Aquí estoy Señor, dispuesto a participar de tu Santa Misa.
Quiero ganar todas las Gracias que en ella me das.
Que sepa corresponder con mi conducta a tantos beneficios como he recibido de Ti
Dame los sentimientos que debería haber tenido en el Calvario, si hubiera asistido al sacrificio sangriento de tu Pasión.
Oh, Jesús mío, me uno a todas las misas que se celebran en el mundo, ofreciéndolas con las intenciones de tu Sagrado Corazón y por las intenciones del Inmaculado Corazón de Nuestra Madre Santísima.
También te pido que reserves para mí de cada misa una gota de tu preciosísima Sangre para satisfacer por mis pecados y por el castigo que ellos merecen.
Concédeme por los meritos de cada Misa la libertad de las penas de un alma del Purgatorio.
Concédeme la conversión del pecador.
Concédeme que un alma en las angustias de la muerte obtenga misericordia.
Concédeme que participando del Banquete Celestial, evite un pecado mortal con que es tan lastimado tu doloroso Sagrado Corazón.
Concédeme que en tu Divina Misericordia obtenga fortaleza y paciencia, paz y serenidad.
Y si es tu Voluntad la salud a todos los enfermos; te consagro sus personas, enfermedades, dolores, sufrimientos, necesidades.
Te suplico las unas a tu Pasión dolorosa para que siga efectuándose en nuestra Patria, en nuestro mundo y en nuestro tiempo tu Redención.
