“NO INVITES A TUS AMIGOS, SINO A LOS POBRES”.

 Jesús dijo también al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una comida, no invites a tus amigos, hermanos, parientes o vecinos ricos, porque ellos a su vez te invitarán a ti y así quedarás compensado.
 Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos.
 ¡Qué suerte para ti si ellos no pueden compensarte! Pues tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos.
Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México
 
 
                 
         
				 
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                        