¿Cómo nos ama Jesús? llamados a amar a grado sublime como ama Él.  Hora Santa

¿Cómo nos ama Jesús? llamados a amar a grado sublime como ama Él. Hora Santa

¿Cómo nos ama Jesús? llamados a amar a grado sublime como ama Él.  Demos gracias a nuestro Padre por todos los beneficios recibidos  así como la enfermedad, sufrimientos, dificultades… de este año que esta por terminar. Hora Santa

Parroquia de San Pío X

 

Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…

Señor en este día queremos darte las gracias por todos los favores que de tu mano hemos recibido en este año, por todas las oportunidades de estar aquí ante tu presencia, gracias por la vida, la salud, el trabajo, la felicidad, también gracias por los que partieron este año, por la enfermedad que nos hace volver nuestros ojos a TI, gracias por el dolor y el sufrimiento que ha llegado a nuestras familias, porque nos hace confiar y esperar en Ti, gracias por el servicio que nos permites dar, por los hermanos con los que compartimos lo poco o lo mucho que podemos dar, gracias por la oración de intercesión que en bien de muchos hermanos nos permites hacer. Jesús gracias por todo lo bueno que haces en nuestra vida. Amén.

Lectura del libro de Efesios 5, 6-21                                              De pie.

Nadie os engañe con vanos discursos, pues por ello descarga la ira de Dios sobre los rebeldes. No os hagáis cómplices suyos. Pues si un tiempo erais tinieblas, ahora por el Señor sois luz: proceded como hijos de la luz –fruto de la luz es toda bondad, justicia y verdad- Comprobad qué agrada al Señor. No participéis en las obras estériles de las tinieblas, antes bien denunciadlas. Lo que ellos hacen a ocultas da vergüenza decirlo. Todo lo que se expone a la luz queda patente y lo que esta patente es luz. Por eso dice: ¡Despierta, tú que duermes, levántate de la muerte, y te iluminara Cristo!  Observar atentamente cómo procedéis, no como necios, sino como sensatos. Aprovechad la ocasión, que corren tiempos malos. Por eso no seáis imprudentes, antes comprended lo que el Señor desea. No os embriaguéis con vino, que engendra lujuria, antes llenaos del Espíritu. Entre vosotros entonad salmos, himnos y cantos inspirados, cantando y tañendo de corazón en honor del Señor, dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre del Señor nuestro Jesucristo. Someteos unos a otros en atención a Cristo.

 Palabra de Dios.

Releemos en silencio y en voz alta compartimos la frase que más nos agrade.

 

 

Canto.

Hazme un instrumento de tu  paz, donde haya odio lleve yo tu amor

Donde haya injuria, tu perdón Señor, donde haya duda fe en Ti

Maestro ayúdame a nunca buscar, el ser consolado sino consolar.

Ser entendido sino entender, ser amado, sino amar.

 

Hazme un instrumento de tu paz, que lleve tu esperanza por doquier,

Donde haya oscuridad, lleve tu luz, donde haya pena tu gozo Señor.

 

Hazme un instrumento de tu paz, es perdonando que nos das perdón

Es dando a todos como tú nos das, muriendo es que volvemos a nacer.

 

 

¿Cómo nos ama Jesús?

La vida interior de Jesús                   Luis Ma. Martínez.

Con un amor incomparable y único, porque nos ama con todo su Corazón. Así tenemos que amar al prójimo. Un afecto exiguo, mezquino, es indispensable para o faltar a la caridad, no puede satisfacerle a Nuestro Señor,       porque no es así como nos ama Él. Él nos ama con todo el Corazón y nosotros amamos al prójimo con una porción, por cierto mínima, del nuestro es decir, apenas…

Perdonando todas nuestras faltas, cubriendo todas nuestras miserias condescendiendo santamente con todas nuestras fragilidades. Y es precisamente uno de los  encantos del amor de Dios, saber que para ese amor nada de lo que llevamos en nuestro corazón es obstáculo.

¡Como se dilata el corazón por la confianza, cómo descansa libre de toda preocupación con un amor así! Pues bien así debemos amar al prójimo, a pesar de su miseria, para que nuestra caridad sea un trasunto del amor que Nuestro Señor nos tiene.

Haciéndonos el bien es como nos ama Jesús, porque pasó por el mundo haciendo el bien y desde el cielo no se ocupa de otra cosa. La  acción de Dios sobre nosotros, la acción de su amor, no es intermitente; de manera que no  nos da sus gracias de cuando en cuando, antes bien, es como una corriente que no se interrumpe, aunque no siempre nos demos cuenta, Él está constantemente haciéndonos el bien. Pues así tenemos que amar al prójimo, haciéndole todo el bien que podamos.

Nos ama con abnegación hasta el sacrificio. Para darnos la vida derramó por nosotros toda su sangre, pasó 33 años en el mundo lleno de íntimo dolores, causado por su amor a nosotros y todavía de una manera mística, se sigue sacrificando por nuestro bien hasta la consumación de los siglos. Así nos amó, así nos ama.

Con una delicadeza, incomparable, porque si alguna cosa distingue el amor que Jesús nos tiene es esa delicadeza suya verdaderamente divina. ¡Con que sobriedad nos reprende! ¡Con que  discreción parece olvidar nuestras faltas! ¡Con que finura  pide nuestro consentimiento para ciertas cosas de importancia ¡cómo con profunda penetración conoce todos nuestros gustos, todas nuestras inclinaciones y se acomoda perfectamente a ellos! Así tenemos que amar a nuestro prójimo, con esa finura, con esa delicadeza que tiene Jesús.

