Vayan y evangelicen a mi pueblo Mc 6, 7-13.

Vayan y evangelicen a mi pueblo Mc 6, 7-13.

Vayan y evangelicen a mi pueblo Mc 6, 7-33.


dos
El evangelio según San Marcos desarrolla la tesis presupuestal de la fe católica y cristiana, la iglesia primitiva lo entendió perfectamente y cumpliendo el mandato anunció sin demora el anuncio de la buena nueva a sus hermanos y al mundo entero, las condiciones de cómo debían de hacerlo llaman la atención. Para desarrollar este pequeño comentario citamos el texto en su total y posteriormente se harán las observaciones pertinentes:

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

El evangelista Marcos comienza este pasaje citando que Jesús ha llamado a los doce discípulos para enviarlos a predicar de dos en dos, ahora en trabajo apostólico, seis grupos ha formado y el lugar de trabajo seguramente es Galilea. La técnica de Jesús es llevar el mensaje a mayor cantidad de gente, en pequeños grupos el anuncio es discreto pero efectivo porque no levanta alboroto.

Parece ser que Mateo radicaliza su texto indicando que solo a las ovejas pérdidas de Israel, Marcos por el contrario parece que va preparando el anuncio extra-Palestina. Es muy loable la manera de enviar como precursores a sus discípulos a abrir el camino de su mesianismo, su presencia ya constante en la región empieza a dar frutos. En pequeños grupos que no levantasen tanto ruido o un fervor incontrolable de las masas más oprimidas, marginadas y sufrientes que son a las que más se dirige.

Autoridad les da.

Hoy en la iglesia se planea la manera de como anunciar el evangelio, preparar a los predicadores, el mensaje preciso a anunciar, la técnica a aplicar y una gran cantidad de puntos a precisar. Jesús, da lo más importante: “su autoridad”, “el poder espiritual”, el predicador actual busca que Jesús lo unja con su Espíritu santo para que lleno de ese poder las palabras penetren como espada de doble filo en los corazones de los oyentes. ¿Alguna vez ha experimentado la autoridad de alguien que habla?, hay un silencio, una atención a las palabras que brotan de él; aquellos discípulos tienen ese poder, autoridad y sus palabras calarán, alentarán, darán esperanza, amonestarán, pero no solamente la autoridad de la palabra les ha dado sino la autoridad sobre los espíritus impuros rebeldes que buscarán a toda costa evitar la obra.

Hoy en día parece que este punto no es tan importante, pero el diablo sigue actuando y más para ser obstáculo de la escucha de la palabra. Ellos van a liberar a hombres y mujeres afligidos por estos espíritus impuros que se manifiestan en un descontrol de las pasiones, en una apatía a la palabra, el sueño, la negligencia para escuchar a Dios y se necesita liberar la persona de estos espíritus.

Con austeridad corporal.

Uno de los puntos que más llama la atención es la forma de enviarlos a sus discípulos, les pone la condición de no llevar cosas elementales que a flor de piel son indispensables como el pan, el vestido, dinero, alforjas, solo permite un bastón y sandalias; literalmente a muchos nos incomodaría este punto, sin embargo, hay misioneros que solo van con lo más elemental y dan testimonio de que no necesitaron nada, que hubo gente que les fue dando lo necesario. Una observación más lógica sería que esta misión es muy sencilla, no va a ser por muchos días, es a pueblos cercanos, de dos en dos se ayudan mutuamente, hay más confianza y la visualización al momento de anunciar se puede agudizar por los dos.
En retiros actuales de la iglesia que duran dos días, puedes prescindir de la comida, de un vestido muy formal, de bañarte, de ver televisión o ir a algún lugar favorito, el sacrificio no es mucho pero hay hombres y mujeres que sí no se bañan no pueden salir, que sí no se maquillan o van formalmente vestidos se sienten incomodísimos, que si no se come a sus horas no ésta a gusto, el calor o el frio los pone de mal humor, y sí no hay una recompensa pues parece tiempo perdido.

