1a lect. del libro de la Sabiduría 3,1-9. Martes 5 de Febrero de 2013. Festividad de San Felipe de Jesús (Arquidiócesis de México).

1a lect. del libro de la Sabiduría 3,1-9. Martes 5 de Febrero de 2013. Festividad de San Felipe de Jesús (Arquidiócesis de México).

1a lect. del libro de la Sabiduría 3,1-9. Martes 5 de Febrero de 2013.

Festividad de San Felipe de Jesús (Arquidiócesis de México).

“LOS ACEPTÓ COMO HOLOCAUSTO”.

Las almas de los justos están en las manos de Dios y ningún tormento podrá alcanzarlos.
A los ojos de los insensatos están bien muertos y su partida parece una derrota.
Nos abandonaron: parece que nada quedó de ellos. Pero, en realidad, entraron en la paz.
Aunque los hombres hayan visto en eso un castigo, allí estaba la vida inmortal para sostener su esperanza:
después de una corta prueba recibirán grandes recompensas.
Sí, Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él.
Los probó como al oro en el horno donde se funden los metales, y los aceptó como una ofrenda perfecta.
Cuando venga Dios a visitarnos, serán luz, semejantes a la centella que corre por entre la maleza.
Gobernarán naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre.
Los que confiaron en él conocerán la verdad, los que fueron fieles en el amor permanecerán junto a él.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.

Acerca del autor

Temas relacionados

0 Comentarios

  1. Fray Flaminio Benitez Ortiz

    Según el Libro de la Sabiduría,
    el sabio es justo y el justo es sabio.
    Todo el libro se dirige a los reyes,
    a los gobernantes de las naciones.
    Tiene como finalidad educarlos en la justicida,
    educarlos para que aprendan y practiquen la justicia,
    que practiquen la rectitud en el arte de gobernar.
    Los que actúan según la sabiduría de la justicia,
    tienen un sentido de vida: la inmortalidad,
    franquear el límite de la muerte e ir a la vida
    siempre abierta, siempre posible, y totalmente plena,
    es el sentido existencial del hombre que vive en la justicia.
    Dentro de este libro, el capítulo tres, desde la conforntación
    de la vida del justo y de la vida del impío,
    presenta el destino dicho y fecundo del justo-sabio
    en los primeros nueve versículos.
    En el fondo, me dice, te dice, nos dice…
    Si eres sabio, tu vida está segura, está afirmada
    de donde no va a caer, pues está en las manos de Dios,
    y nadie la puede tocar. No temas ni te atormentes.
    Dios es tu sostén, aquí en el mundo,
    y seguirá siendo en tu vida participante de Dios.
    Si prácticas la justicia, no temas la muerte;
    ni te turbes, si los que no creen en el Dios de la vida,
    se ríen de ti, y crean que la muerte es lo último del ser humano.
    No te preocupes, si te dicen que el hombre es un “ser para la muerte”,
    que la partida de este mundo es la destrucción final.
    No hagas caso de ellos, porque sólo el Dios de la vida sabe
    lo que viene depúes; lo que Él prepara para ti, más allá
    de los ojos derrados de los incrédulos de este mundo…
    No temas, sólo confía y espera en Dios, que trae en su manos
    el colmo de la esperanza que nunca defrauda, cuando el hombre espera.
    Siente la paz en tu alma, y abre tu corazón, que recibirás con alegría
    los beneficios de tu fe, la sobreabundancia de lo que esperas.
    La prueba de la vida en este mundo no es la frontera definitiva.
    Ofrécela como un sacrificio, un quehacer sagrado, de alabanaza.
    Y cuando Dios te visite, brillarás con los justos en la gloria inmarcesible.
    Allí, comprenderás la verdad que has vivido, verás floreciendo tu justicia.
    Allí, descubrirás la misericordia y la gracia de Dios.
    Allí, vivirás en el amor y cosecharás en plenitud el fruto de tus obras.
    Allí, tambén, verás los inútiles esfuerzos de los impíos.
    Allí, no te arrpentirás de tus actos ni de tu vida.
    Allí, será serás eternamente… justo-sabio y feliz.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.