Releemos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.

 

 Canto.

Amar es entregarse, olvidándose de sí,

//buscando lo que al otro, puede hacer feliz//

 

Qué lindo es vivir, para amar, que grande es tener, para dar

//Dar alegría y felicidad, darse uno mismo eso es amar//

 

Si amas como a ti mismo y te entregas a los demás

//Verás que no hay egoísmo que no puedas superar//

 

 

 

Oremos a María Santísima

Madre santísima queremos en este día orar con un corazón grande para agradecerte todos los bienes espirituales que por tu intercesión hemos recibido, ayúdanos a ser los hijos que deseas que seamos: amantes, responsables, agradecidos y deseosos de los bienes espirituales, ayúdanos a otorgar el perdón a las personas que nos han ofendido y líbranos de guardar rencor en nuestro corazón. Amén.

1er Misterio. Podemos entrar en otro corazón: ¿Cómo y por qué senderos ocultos? Son dos: el conocimiento y el amor. Cuando conocemos un corazón hemos penetrado en él; con más razón cuando amamos.

Oremos  para que todos podamos entrar en el corazón de Jesús.

 

2do. Misterio. Dice Nuestro Señor, en una de las parábolas Dios ha de decir al siervo bueno y fiel: Entra en el gozo de tu Señor, como si dijera: entra en el corazón de tu Señor, entra en el seno profundo y amoroso de Dios.

Pidamos la virtud de la fidelidad para que estemos en vela esperando al amo.

3er. Misterio. Para que nos podamos comunicar con Dios, para que pueda haber entre Él y nosotros unidad de pensamiento y unidad de amor; es enteramente indispensable que haya entre Él    algo en común.

Oremos para que sepamos encontrar esa unidad con Dios.

 

4to. Misterio. Entrar en el Corazón de Jesús es iniciar esta comunión de luz y de amor. Vivir en el Corazón de Jesús es continuar en esta dulce intimidad con Él. Llegar hasta las profundidades del Corazón de Jesús es ahondar más y más en los misterios de su amor y de su dolor, es conocer como dice San Pablo: la latitud, la longitud, la sublimidad y la profundidad del misterio de Jesús.

Oremos para que las cosas del mundo no nos separen de la intimidad con Él.

 

5to. Misterio Para entrar en un corazón, no hay más que el conocimiento y el amor y el conocimiento sobrenatural aquí en la tierra es el conocimiento de la fe y el amor sobrenatural y perfecto aquí en la tierra es la caridad  y la esperanza viene como a completar  lo que le falta a la fe y a la caridad por las condiciones del destierro.

Pidamos para que encendamos estas virtudes en nuestra vida cotidiana.

   

 

 

Oremos en silencio.

Por todas las necesidades del mundo

 

Reparemos el Corazón de Jesús

Los momentos que nos quedan reparemos el Corazón de Jesús que sufre por todos los sacrilegios cometidos en todo el mundo

 

Oremos espontáneamente pidiendo perdón por todos los pecados en el mundo: sacrilegios, guerras,…Demos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos, las experiencias dolorosas, la enfermedad, bendice a todas las personas que te hicieron daño y también a las que te hicieron feliz, agradece toda aquella experiencia que favoreció tu madurez y tu crecimiento espiritual.

 

 

Repetimos varias veces esta jaculatoria:

Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero, os amo y os adoro.

Os pido perdón y Misericordia por todos los sacrilegios cometidos.

 

Canto

Vamos pastores vamos, vamos  a Belén

//A ver ese niño, la gloria del Edén// si, el Edén

 

Ese precioso niño, yo me muero por él

Sus ojitos me encantan, su boquita también

El padre le acaricia, la madre mira en él

Y los dos extasiados, // contemplan aquel ser//

 

Un establo es su cuna, su casa es un portal

Y sobre duras pajas, por nuestro amor está

Allí duerme el niñito, junto a un mulo y a un buey

Y bien cobijadito, // con un blanco pañal//

 

Es tan lindo el chiquito, que nunca podrá ser

Que su belleza copien el lápiz y el pincel,

Pues el Eterno Padre, con inmenso poder

Hizo que el Hijo fuera //inmenso como él//

 

Yo pobre pastorcillo al Niño le diré,

No la buena ventura, eso no puede ser

Pediré me perdone lo mucho que peque

Y en la mansión eterna //un ladito me dé//

 

 ¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

 

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0 Comentarios

  1. Lupita

    Gracias por tan bella meditación, había estado buscando material para armar una hora santa y me has dado una gran ayuda con este riquísimo material. Me encanto el escrito de Mons. Luis Ma. Martinez.

    Dios te multiplique al ciento por uno con gracias y bendiciones durante este 2013!!!

    Responder
    1. Paty Martinez

      Querida hermana Lupita: Muchísimas gracias por escribirnos. Que Dios bendiga su trabajo y de abundantes frutos de amor. Que Dios nuestro Padre y Señor le aliente a seguir trabajando por el Reino de Dios. ¡¡¡¡Feliz Año 2013!!!!

      Responder

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