¿Quién dice la gente que soy yo? Parte 4.

¿Quién dice la gente que soy yo? Parte 4.

¿Quién dice la gente que soy yo? Parte 4.


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Seguimos en el apasionante menester de ir penetrando en nuestra fe; es inevitable dar gracias a Dios por suscitar este año de la fe en nuestra Iglesia; el Papa Francisco, intensificando la parte doctrinal, es quién está consciente de la necesidad de formar a los católicos. Vamos empezar está parte cuarta con un tema de bastante polémica, no porque nosotros no lo entendamos, sino lo que otros quieren que creamos los católicos, nosotros tenemos nuestros dogma de fe bien cimentados desde hace 2000 años y no estamos equivocados.

No tratamos de darle explicación al mundo musulmán o al judío ó en su defecto a los demás del mundo, se trata de que usted hermano mío no dude y no se deje perturbar de ideas erróneas, equivocadas y hasta mal intencionadas que le golpeen su fe y vamos a empezar con este importantísimo punto:

Jesús no fue crucificado.

¿No le da risa está idea totalmente distorsionada que tienen del catolicismo y cristianismo?; ¿Jesús no murió crucificado?, ¿moriría en él azotamiento? Cfr. Mc 15, 15. El punto parece inocente, pero es el más peligroso para nuestra fe, así es que trataremos de profundizar en él.

El judaísmo lo admite que Jesús murió por ser falso profeta, pero lo más importante es por haberse proclamado hijo de Dios (checar evangelios sinópticos en sus partes finales) y tantas excusas más, que murió en la cruz.
Hch 2:23 a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos.

Para el musulmán, Jesús no fue crucificado, otro murió en su lugar y esto está en diferentes webs musulmanas y usted puede decir, pero esto no es el consenso general de todos los musulmanes “cierto”, pero estás webs destrozan la fe cristiana y son miles y millones de gente que navegan en la red y atraídos muchos por la curiosidad pueden caer en estas páginas que erróneamente publican estás deducciones propias. Fantasías del pensamiento humano.

Ellos dicen: “No murió crucificado” pero… “hay una ascensión y el Corán lo ve así:”

Pero cuando Jesús percibió su incredulidad dijo: ” ¿Quiénes son mis auxiliadores en la vía que lleva a Dios?” Los apóstoles dijeron: ” Nosotros somos auxiliares de Dios. Creemos en Dios; ¡sé testigo de nuestra sumisión! ¡Señor!, creemos en lo que has revelado y seguimos al Enviado. Inscríbenos, pues, entre los que dan testimonio. ” E intrigaron y Dios intrigó y Dios es el mejor de los que intrigan. Cuando Dios dijo: “!Jesús! Voy a llamarte a Mi, voy a elevarte a Mí, voy a librarte de los que no creen. Y haré que tus seguidores estén por encima de los incrédulos, hasta el día de la Resurrección. Luego, volveréis a Mi y decidiré entre vosotros sobre aquello en que discrepabais. En cuanto a los que no creen, los castigaré severamente en esta vida y en el Más Allá. Y no tendrán a quienes les auxilien.» (3:52 56.)

¿Usted qué opina?, ¿Jesús murió en la cruz, no fue crucificado?
¡Ni dudes!: “murió en la cruz, ¡fue crucificado!”
Luc 24:46 y les dijo: “Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día. ¿En dónde está escrito esto? En la sagrada escritura de Dios, en la santa escritura tan amada por los judíos y desde luego por el musulmán: Jn 19:15 Ellos gritaron: «¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!» Les dice Pilato: ¿A vuestro Rey voy a crucificar? Replicaron los sumos sacerdotes: «No tenemos más rey que el César. Esto lo pidió el judío o ¿entonces quién murió, o a quién crucificaron?, ¿algún otro discípulo en lugar de Jesús?, por qué los musulmanes creen en la ascensión.

No vaya usted a pensar que el que murió en la cruz fue el cirineo, o Tomás llamado el mellizo por su parecido increíble con el Señor Jesús o son inventos de los discípulos que murió en la cruz: Mc 15:37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró. Veamos unos conceptos de los versos citados en el Corán que muestran a un Jesús a merced del mundo:

(1) El Corán citó en los anteriores versos (3, 52-56): “creemos en lo que has revelado y seguimos al Enviado”. ¿No es contradictorio que el Corán tenga estas palabras escritas y no crean en Jesús como el salvador?, observe: Creemos en lo revelado, entonces… ¿a qué jugamos?.