Otros comentaristas citan que los predicadores helenistas se proveían de toda clase comodidades y por eso el evangelista Marcos trata de evitar esa manera tan superflua de ir a una misión, e incluso Mateo al estilo anacoreta dice que “sin sandalias”, ¿descalzos?, la ascesis es más dura.

Los temas de predicados.

La parte moral es muy importante en la vida judía regulada por la Torá, el mal comportamiento, el desinterés y esa carga excesiva de la ley impide que mucha gente sea leal a su comportamiento. La conversión es el tema principal que anuncia Marcos, Marcos sí recordamos escribe o dirige principalmente su evangelio a los romanos, que distan sí son paganos de una moral totalmente distinta del judío, sin embargo aunque Juan el bautista ya anuncia esa conversión esto se une a un elemento más, no puedes ofrecer solo conversión, debe haber una motivación para convertirse y es aquí donde varios comentarista y en apoyo de sus hermanos sinópticos, asocian el tema del reino de Dios, quizá es el que vale la pena, hay una recompensa a quien quiera cambiar “metanoía”.

Sanen enfermos y expulsen demonios.

Un elemento más de motivación a esa invitación de conversión y de creer que el mesías ésta llegando es sin duda la sanación corporal de muchos dolidos, sufrientes, muchos enfermos que en su pobreza no pueden sanar y en su parte moral se sienten culpables de sus males por pecadores. Al estilo antiguo los apóstoles ungían con aceite a los enfermos, un aceite medicinal para muchos pero Jesús dio poder de “taumaturgos” y los apóstoles lo usaron sin levantar tanto fanatismo pero con gran poder sobrenatural.

La iglesia actualmente asiste a sus enfermos con la unción de los aceites y oleos que va a la tradición pero a la confianza de esa sanación de esos sacramentales que en sí tienen su beneficio sacramental.

Un lugar para hospedarse.

Jesús recomienda busquen una casa digna para hospedaje y que ahí se queden hasta marcharse, una casa que acepte primero la palabra, una casa que tenga esperanza de salvarse, una casa temerosa de Dios, ¡piadosa!; muy al contraste de la que no quiere aceptar la palabra de Dios, aquellos arreados para aceptar las palabras de salvación, aquellos que no aceptan la paz de Dios, aquellos que hasta blasfeman del anuncio. Jesús recomienda en son de protesta sacudirse el polvo de aquella tierra, echarles su culpa en cara, en protesta los judío rasgaban sus vestiduras y dependiendo de esa protesta empezaban por un lado especial del vestido, aquí ni el polvo es grato, que carguen con su culpa.

Conclusiones:

Hoy podemos concluir que la misión sigue vigente para todos, de dos en dos puede ser el matrimonio a su familia, con sus conocidos, amigos; el Papa Francisco motiva a ir e incluso en chanclas, anunciar esas palabras de vida; ciertamente habrá muchos que no querrán escuchar, ciertamente unos ignorarán y se burlarán de su anuncio sin embargo, el mismo Señor ha motivado y expresado a que escuche el que tenga oídos.

En cuanto a tratar de los demonios, este apartado merece tratarse por separado y desde luego lo de la misión matrimonial; la providencia de Dios es tan especial que tiene una cantidad de maneras inimaginables para dar el sustento, máxime sí se dedica anunciar la palabra; al profeta Amós le dijeron: “profeta vete a Judea a ganarte el pan”. Anunciar el reino tiene como ganancia grandes dividendos y Dios no se queda corto.

Hoy podemos pedir a Dios nos dé oídos para escuchar sus palabras y creer en las obras que podemos realizar, los milagros que Dios concede se alejan del hombre por incrédulo, sin embargo ¡existen!, la sanación del alma, y corporal puede ser verdad sí se cree en ese poder que Jesús extiende a quién cree en él. Gozar de la asistencia sacramental es de vital importancia, ganar eses dones sacramentales implica solo vivirlos pues ya son una realidad. Enseñar a los hijos a anunciar la fe que profesan es toda una virtud que traerá grandes beneficios a un hogar, motivar a que den testimonio será premio para los padres.

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