Examen de Conciencia. Preparémonos para iniciar el tiempo de Cuaresma

Examen de Conciencia. Preparémonos para iniciar el tiempo de Cuaresma

  Pasos para un Examen de Conciencia minucioso. 

 

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Oración para antes del Examen

¡Oh Dios, Padre de las luces, que iluminas a todo hombre que viene a este mundo! Hiere mi corazón con un rayo de luz, de amor y de dolor, para que pueda conocer los pecados que contra Ti he cometido, y concebir verdadero arrepentimiento de ellos, a fin de confesarlos del modo debido y alcanzar el perdón. Augusta Madre de Dios, que eres tan misericordiosa con los pobres pecadores que desean convertirse: tú eres toda mi esperanza, asísteme. Ángel de mi Guarda, préstame auxilio, ayúdame a conocer las ofensas de que me he hecho reo delante de Dios. Santos y santas del cielo, intercedan por mí para que haga dignos frutos de penitencia. Así sea.

Advertencia

He aquí un examen minucioso, para comodidad de los que quieran hacer confesión general: es decir, una confesión de toda su vida o de gran parte de ella. Para algunos es necesaria y para otros provechosa.

1. Es necesaria para aquellos que han hecho malas confesiones. La confesión es mala siempre que por vergüenza, temor o malicia, se oculta algún pecado grave al confesor o se hace sin examen, sin dolor, sin propósito de enmienda o sin dejar la ocasión próxima y voluntaria del pecado; y en tal caso es necesaria hacerla desde la última confesión bien hecha, porque en las confesiones malas no se perdona ningún pecado.
2. La confesión general es provechosa, y será muy bueno y conveniente que la hagan alguna vez aquellos que, a su parecer, no lo necesitan, pues, aún dado caso que no les sea necesaria, les será de gran utilidad para quitarles toda duda o remordimiento que pudieran tener sobre sus confesiones pasadas, para concebir mayor horror al pecado y formar una resolución más generosa de enmendar su vida.

Figúrate que la confesión que vas a hacer es la última de tu vida, y hazla como si inmediatamente después tuvieras que morir.

Examen de conciencia

Pregúntate a ti mismo:

Primer mandamiento:
¿Cuánto tiempo hace que me confesé? ¿Me confesé bien? ¿Cumplí la penitencia? ¿He negado algún artículo de la fe o dudado de la verdad de ella? ¿He hablado mal de la religión u oído hablar mal de ella con gusto? ¿He publicado, vendido, comprado, leído o guardado periódicos o libros irreligiosos? ¿Los he prestado? ¿A cuántos? He entrado en alguna sociedad o secta condenada por la Iglesia, como la masonería? ¿Sé la doctrina cristiana, principalmente lo más necesario para salvarme, como el misterio de la santísima Trinidad, el de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo y que hay en la otra vida premio para los buenos y castigo para los malos? ¿He pecado o tardado en convertirme, so pretexto, de que Dios es misericordioso? ¿He obrado el mal u omitido el bien por el que dirán? ¿He faltado a mis devociones? ¿He faltado al respeto debido a las Iglesias, a las personas o cosas sagradas? ¿He recibido en pecado mortal la Comunión, la confirmación o el matrimonio? ¿He hecho acciones supersticiosas o consultado adivinos o brujas? ¿He asistido a reuniones espiritistas?

 

Segundo mandamiento:
¿He pronunciado en vano el nombre de Dios, de María o de los santos? ¿Me he quejado de Dios o de su providencia? ¿He jurado sin necesidad o con mentira? ¿He jurado hacer alguna cosa mala? ¿He blasfemado o dicho palabras injuriosas contra Dios o los santos? ¿Cuántas veces? ¿He cumplido mis promesas o votos, o he tardado en cumplirlos?

 

Tercer Mandamiento:
¿He dejado, por mi culpa de oír Misa algún día de precepto? ¿Llegue tarde? ¿La oí con atención? ¿He cuidado de que mi familia (hijos, esposo…) la oigan? ¿He sido causa de que otros no la oigan? ¿He trabajado o hecho trabajar a otros en días de fiesta sin grande necesidad? ¿A cuántos? ¿Cuánto tiempo? ¿Públicamente? ¿He cumplido con el precepto de la confesión y comunión pascual? ¿He faltado sin causa suficiente en los ayunos y abstinencias? ¿He comido carne los días prohibidos sin tener bula, debiendo tenerla?