(2) Cita nuevamente el Corán: Cuando Dios dijo: “!Jesús! Voy a llamarte a Mi, voy a elevarte a Mí, voy a librarte de los que no creen. ¿Usted cree que Jesús sufría mucho porque no le creían?; ¡No!, Jesús tiene una misión: dar la salvación y muere por cada uno de nosotros, se cumple la salvación: Heb 1:3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra Jn 4, 34 (obra-salvación).

(3) Este tercer punto es el de mayor problema: hasta el día de la Resurrección. Luego, volveréis a Mi y decidiré entre vosotros sobre aquello en que discrepabais.
¿De cuál resurrección habla sí no muere Jesús?, o ¿murió de viejo Jesús y en la cama?, ¿murió en apariencia?, no hay resurrección sino hay muerte. ¿No le parece ilógico?, sí Jesús no murió en la cruz o simplemente no murió entonces, Dios sería mentiroso, sería imperfecto porque engañó a los hombres, sería Alá alguien que juega con los hombres haciéndolo vivir acontecimientos falsos. ¡Nooo!, ¡ni lo imagine!; Jesús murió y lo expresa Pablo: Rom 6:9 sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él. La muerte de Jesús pago el pecado, se saldó la deuda del pecado y nos liberó del pecado, oiga hermano: “pero seguimos pecando”. Ese es el problema que no hemos tomado en serio la salvación por esa razón yo puedo decir lo que quiera al fin que a la gente ni le importa eso: Rom 6:10 Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Dios.

No murió Jesús no hay salvación.

El Corán es respetado por los católicos, la sagrada escritura del judaísmo 39 libros son respetados, y sí el mismo Corán revela una interpretación errónea ¿fallará Alá?:

Y por su incredulidad y por haber proferido contra María una enorme calumnia, y por haber dicho: “Hemos dado muerte al Mesías a Jesús, hijo de María, el Enviado de Dios”.. Realmente, no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, están sumidos en la duda. No tienen conocimiento de ello, no siguen más que conjeturas; pues ciertamente no le mataron, sino que Dios lo elevó a Sí, Dios es Todopoderoso, Omnisciente. Entre la gente de la Escritura no hay nadie, antes de morir que no creyera en él (Jesús), y el Día de la Resurrección será testigo contra ellos.» (4:156 159.)

Esto es lo que está en juego, todo el presupuesto cristiano el musulmán lo quiere despedazar diciendo que no murió. “Error”, “reprobado”. “¡Murió!”. Vana es nuestra fe sí no ha resucitado o ¿simple apariencia?

(a) Aquí es donde adquiere mayor importancia el que Jesús haya muerto crucificado: “el pago del pecado”, no había digno alguno en la tierra para expiar el pecado, la agresión a Dios por el pecado “nadie digno” a cual más tenemos cola que nos pisen, ni los santos eran capaces de expiar siquiera los pecados de los demás hombres, menos el suyo, pues Cristo es quien pago por su sangre la deuda del pecado, por eso una de las tradiciones católicas dice: “Me cubro con la sangre preciosa de nuestro Señor Jesús” es la única que tiene valor, esa sí vale, tiene valor absoluto, la mía, la suya no vale nada para expiar los pecados; ¿usted cree que tanta sangre derramada en oriente por la fe, pueda haber un hombre digno para pagar con su sangre, toda aquella sangre? ¡Nooo!, ni lo sueñe. Por esa razón el autor del libro de hebreos proclamó con ardor: Heb 10:4 pues es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados. Israel mató cantidad incalculable de ovejas y animalitos por el pecado y ¿para qué?, para nada. Año tras año de nada sirvió, tanto peregrinar para ofrendar: “de nada sirvió”, la única sangre de valor del justo es la de Jesús: “tres veces santo, santo y santo.” Juan evangelista tiene la revelación del libro del apocalipsis y la dignidad humana no ha cambiado en cuanto al valor salvífico, nadie podía pagar el pecado a no ser Jesús: Apo 5:2-5 Y vi a un Ángel poderoso que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y soltar sus sellos?» Pero nadie era capaz, ni en el cielo ni en la tierra ni bajo tierra, de abrir el libro ni de leerlo. Y yo lloraba mucho porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro ni de leerlo. Pero uno de los Ancianos me dice: «No llores; mira, ha triunfado el León de la tribu de Judá, el Retoño de David; él podrá abrir el libro y sus siete sellos.»

