Última Aparición de Jesús el Mesías. A  quienes ordena predicar el Evangelio a todas las gentes…

Última Aparición de Jesús el Mesías. A quienes ordena predicar el Evangelio a todas las gentes…

Última Aparición de Jesús el Mesías. A  quienes ordena predicar el Evangelio a todas las gentes.

 Parroquia de San pío X

Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció  y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes les habían visto resucitado. Y les dijo: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. “El que crea y sea bautizado se salvará; él que no crea se condenará. Estos son los signos que acompañarán a los que crean; en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes  en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.” Con esto el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.

      Mc 16, 14-19

 

Se apareció a los once. Resucitado Cristo, se aparece varias veces a los Once, a  quienes ordena predicar el Evangelio a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, y del hijo y del Espíritu Santo. Notemos, en las palabras de Cristo, el universalismo cristiano, la universalidad del mensaje evangélico. El evangelista S. Marcos añade  la promesa de una serie de carismas, no directamente para confirmar la fe que se anuncia, sino como  un don a los creyentes, que les hará  ver la autenticidad renovadora del bautismo y su verdadero ingreso en el reino.  En la primitiva Iglesia se han visto muchos de estos casos: expulsión de demonios, el don de lenguas; a S. Pablo no le afectó la mordedura de una serpiente, a S. Juan no le causó daño una bebida envenenada, etc. En toda la larga historia de la Iglesia, el milagro ha tenido su realización en los fieles. 

 

Dios le dio el Nombre, es decir, que le entrego la presencia activa de Dios en el universo. El Hijo ha vuelto al Padre: todo lo que es del Padre incluso su gloria y su poder divino, es ahora suyo y el universo entero lo reconoce. Toda la conducta de Dios sobre el mundo y sobre nuestras vidas pasa ahora  por la persona glorificada de Cristo.

 

¿Pero como invocarán a Aquel  en quien no han creído? ¿Cómo creerán  en Aquel a quien no han oído?… Rom 10,14  La escritura es muy clara si el pueblo no invoca el nombre del Señor, es porque se muestra rebelde a la luz que se le ha proclamado.

 

Somos pues embajadores  de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En  Nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! II Corintios 5, 20. No sólo se aplica a los apóstoles sino también a todos aquellos que visitan a los enfermos, a los que sufren, a aquellos que dan fortaleza y cariño.

 

Los discípulos hablaban sin miedo, este es uno de los signos  del verdadero apóstol inspirado por el Espíritu Santo. Esta seguridad es importante para forzar la conversión de los oyentes, pero no es un don natural. Dios es quien inspira, tanto la palabra del apóstol como la respuesta de fe del oyente, muy en especial en circunstancias difíciles.

 

Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia  de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo. Colosenses 2,8 Renegar de Cristo una vez liberados de la esclavitud de las tinieblas y devueltos a la libertad por Cristo, y volviendo a los viejos errores es recaer en la esclavitud.

 

Procura, en cambio, ser modelo para los fieles en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza.  I Timoteo 2,15.

 

Cristo espera que nosotros practiquemos lo que enseñamos.

 

“¡Ay de vosotros los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que querían entrar se lo habéis impedido” Lc 11,52  En el sentido en que impusieron su propia organización, su escuela, sus métodos de enseñanza y sus temas de investigación. Estos no eran los que permitían profundizar lo esencial de la revelación bíblica. Jesús denunciaba la oposición entre la ciencia de los maestros y el pan que se le niega al pueblo creyente.

 

Respecto a lo inmolado a los ídolos, es cosa sabida, pues todos tenemos ciencia. Pero la ciencia hincha, el amor en cambio edifica. I Corintios 8,1

 

Vivamos según nuestra fe

 

Lo más eficaz es la caridad y no los milagros o hablar en lenguas. Las acciones extraordinarias no implican santidad pues Dios se vale de cualquier pecador o no cristiano, para el bien de sus hijos. La verdad de un predicador no se basa en el sino su verdad depende de su fidelidad a la enseñanza.

 

Lo importante no es sentir, sino, creer y vivir la fe.

 

Oremos unidos a nuestro Padre  y supliquémosle  nos ilumine para seamos fieles a las enseñanzas del Evangelio.

 

 

     ¡Unidos en la Eucaristía!

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