 

Cuanto Mandamiento:
¿He honrado a mis padres y superiores? ¿Les he desobedecido? ¿He murmurado de ellos? ¿Les he faltado al respeto con malas contestaciones, con palabras injuriosas, con amenazas y hasta tal vez con malos tratamientos? ¿Les he deseado la muerte o algún otro mal? ¿Les he quitado algo contra su voluntad? ¿Los he socorridos en sus necesidades? ¿Les he proporcionado sus auxilios espirituales, sobre todo hallándose en peligro de muerte? Después de su fallecimiento ¿he pagado sus deudas? ¿He cumplido las mandas y lo ordenado en su testamento? ¿Procuro aplicar sufragios y buenas obras por el eterno descanso de su alma?

 

Quinto Mandamiento:
¿He tenido oído o rencor a alguna persona? ¿Perdono a los que han ofendido? ¿Les he negado el habla o el saludo? ¿Les he dicho palabras ofensivas? ¿He sembrado o fomentado discordia entre los demás? ¿Me he deseado la muerte a mi o a los demás? ¿Me he alegrado del mal o entristecido de su bien? ¿Me he vengado de alguno o deseado vengarme? ¿Me he encolerizado? ¿He tenido riñas? ¿He pegado o herido o maltratado a alguno? ¿Le he desafiado? ¿He atentado a su vida o a la mía propia? ¿He aconsejado mandado o prestado armas para herir a alguno? ¿He perjudicado notablemente a mi salud? ¿Me he excedido en la comida o en la bebida hasta embriagarme? ¿He tenido soberbia, pereza o vanagloria? ¿He dado mal ejemplo? ¿He enseñado o aconsejado el mal a otros? ¿He alabado el pecado de mi prójimo? ¿He impedido el mal cuando podía y debía? ¿Me he expuesto al peligro de morir sin confesión estando en pecado mortal?

 

Sexto y Noveno Mandamiento:
¿Me he complacido en pensamientos malos? ¿He deseado hacer cosas deshonestas? ¿He dicho palabras indecentes, chanzas, conversaciones o cuentos provocativos, o los he oído con placer? ¿He cantado u oído con gusto cantar canciones o leído libros obscenos? ¿He mirado objetos, estampas o figuras indecentes? ¿Las tengo, las he hecho, o vendido o enseñado a otros? ¿He usado vestidos inmodestos? ¿Me he deleitado en algún mal sueño? ¿Me he divertido con juegos indecentes? ¿He cometido acciones deshonestas a solas, conmigo mismo o con otras personas? ¿Con que clase de personas? ¿He enseñado o incitado a otros a hacer cosas impuras? ¿Me he expuesto voluntariamente a la ocasión de pecar, frecuentando malas compañías, paseos, teatro, bailes…?

 

Séptimo y décimo Mandamientos:
¿He codiciado los bienes ajenos? ¿He hurtado? ¿Cuánto? ¿Cuántas veces? ¿He restituido pudiendo hacerlo? ¿He hecho daño, o lo he mandado, aconsejado o no impedido, pudiendo y debiendo hacerlo? ¿He hecho contratos ilícitos o pleitos injustos, o prestado con usura? ¿Ayude o acompañe a robar, o participe, u oculté, o compre lo robado sabiéndolo? ¿He cobrado más de lo justo por mi trabajo o por mis mercancías? ¿He sustraído el salario de alguien que trabaja para mí? ¿He oprimido al pobre? ¿He jugado con trampas? ¿He pagado mis deudas cuando pude hacerlo?

 

Octavo Mandamiento:
¿He dicho mentiras? ¿He pensado mal del prójimo sin justa causa? ¿He descubierto algún secreto? ¿He leído sin licencia cartas dirigidas a otros? ¿He deseado la deshonra del prójimo y puesto los medios para ello? ¿He hecho perder a otros su bienestar con mi mala lengua o malos consejos? ¿He levantado algún falso testimonio? ¿He manifestado faltas graves y ocultas del prójimo? ¿He calumniado? ¿He escrito cartas o libelos infamatorios? ¿He restituido la fama que he quitado?

 

Obligaciones particulares a cada Estado.

Padres de Familias
¿He tenido el debido cuidado de mis hijos y obreros? ¿Los he educado cristianamente y confiado a maestros verdaderamente católicos? ¿Les enseñe oficio o modo honrado de vivir? ¿Les he corregido y castigado con amor? ¿He vigilado bastante sobre su conducta?¿Los hago ir a Misa, confesarse, rezar y cumplir con las obligaciones de los buenos cristianos?¿Los he tenido alejados de las ocasiones próximas de pecar, de los teatros y bailes indecentes, de las malas compañías y lecturas peligrosas?¿Les he permitido salir de noche o recogerse tarde?¿he permitido que los novios frecuenten mi casa, o se queden hablando a solas con mis hijas?¿He blasfemado o proferido palabras escandalosas delante de mis hijos?¿Les he dado buen ejemplo?¿Los he encomendado a Dios?¿Los he maldecido alguna vez?

 

Los superiores y tutores tienen las mismas obligaciones que los padres.

