Consagrando las dos últimas horas de nuestra vida a la Santísima Virgen. Rev. Fr. Ildefonso M. Izaguirre. O.P.

Consagrando las dos últimas horas de nuestra vida a la Santísima Virgen. Rev. Fr. Ildefonso M. Izaguirre. O.P.

Consagrando las dos últimas horas de nuestra vida a la Santísima Virgen

 

Postrados a vuestros pies, y humillado por mis pecados, con plena confianza acudo a Vos, ¡Oh María! Os ruego aceptar la petición que mi corazón os viene a presentar, por los últimos momentos de mi vida. Madre querida, deseo pedir Vuestra protección y maternal amor. A fin de que, al instante decisivo, hagáis todo cuanto Vuestro Amor os sugiera en mi favor.

A vos, oh, Madre de mi alma, consagro Las últimas dos horas de mi vida. Apresuraos  a mi lado, y recibid mi último suspiro. Y cuando la muerte haya  destrozado el hilo de mis días, presentar mi alma a Jesús, diciéndole “Yo la amo”, esa única palabra Vuestra, bastará para asegurarme la bendición de Dios, y la dicha de contemplaros por la eternidad.

 

¡Oh Madre y Esperanza mía! En Vos confió. Y mi confianza no será en vano.

¡Oh María! ¡Rogad por Vuestro hijo y conducidle a Jesús! Amén.

“Abandonar a la Madre es un solo paso de abandonar al Hijo”

 

Rev. Fr. Ildefonso M. Izaguirre. O.P.

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