que eligió Dios para que en su vientre llevará durante nueve meses promedio a ese pequeño ser; ese cuerpo que formó Dios lo hizo tan perfecto que aun siendo pequeño en peso, digamos 43 kilos como muchas mujeres pesan, es capaz de alimentar, de cargar literalmente de darle calor, de protegerlo; su cuerpo va cambiando según va creciendo el bebé, su espina dorsal, su vientre, sus senos listos para amamantar, sus caderas y todo su cuerpo se adapta perfectamente, ¿no cree que sea un misterio su cuerpo?; el hombre por más que lo intente, por más modificaciones licitas no puede ser madre, de igual manera el don del amor en la mujer es otro, a tal grado que Dios compara casi el amor perfecto de la mujer al bebé: Isa 49:15 – ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido.
Es digno de mencionar que Dios en la mujer ha encontrado la piedad amorosa hacía los hombres; vea los templos, las parroquias, ¡más mujeres que hombres!, algunos en broma dicen: “es que las mujeres son más pecadoras”, no mis amigos hasta la forma de pronunciar su nombre de cada uno de sus hijos es tan diferente al hombre, hasta la forma de verlos a cada uno de ellos es tan distinta y vaya que hay padres ejemplares de llevar una excelentísima relación con sus hijos, incluso de querer más a sus hijos que su mamá, pero no es lo mismo; Rembrandt en su pintura extraordinaria del hijo pródigo, plasmó el amor de Dios en las manos del padre, una más áspera, más dura, más fuerte, más firme; la otra mano : delicada, amorosa, tierna, abrazadora, más abierta al amor; las dos descansan en los hombros del hombre abatido y este hombre sabe que la mano dulce le abre su corazón y aunque la mano más recia es justa, sucumbe ante la del amor.
¡Qué razón tuvo Dios de hacerla tan diferente!, su cuerpo es bello, Dios se esmeró en las curvas de su cuerpo, en sus genitales, en sus pechos, en su cabello, en su piel, en su rostro, muchos hombre siguen bromeando y dicen: “es que el hombre debe de ser feo, fuerte y oloroso; hacemos hincapié no hablamos desde el aspecto sexual, la mujer misteriosamente encierra esa hermosura que aunque muchos opinemos que hay mujeres feas, nunca llegan a ser tan feas como el hombre y ni mucho menos que su cuerpo sea tan peor que el del hombre, no lo digo en sentido peyorativo; que alegría representa ver a la belleza de nuestra madre que aun con los 50, 60 y 70 años de edad unos expresamos: “que hermosa es mi mamá, todavía conserva su belleza a pesar de los años”, la muer es trabajadora, lamentablemente para la mujer, no se reconoce en la mayoría su labor en el hogar, nuestra madre, esposa, hermana todo el día trabaja, la casa es pesada, todo el día se recoge, esos trastes se lavan una y otra vez, es la esclava de la cocina, la esclava de la escoba, la esclava del burro de planchar , la esclava de la lavadora, es la primera en levantarse, y la última en subir a la cama a descansar; recuerdo a jóvenes que llegan de su trabajo y se expresan así: “caliéntame la comida”, “consiénteme”, “tráeme un refresco”, “pásame la sal”, “ponme el boiler”, “que fea comida”, “prende la televisión” y al final de cuentas y muy pocas veces. Gracias. No hay pago. No hay elogios y todavía le espera el hombre en la cama para cumplir como esposa, sí es que no se queda dormido, muchos comparan al hombre como el león: tragón y huevón; ahora entendemos porque muchas mujeres prefieren trabajar en alguna empresa, negocio, taller etc., es menos trabajo y ahí si le pagan.
Para concluir: el día 10 de mayo se le reconoce a la mujer que es mamá como su día para festejarla, claro está que existe el día internacional de la mujer, pero no es lo mismo en México; recordemos que hay mujeres solteras, jóvenes que todavía no llegan a la edad de matrimonio, otras que Dios no les ha dado bebé y tal vez su tarea sea otra, mujeres muy complicadas que no quieren familia por todo lo que la vida les ha dado contrario al amor, sin embargo este día 10 de mayo en las casas se reúnen toda la familia alrededor de ese ser amoroso, le llevan serenata a esa mujer que ha cooperado con Dios para seguir dando vida a los hombres, le dan regalos tal vez para compensar su labor infatigable y se sientan a la mesa a comer el banquete con la mujer que mantuvo nueve meses la relación estrecha con cada hijo, unidos por el condón umbilical, no cree que la mejor manera de reconocer y ver todo lo que es la mujer, sería amándola, cuidándola, dignificarle cada día y ver en esa mujer la parte del hombre que Dios ideó para su santificación y plenitud. No me queda otra cosa que felicitar a cada mujer por su gran papel edificador en todos los ámbitos y desear con gracia de Dios el tomar ejemplo de ella que sacrifica su hambre, su vida, su sed por los hijos y el esposo y ver en ella la perfección y amor de Dios. Así sea.