Palabra de Dios 8 de marzo de 2023. Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma.

Palabra de Dios 8 de marzo de 2023. Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma.

Palabra de Dios 8 de marzo de 2023. Miércoles de la 2ª semana de Cuaresma.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro del profeta Jeremías (18, 18-20)

En aquellos días, los enemigos del profeta se dijeron entre sí:
“Vengan, tendamos un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar
doctrina al sacerdote, consejo al sabio, ni inspiración al profeta.
Vengan, ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de sus oráculos”.
Jeremías le dijo entonces a Dios: “Señor, atiéndeme. Oye lo que
dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque ellos
han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido ante ti,
intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera”.

Palabra de Dios.

SALMO.

Salmo 30, 5-6. 14. 15-16

R. Sálvame, Señor, por tu misericordia.

Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú eres
mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios
leal, me librarás.
R.

Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran
contra mí y tratan de quitarme la vida.
R.

Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus manos está
mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Mateo (20, 17-28)

En aquel tiempo, mientras iba de camino a Jerusalén, Jesús
llamó aparte a los Doce y les dijo: “Ya vamos camino de
Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos
sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo
entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo
crucifiquen; pero al tercer día, resucitará”.
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo,
junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le
preguntó: “¿Qué deseas?” Ella respondió: “Concédeme que estos
dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda,
en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden.
¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?” Ellos contestaron: “Sí
podemos”. Y él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a
mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para
quien mi Padre lo tiene reservado”.
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los
dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los
jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que
no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que
sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo;
así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir
y a dar la vida por la redención de todos”.

Palabra del Señor.

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