Hijos de Familia:
¿Amo y obedezco a mis padres y superiores? ¿Amo el retiro y el trabajo? ¿He vencido el respeto humano? ¿He ido a diversiones o reuniones peligrosas? ¿He leído libros o escritos malos? ¿He faltado al recato y a la modestia cristiana? ¿He dado escándalo en el modo de vestir, de hablar, andar o jugar licenciosamente? ¿He sido causa de que mis padres o superiores profiriesen blasfemias, maldiciones o palabras escandalosas? ¿Vivo en paz con mis hermanos? ¿Los he inducido o excitado a la desobediencia?

 

Esposos:
¿He amado y atendido a mi consorte? ¿He sobrellevado con paciencia sus defectos? ¿Le consuelo en sus aflicciones? ¿Le cuido en sus enfermedades? ¿Le he ofendido con palabras ásperas y desabridas? ¿Le he maltratado? ¿He faltado a la fidelidad o santidad del matrimonio? ¿Le he molestado con celos indiscretos?

 

El Marido:
¿Doy el sustento debido a mi familia? ¿He malgastado los bienes en juegos, embriagueces y cosas ilícitas?

 

La Esposa:
¿Cuido bien de la casa? ¿Empleo bien el tiempo? ¿No malgasto los bienes en lujo y otras vanidades?

 

Patrones:
¿Trato bien a mis trabajadores? ¿Les pago fielmente su salario? ¿Les hago cumplir con los deberes cristianos? ¿Los reprendo cuando faltan en algo? ¿Los obligo a trabajar los domingos y los días de fiesta? ¿No los induzco a cometer algún pecado?

 

Trabajadores:
¿Obedezco sin replicar a mi patrón a todo lo que no es pecado? ¿Les sirvo fielmente? ¿Cuido de sus cosas como si fueran mías? ¿Pierdo inútilmente el tiempo? ¿He dado algo en contra la voluntad de mi patrón? ¿Le he quitado o defraudado sus bienes por mi culpa o descuido?

Por el mismo orden se irá examinando cada uno según su estado, oficio o profesión. Después de haber examinado debidamente su conciencia, hará los siguientes actos.

 

Oración para después del Examen:
¡Oh Dios de infinita majestad! Aquí tienes a tus  pies al ingrato que tanto te ha ofendido, pero que ahora, lleno de confusión, te súplica le perdones, Señor, Tú no menosprecias jamás un corazón que se humillado: El corazón contrito y humillado, Dios mío, no lo desprecies. Gracias te doy por haberme guardado hasta ahora y no haberme arrojado al infierno, como lo tenía merecido, dejándome morir en pecado. Confío, Señor, que, me has esperado, perdonado en esta confesión, por los méritos de Jesucristo, todas mis culpas, de las que me arrepiento y me pesa haber con ellas merecido el infierno y perdido el Cielo; pero más que por el infierno merecido, me arrepiento con toda mi alma de haberte disgustado a Ti que eres infinita Bondad. Sí, te amo ¡oh Sumo Bien! Y porque te amo me arrepiento de todas las injurias que te he hecho. Te he vuelto la espalda, te he faltado al respeto, he menospreciado tu Divina Gracia, tu Amistad; en una palabra, Señor, me he hecho voluntariamente enemigo tuyo. Por el amor a Jesucristo perdóname todos mis pecados: me arrepiento de ellos con todo mi corazón; los odio, detesto y aborrezco sobre todo otro mal: y me arrepiento no solo de los pecados mortales, sino aún de los veniales, ya que estos también te desagradan. Me propongo mediante tu gracia, no volver a ofenderte voluntariamente. Dios mío, antes morir que volver a pecar.

 

Oración para después de la confesión:
¡Adorado Jesús mío! ¡Cuán obligado estoy! Por los méritos de tu Divina Sangre confió en que me has perdonado. Te agradezco con toda mi alma, y espero poder llegar un día a tu Reino para alabar eternamente tus misericordias, Dios mío, si hasta ahora te he perdido tantas veces, ya no quiero perderte más, propongo sinceramente cambiar mi vida. Tú te mereces todo mi amor; te quiero amar, no deseo sepárame más de Ti Prometo apartarme de las ocasiones de pecar. Concédeme la gracia de recurrir a Ti ante mis tentaciones y serte fiel hasta la muerte. Santísima Virgen María, ayúdame a perseverar.
¡Oh María! ¡Madre mía! Alcánzame un verdadero dolor de mis pecados.

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1 Comentario

  1. alberto aguilar campos

    Que buenísimo esta este examen de conciencia, hace rato que no encontraba ninguno, tan poca importancia que le han dado a la confesión y no digamos a la comunión, cualquiera va a comulgar sin confesarse, gracias por compartirlo

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