Hasta resucitar con Cristo… El futuro de una humanidad resucitada en Cristo sólo se construye amando. Y amar supone….

Hasta resucitar con Cristo… El futuro de una humanidad resucitada en Cristo sólo se construye amando. Y amar supone….

 Hasta resucitar con Cristo … El futuro de una humanidad resucitada en Cristo sólo se construye amando. Y amar supone….                 

 Parroquia de San Pío X

¿Quién de vosotros puede probar que soy un pecador? Si digo la verdad,  ¿Por qué no me creéis? El que es de Dios, escucha la Palabra de Dios; vosotros no la escucháis, porque no  sois de Dios. Los judíos respondieron: ¿No decimos, con razón, que eres samaritano y que tienes un demonio? Respondió Jesús: “Yo no tengo un demonio; sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí. Pero yo no busco mi gloria; ya hay quien la busca y juzga. En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás”

Le dijeron los judíos: “Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abrahán murió, y también los profetas; y tú dices: Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás, ¿Eres tú acaso  más grande que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?”

Juan   8, 46-53

 

San Gregorio: El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Cada uno pregúntense a sí mismo, si acoge las palabras de Dios con los oídos del corazón y entenderá de donde viene.

S. Juan Crisóstomo: Si alguno guardare mi palabra, nunca verá la muerte,  es decir, quien habrá guardado mi doctrina no sólo con la fe, sino también  conduciendo una vida pura, no se condenará.

 

El que acepta el testimonio de Jesús sobre el misterio de Dios y lo que espera de nosotros, entra en una relación  totalmente nueva con Dios. No es solo una actitud o una creencia, sino  es una forma de vida. Algo nuevo que ha sido sembrado en nosotros, que desde ahora es una presencia de la vida eterna, presente de manera palpable. Pero, no quiere decir que este seguro de ir al cielo, solo  por creer, sino que hay que actuar conforme a su Palabra. Algún día veremos que esa relación mutua con Dios era una condición para que el hombre nuevo se desplegara en la eternidad.

Si alguno guarda mi PalabraEs cuestión de elegir entre las enseñanzas y promesas de nuestro Señor y los anhelos e ilusiones  que se esfuman,  entre un amor pleno que no traiciona y que solo viene de Cristo que es todo amor. La fidelidad a su Palabra supera toda dificultad sea de ignorancia pues ilumina el entendimiento para comprenderla y ponerla en práctica, supera el sufrimiento pues infunde consuelo y   fortaleza, supera la opresión e injusticias pues llena al hombre de valentía ya que reconoce en su vida un Dios cercano, a un Padre amoroso y tierno como ningún otro sobre la tierra, supera la pobreza material pues quien tiene a Dios no le hace falta nada todo es poco comparado con Dios… supera incluso a  la muerte ya que  arrastra nuestro ser hacia una inmortalidad prometida en la vida eterna. Bien que vale la pena fiarnos en la Palabra del Señor, pues da sentido a nuestra vida y dirige nuestros pasos hacia nuestra misión como hijos de Dios.  Guardar su Palabra no es fácil necesita de esfuerzo y entrega cada día pero con la ayuda de Dios  y con el deseo de llevarlo a cabo si se puede.

El fruto a la fidelidad de la Palabra de Dios es el amor.

El amor que cada uno haya  dado en vida es lo único que queda para siempre, lo importante es amar todos los días y en todas las circunstancias de la vida, y en toda  convivencia humana. El futuro de una humanidad resucitada en Cristo sólo se construye amando. Y el amar supone un morir a si mismo cada día un poco más.

 

Padre bondadoso tu que iluminaste al Papa Juan XXIII  y a tus  obispos en el Concilio Vaticano II, para abrirnos a la gracia de leer y meditar tu santísima Palabra, para conocerte y amarte a través de tus enseñanzas, ayúdanos a amarla y a guardarla en nuestro corazón, con mucha fe y sobre todo a llevarla a nuestra vida diaria.

   Oremos por todas las necesidades de la Iglesia en especial por el Papa Benedicto XVI, Arz. José Guadalupe Martín R. Obispo Juan Pallares, por todos los Sacerdotes y Obispos  del mundo en especial por: P. Eduardo Contreras, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González,  Juan María Huerta Muro, todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiásticas, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, Servidores de la Iglesia, todos los ministerios de la Iglesia en especial ministerio de Música y Evangelización, catequesis, familia, Liturgia, Comunidades, Celadores y Guardias del Sagrado Corazón de Jesús.

Oremos para nuestro Padre celestial ilumine a todos los obispos que se encuentran en el sínodo.

Oremos por todas las catequistas para que Dios pague su esfuerzo y entrega.

Oremos por todas las ánimas benditas del Purgatorio.

Oremos por el éxito del retiro de Jóvenes que se llevara a cabo 19, 20 y 21 Oct. En nuestra Parroquia

 

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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