(b) Juan bautista dijo con valentía: “he ahí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” Jn 1, 29. “Sí nos dejamos llevar por lo que dicen los musulmanes estamos fritos: porque no ha habido entonces salvación, no murió Jesús según ellos”, antes de morir se lo llevo Dios, y otro murió en su lugar, el Corán no lo especifica quién fue el que murió. Entonces… ¿a qué vino Jesús?, ¿a un tour por la tierra?, ¿a interceder por sus hermanos?, ¿usted cree que Jesús lloraba porque no le creían y quería ser rescatado? Jn 6:67-69 Jesús dijo entonces a los Doce: “¿También vosotros queréis marcharos?” Le respondió Simón Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”

Ahora bien, la salvación por parte de Cristo Jesús ya se ha dado, crea o no crea usted, y nuestra Iglesia católica sabiamente ha afirmado en el catecismo palabras tanto para el judío, como para el musulmán y para el mundo:

597 Teniendo en cuenta la complejidad histórica manifestada en las narraciones evangélicas sobre el proceso de Jesús y sea cual sea el pecado personal de los protagonistas del proceso (Judas, el Sanedrín, Pilato), lo cual solo Dios conoce, no se puede atribuir la responsabilidad del proceso al conjunto de los judíos de Jerusalén, a pesar de los gritos de una muchedumbre manipulada (Cf. Mc 15, 11) y de las acusaciones colectivas contenidas en las exhortaciones a la conversión después de Pentecostés (cf. Hch 2, 23. 36; 3, 13-14; 4, 10; 5, 30; 7, 52; 10, 39; 13, 27-28; 1 Ts 2, 14-15). El mismo Jesús perdonando en la Cruz (cf. Lc 23, 34) y Pedro siguiendo su ejemplo apelan a “la ignorancia” (Hch 3, 17) de los judíos de Jerusalén e incluso de sus jefes. Menos todavía se podría ampliar esta responsabilidad a los restantes judíos en el tiempo y en el espacio, apoyándose en el grito del pueblo: “¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!” (Mt 27, 25), que equivale a una fórmula de ratificación (cf. Hch 5, 28; 18, 6):
Tanto es así que la Iglesia ha declarado en el Concilio Vaticano II: «Lo que se perpetró en su pasión no puede ser imputado indistintamente a todos los judíos que vivían entonces ni a los judíos de hoy […] No se ha de señalar a los judíos como reprobados por Dios y malditos como si tal cosa se dedujera de la sagrada Escritura» (NA 4).

Podemos concluir:

Jesús, el cordero de Dios murió en la cruz y pago con ello la deuda contraída por el pecado, justifica ante Dios al hombre para que pueda ser digno de crédito de dignidad; su redención es plena fue por la humanidad para que el que crea en el no perezca; Jesús es levantado en la cruz y da plenitud a la serpiente de bronce del desierto que quién la miraba sanaba: Num 21:8 Y dijo Yahvé a Moisés: “Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá.” Jesús está levantado en plenitud el que crea en él se salvará: Rom 10:9 Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. El católico no anhela la salvación porque ya se la dio Jesús ahora queremos mantener esa salvación para que el pecado que es el único que priva, el único, que obstaculiza, el único que aleja del amor de Dios y de la salvación. Piense: ¿si no murió Jesús?, ¿de qué tenemos gloriarnos?, de nada. Por eso decimos como Iglesia: “Esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos en profesar en Jesucristo nuestro Señor amén” (Proclamación en nuestra santa eucaristía). Recurde una cosa más: el Corán fue escrito cuando oficialmente el cristianismo era la fe oficial del imperio romano, había muchos ataque en los dogmás de fe y hoy siguen tratando de hacer caer nuestra fe.

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