Palabra de Dios 15 de Nov. del 2025. SAN ALBERTO MAGNO,  Obispo y Doctor de la Iglesia.

Palabra de Dios 15 de Nov. del 2025. SAN ALBERTO MAGNO, Obispo y Doctor de la Iglesia.

Palabra de Dios 15 de Nov. del 2025. SAN ALBERTO MAGNO, Obispo y Doctor de la Iglesia.

Evangelio del dia.

PRIMERA LECTURA.

Del libro de la Sabiduría ( 18, 14-16; 19, 6-9 )

Cuando un profundo silencio envolvía todas las cosas y la noche
estaba a la mitad de su camino, tu palabra todopoderosa, Señor, como
implacable guerrero, se lanzó desde tu trono real del cielo hacia la
región condenada al exterminio.
Blandiendo como espada tu decreto irrevocable, sembró la muerte por
dondequiera; tocaba el cielo con la mano y al mismo tiempo pisaba la tierra.
La creación entera, obediente a tus órdenes, actuó de manera
diversa a su modo de proceder para librar a tus hijos de todo daño.
Una nube protegió con su oscuridad el campamento israelita y donde
antes había agua, surgió la tierra firme; en el mar Rojo apareció un
camino despejado y en las olas impetuosas, una verde llanura. Por ahí,
protegido por tu mano, pasó todo el pueblo, mientras contemplaba tus
prodigios admirables. Corrían como potros y brincaban como corderos,
dándote gracias, Señor, por haberlos liberado.

Palabra de Dios.

SALMO.

Salmo ( 104 )

R. Recordemos los prodigios del Señor.

Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos.
Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos.
R.

El Señor hirió de muerte a los primogénitos de los egipcios, primicias
de su virilidad. Sacó a su pueblo, cargado de oro y plata, y entre sus
tribus nadie tropezó.
R.

Se acordó de la palabra sagrada que había dado a su siervo, Abraham,
y sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos, con gritos de triunfo.
R.

EVANGELIO.

Evangelio según san Lucas ( 18, 1-8 )

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de
orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:
“En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los
hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con
frecuencia para decirle: ‘Hazme justicia contra mi adversario’.
Por mucho tiempo el juez no le hizo caso, pero después se dijo: Aunque
no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia
de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando’ “.
Dicho esto, Jesús comentó: “Si así pensaba el juez injusto, ¿creen
acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y
noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin
tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará
fe sobre la tierra?”

Palabra del Señor.

SAN ALBERTO MAGNO.

Este sacerdote dominico, nacido en Baviera, da clases en París, en
donde lo escucha, como discípulo, Tomás de Aquino (1245-1248). Su
obispado en Ratisbona constituye un paréntesis de sólo dos años en
su vida de profesor e investigador, siempre consagrado a descubrir
las leyes físicas para encontrar en el fondo al creador de ellas. Muere
en Colonia en 1280.

Acerca del autor

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