La opción por Jesús es exigente pero recompensa al final. Mt 10, 37-42

La opción por Jesús es exigente pero recompensa al final. Mt 10, 37-42

La opción por Jesús es exigente pero recompensa al final. Mt 10, 37-42

Comentario al evangelio.



Nuestra asamblea eucarística se viste de gala al estar reunidos los católicos como hermanos, festejando con Jesús, la decisión que tuvo de ofrecerse por la humanidad y con su palabra, nos recuerda principios básicos de adhesión, que conllevan a una pertenencia más estrecha con él y su santa Iglesia, lo que se goza con él como una mera recompensa. Para el comentario de este pasaje lo citamos todo en su contenido y posteriormente se harán los comentarios más convenientes:

Mt 10: 37 Quien ame a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; quien ame a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí.
Mt 10:38 Quien no tome su cruz para seguirme no es digno de mí.
Mt 10:39 Quien se aferre a la vida la perderá, quien la pierda por mí la conservará.
Mt 10:40 El que los recibe a ustedes a mí me recibe; quien me recibe a mí recibe al que me envió.
Mt 10:41 Quien recibe a un profeta por su condición de profeta tendrá paga de profeta; quien recibe a un justo por su condición de justo tendrá paga de justo.
Mt 10:42 Quien dé a beber un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por su condición de discípulo, les aseguro que no quedará sin recompensa.

La palabra santa la podemos dividir en dos partes para un mejor entendimiento (1) V. 37-39 la opción por Jesús; (2) V. 40-42 la recompensa a al actuar como cristiano.

Antes de comenzar: sólo recordamos que este capítulo empieza con el envío de los doce a predicar, a misionar, Jesús les advierte que la tarea no será nada fácil y encontrarán grandes peligros, pero la razón fundamental para anunciar el reino, parte exactamente de los que vamos a comentar en este momento.

Es importante notar que 5 veces inicia el verso con la palabra “Quien” y el versículo 40 utiliza a “el”, por tanto abre la posibilidad de que cualquier persona que lo haga, cumple y recibe los beneficios que se proclaman, a la vez, se permiten ir distinguiendo los discípulos de Jesús por su actuar, respuesta positiva al aceptar a su persona y el mensaje.

V. 37-39 La opción por Jesús.

Hoy el mundo ofrece muchas alternativas para vivir la vida, modelos de inspiración, ejemplos de vida, enormes cantidades de publicidad, entornos culturales audiovisuales, pero hay algo que conserva su esencia, su raíz natural desde hace casi 2000 años y esa es: “la opción por Jesús”, se mantiene intacta a pesar que muchos católicos quizá la han contaminado con modismo de otras formas de vida, pero esa opción por Jesús mantiene su normatividad y frescura.

Hace 2000 años para adherirse a Jesús era necesario amarlo más que a su padre, madre, esposa e hijos, era necesario que no hubiera elementos que obstaculizarán el anuncio del reino, la misión exigía dejarlo todo, el misionero tenía que viajar ligero, pero no era raro lo que exige Jesús, escritos rabínicos hablan de ir primero por su maestro que por su padre, ejemplo: sí el maestro y padre cargan en su hombro una carga determinada, era normal que ayudarán al maestro primero a bajar su carga y luego la del padre, era importante el maestro por eso querían vivir como él, permitían los padres que se fueran a vivir con el maestro, llegando amarlo y reproducir su forma de vida.

Hoy quizá parezca absurdo, pero es lo mismo, sí nos dedicamos más a las cosas del mundo, a nuestras cosas personales, a nuestro bienestar, a lo que nos genera interés personal, nos olvidamos de Dios, Jesús ocupa una parte de nuestra vida, pero no es nuestra vida, en cambio, Jesús es nuestra vida cuando está en primer lugar, de forma natural “el hombre de Jesús”, el que le pertenece, dedica todo a Jesús, atiende primeramente lo de Jesús, no lo de él o de sus seres amado, puede que le parezca loco, pero es fácil de entender: “alguien dice que es un hombre de Dios”, cuando reflejan a Dios, cuando nos encargamos de nosotros reflejamos al hombre mundano. Para ser un hombre de Dios, debemos de ser reflejo de todo lo que es Dios, por eso, un “hombre de Jesús”, tiene la prioridad con Jesús.

