Lectio Divina: IV unidad: La práctica de la Lectio Divina en la parroquia. (ficha uno)

Lectio Divina: IV unidad: La práctica de la Lectio Divina en la parroquia. (ficha uno)

IV LA PRÁCTICA DE LA LECTIO DIVINA EN LA PARROQUIA.

Demos un paso adelante en nuestra presentación del método de lectura de la Lectio Divina. Ya conocemos sus características, particularmente su dinámica, y la manera concreta de practicarla. Ahora queremos proyectarla en el ámbito comunitario, al que hemos llamado su “lugar natural”. La Biblia es esencialmente el Libro de la Comunidad: en ella nació y a ella se dirige.

Los Hechos de los Apóstoles nos cuentan en varios episodios, cómo el anuncio de la Palabra de Dios era la semilla que generaba la fe y formaba la Comunidad (Ver. Act. 2, 41-42).. El estribillo que se repite a lo largo de la fundación de las comunidades es que” la Palabra de Dios iba creciendo”.(6,7; 12.24 y 19,29). Así coloca a la par la escucha de la Palabra de Dios y el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Iglesia. Con la práctica de la Lectio Divina en comunidad podemos actualizar esta experiencia modelo.

Nos situamos en la vida parroquial porque ésta es la expresión histórica fuerte y más próxima a nosotros de la vida de la Iglesia.

Por otra parte, la experiencia ha demostrado que la práctica de la Lectio da excelentes frutos en el trabajo de formación y animación de comunidades.

Asumiendo, todo lo dicho anteriormente, presentamos a continuación algunas sugerencias que nos pueden ayudar a practicar la Lectio Divina en comunidad, y especialmente, en el ámbito parroquial. Para ello nos inspiramos en algunas experiencias que desde hace algún tiempo se vienen realizando.

A. Organización de la Experiencia de la Lectio Divina Parroquial.

Normalmente la Lectio en el ámbito parroquial se centra en el Evangelio del Domingo más próximo al día en que ésta se realiza.

Los ministros, ordenados y laicos son conscientes de su responsabilidad en el servicio a la Palabra. Saben que esta no se reduce a la lectura y predicación dominical ni a una lectura más o menos rápida que se puede hacer en medio de una reunión pastoral. El ministerio de la Palabra exige particular dedicación, de manera que todos en la Iglesia puedan aprender a oír la Palabra de Dios que está en la Biblia y nutrir su vida con ella.

¿Pero cómo hacerlo?. He aquí varias alternativas.

1. La Lectio en la sede parroquial.

Es lo mejor para comenzar. La asume el mismo párroco u otro agente de pastoral ejercitado en la Lectio Divina.

En el día y hora escogidos, se reúnen los que lo deseen y siguen la siguiente dinámica:

• Momento de oración, invocación al Espíritu Santo.
• Proclamación del Evangelio del Domingo.
• Presentación del texto: algunas indicaciones sobre el contexto, las ideas centrales, la explicación de palabras cargadas de sentido teológico,. Etc. Máximo una media hora.
• Tiempo de silencio, unos 20 minutos, para la relectura personal y la meditación.
• Momento de compartir sobre lo que cada uno haya captado en la lectura. Habla quien quiere, se hace en 20 minutos.
• Se termina con un momento de oración en que cada uno se expresa, o se utiliza algún esquema previamente preparado. Puede coincidir con la celebración de la Liturgia de las Horas.

Algunos párrocos han manifestado lo importante que ha sido para ellos no solo el sentarse a educar a sus fieles en la lectura de la Biblia, sino especialmente, el haberlos oído expresarse a partir de la Palabra de Dios.

2. La Lectio en diversos ámbitos de la vida parroquial.

Esta es aún más eficaz que la que se realiza en la sede parroquial pues permite la participación de un mayor número de personas y porque es posible establecer relaciones más estrechas entre ellas, hecho que facilita la profundidad de la comunicación.

Los pasos pueden ser los mismos señalados anteriormente.

Sugerimos que se tengan en cuenta de manera especial:

– Las pequeñas comunidades.
– Los movimientos.
– Los equipos pastorales.
– Los grupos juveniles.
– Los equipos de servicio, etc….

Igualmente se puede aprovechar algunas situaciones pastorales como:

– La visita pastoral.
– Las reuniones de carácter personal
– Las asambleas familiares.
– Los retiros parroquiales, etc….

Lo importante es la orientación que se quiera dar que no es otra que la de promover grupos de reflexión y de acción a partir del Evangelio. Se espera que la pedagogía de Jesús penetre profundamente en el corazón y en las actitudes de los participantes preparándolos para un trabajo de evangelización que no se reduce a la mera repetición de fórmulas aprendidas, sino a la comunicación de una experiencia de unidad de fe y vida a partir de una conversión personal al Evangelio.

B. Dinámicas – modelo para la práctica Lectio Divina comunitaria en la parroquia.

Hemos presentado un sencillo esquema de Lectio parroquia . Pero, tal como se dijo al exponer la dinámica de la Lectio Divina, esta puede ser recreada según los contextos pastorales.

Ofrecemos a continuación cinco dinámicas que son otras tantas maneras de realizar la Lectio Divina en comunidad. Todas ellas proceden de diversos autores y lugares, y nos permiten valorar también la riqueza de los métodos.

Las presentamos en forma de fichas didácticas de manera que puedan servir como recurso para la preparación de la Lectio parroquial. Pero, insistimos, esperamos que sólo sean un estímulo para crear otras nuevas que correspondan a las características de cada ambiente.

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