La voz valiente del sacerdote se levanta en la asamblea: Hermanos celebren con seriedad y respeto.

La voz valiente del sacerdote se levanta en la asamblea: Hermanos celebren con seriedad y respeto.

La voz valiente del sacerdote se levanta en la asamblea: Hermanos celebren con seriedad y respeto.


Genaro Valdivia.

Al celebrar la asamblea eucarística un sacerdote después de que se proclamó la palabra (liturgia de la palabra), a punto de dar su homilía miro a los asistentes e hizo una pregunta directa a los fieles: ¿Y sí no diera sermón pasaría algo?, los fieles se miraron, no sabían que responder, con rostro serio el sacerdote volvió a preguntar: ¿creen que vale la pena que de homilía a ustedes?, ante ese silencio hablo el sacerdote: mirándolo bien es necesario que sí de homilía: al verlos con sus actitudes que tienen y después de venir observándolo por bastante tiempo puedo concluir: Hermanos, han perdido el verdadero sentido de la celebración eucarística, han dejado afuera de este templo el respeto, sobre todo muchos jóvenes que vienen a escuchar misa con actitudes dignas de reprobación: Hermanos basta, les exhorto a celebrar con seriedad y respeto nuestra santa eucaristía.

Volvió a callar y la gente se miraba extrañada, vuelve hablar y dice: madres vean a sus hijos que actitud tienen y ustedes las toleran: ¿acaso no sientes que esta recargada su cabeza de tu hija en tu hombro con actitud de flojera?, padres: ¿acaso no te das cuenta como están tus hijos sentados, todos desparramados a tu lado?, hermanos ¿por qué toleras al que está a tu lado con actitud indiferente, distraído, volteando para todos lados y todavía sonándole su teléfono?, hermanos: ¿por qué toleras a esos que platican, que están jugando juegos en los celulares, que no participan en la celebración?, cierto es hermanos que la Iglesia quiere ser para cada uno de ustedes como una madre: acogerlos, cuidarlos , formarlos educarlos, alimentarlos, guiarlos espiritualmente y que sientan útiles en la comunidad, ¿saben hermanos?, la evaluación que tengo de ustedes de forma general es un terrible 5, reprobados para que entiendan.

Otro silencio se suscitó, más sin embargo las posturas de las chicas y de los jóvenes no cambió, allí estaban con una cara de una terrible flojera, indiferencia, platicando en voz baja unos con otros, sentadas de una manera poco ortodoxa, vestidas como si fuera una pasarela a ver quién enseña más, los padres como si no les hubieran dicho nada, su mirada sobre el sacerdote que incluso se recargó en el ambón, se veía cansado y tratando de no ofender más a nuestros hermanos, y digo a nuestros hermanos porque yo me sentía feliz, claro que la Iglesia está cambiando y en ese cambio muchos se van a ir porque nunca pertenecieron realmente a la Iglesia, aun estando bautizados, pues nunca ejercieron el catolicismo, sólo lo tenían de nombre, por tradición, las madres que sólo al final, y con buena educación hicieron reproches a sus hijas de la regañada que se llevaron, claro que debo de mencionar que gran cantidad de los 250 que estaban en la asamblea o sea en misa celebraban como debe de ser: con respeto, atención, participación y seriedad, sabían lo que estaban celebrando, el gran banquete de nuestro Señor Jesús, respondiendo cual debe de ser en cada parte de la misa según avanzaba.
Vuelve hablar el sacerdote y nos dice: Hermanos, nunca me sentí tan triste como el día de hoy, han convertido la casa de Dios en una verdadera reunión pagana, sin temor, sin saber que es sagrada nuestra eucaristía, responden mecánicamente, no saben que el que congrega es Cristo nuestro Señor, que su presencia real está presente, que le creemos a su palabra y muchos le contestan a su palabra por compromiso, que oramos el credo sólo por rutina y que sabemos que somos Iglesia todos, pero no nos integramos., ni nos sentimos parte de ella, lo triste es que yo y muchos sacerdotes hemos cooperado para ello, aceptando constantemente tales actitudes que devalúan nuestra celebración, que dan risa y lo hace grotesco, hermanos sería mejor que si no quieres venir a misa por convicción y no por obligación no vengas, que si quieres asistir es porque amas a Cristo y no para sentirte que has cumplido el precepto de misa, no asistas, que te confiesas por calmar tu conciencia y no porque quieras ser una persona diferente, nueva, no cometas sacrilegio; que vienes porque tus padres te obligan , pero que no sabes ni que estas celebrando joven quédate en tu casa, no eches a perder a los demás, todos estábamos atónitos, ¿qué le pasa a este sacerdote?, de pronto se oyó un aplauso y siguieron unos más y más, vaya que esa voz, esas palabras hacían falta, la valentía de ese sacerdote hacía falta en la asamblea, muchos sacerdotes que se atrevían a denunciar estos hechos y acontecimientos, fueron reportados por fieles ofendidos, indignados y fieles que sirven en el altar, que pena y vergüenza y más por el párroco que les cree más a unos hombres y mujeres que han convertido la casa de Dios en su trono, que a sus vicarios; queridos hermanos, ojala que estas acciones de los sacerdotes sean el comienzo de una renovada Iglesia en todos los sentidos, que recobremos la santidad de la celebración del sacrificio y que vivamos con Cristo el mejor banquete de nuestra vida, que nos unamos en una comunión como miembros de una sola Iglesia, claro que debo señalar que esta renovación sea con prudencia, con discernimiento para no llegar a los extremos, donde se convierta en una Iglesia y sacerdotes dictadores y retroceder lo avanzado, todo será mejor si nos dejamos conducir por el mismo Cristo como pastor.

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