Solo así, podemos entender el siguiente versículo, ya que sí Jesús es primero, por él, también asumo sus desafíos y retos: 38 Quien no tome su cruz para seguirme no es digno de mí. La cruz la asociamos solamente con sufrimiento, pero tomar la cruz significa la forma de vida que Jesús exige, al elegir ser bautizados en Jesús ya tenemos una cruz en un comportamiento natural como el actúa, , exige vivir el catolicismo que muchos solo observamos de manera superficial, nos manda actuar conforme a sus principios eso es una cruz y tener caridad con los hermanos aunque nos cause dolor es también tomar la cruz, pero… esa cruz redime a otros, tomando la cruz trae a otros muchos beneficios que Jesús a través de ella nos ha dado, a tal grado de morir por nosotros. Tomar la cruz nos invita a madurar, a ofrecer todo e incluso lo adverso como la muerte, es parte natural, tenemos que morir, pero nos aferramos a la vida.

Este siguiente versículo asocia palabras muy profundas: 39 Quien se aferre a la vida la perderá, quien la pierda por mí la conservará. Se discute este versículo de su significado, se dice que conservamos nuestra vida cuando cuidamos la salud, al asegurar nuestro porvenir teniendo x cantidad de dinero, asegurando nuestros bienes, fortaleciendo nuestra casa, dándoles estudios a nuestros hijos, invirtiendo en medidas de seguridad, utilizamos el dicho popular que dice Dios: “ayúdate que yo te ayudaré” o la teología de la prosperidad que desecha sufrimiento, pobreza, enfermedad porque Dios no lo manda, en sí, no es que este mal, pues lo que hace el hombre actual, quiere tener el dominio de todos los elementos y los que no puede los trata de dominar por medio del ocultismo, la adivinación, los astros, consulta a los muertos, invocaciones etc.

¿Qué sería entonces perder la vida por Jesús?, es aquel hombre que trabaja para su reino, que se da a los demás, que trabaja para la Iglesia de Jesús, que cumple su voluntad, que la vida espiritual la cuida más que lo material, que antes que todo lo material esta Jesús, aquel que da testimonio de Jesús aunque le cause dolor, cuando se abandona al cuidado y confía en Dios, eso no significa que se haga un atenido o un flojo, trabaja, pero también en un ministerio en la Iglesia, tiene esposa, pero tienen hermanos que no son de sangre., puede que no nos guste, pero perder la vida por Jesús tiene mejor sentido que vivir atormentados tratando de conservarla.

V. 40-42 la recompensa a al actuar como cristiano.

Podemos tener presente que las obras no salvan y que todo es misericordia de Dios, pero… no podemos tener esa mentalidad cerrada, pues las obras son el reflejo de que Jesús vive en mí y sí hay que perder la vida por Jesús, se puede morir, con acciones que beneficien a otros y ayuden a instaurar el reino de Dios, por tanto la motivación de una recompensa, es muy alentadora, da mayor certidumbre de ganar la vida eterna.

“El que los reciba”, “él que de un vaso de agua a un pequeño”, “el que aloje a un profeta”, “el que reciba a un justo”, su premio es el valor de lo que hace: “premio de profeta y justo”, recibirles a ustedes, el premio es Jesús y al Padre, el que de agua a un pequeño gana vida para la vida terna. No es fácil hoy en día seguir a Jesús, hay tantas trampas para hacer caer al cristiano, que cada día son más escasos, sin embargo, estas acciones deberían de ser un comportamiento de un católico, no es necesario porque sería el reflejo de cuanto aman a Jesús.

Conclusiones:

La preferencia por Cristo Jesús sobre todas las cosas la podemos resumir así: nuestro padres nos dieron la vida y nos enseñaron a vivir, a conservarla, a cuidarla, pero Jesús nos enseña como llegar a la plenitud y a ganar la vida eterna, por tanto, está el maestro antes que el padre.

Oramos para que lo que hoy se ha analizado, se de en la práctica, que las acciones nos hagan ver como un “hombre de Jesús”, que estás gracias de Dios las aprovechemos hasta por nuestro bienestar. Que nuestra oración matutina sea para invitar al Espíritu santo a que nos enseñe a tener como prioridad a Jesús y todo lo demás giren como perímetro alrededor de él.

Que nuestro testimonio sea real para decir a la gente que Jesús está vivo y que sus promesas continúan vivas para todo “el que” quiera las alcance.

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