Excesos de Amor del Sagrado Corazón de Jesús Para los primeros viernes de mes

Excesos de Amor del Sagrado Corazón de Jesús Para los primeros viernes de mes

Excesos de Amor del Sagrado Corazón de Jesús
Para los primeros viernes de mes

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Coronilla al Sagrado Corazón

 

En las cuentas del rosario:

En vez del Padre Nuestro:
Oh Sacratísimo, Divino y Adorado Corazón de Jesús, a vos me doy y consagro todo y sin reserva.

 

En las cuentas del Ave María, diez veces:
V/ Divino Corazón de Jesús fuente Inagotable de Amor y de bondad.
R/ Sed nuestro Refugio y nuestro amparo, ahora y en la hora de nuestra muerta. Amén.

 

Al final de la coronilla, tres veces:
Divino Corazón de Jesús, tened piedad de nosotros.
Amén.

 

 

Excesos de Amor del Sagrado Corazón
Primer Exceso de Amor: Reparar por las almas que no comprenden que sin Mí nada podrán hacer.

 

Jesús:

Heme aquí hijo mío con mi Sagrado Corazón bien abierto. Levantad vuestra mirada y fijad vuestros ojos en Él. Ved cómo está cercado por una corona de espinas, espinas bien clavadas en toda su profundidad; espinas que me producen terribles sufrimientos. Espinas que hacen que se desangre de dolor, dolor porque no soy amado; dolor porque a tanto amor que prodigo a las creaturas tan sólo recibo ingratitudes y desprecios. Dolor porque en mi Divino Corazón hay varios Aposentos, pero aún se encuentran vacíos. Los hombres se han olvidado que fui Yo quien los creó, me tratan como a un extraño, soy un advenedizo para muchas almas, soy tema histórico que se ha quedado en un antiguo libro empolvado. Libro que interesa a muy pocos; sólo unos cuantos lo leen, lo viven.

 

Reparad, pues, porque las almas aún no han entendido que sin Mi nada podrán hacer, no han comprendido que soy la plenitud del verdadero amor.

 

Muchos de mis hijos, de mis hermanos llegan a Mi cuando la enfermedad ha tocado fondo en sus corazones. Se postran, se arrodillan y me miran sumidos en el dolor, a grito desesperado me piden curación, y me suplican sanación; y como mi Divinisimo Corazón es un exceso de amor, obro milagros en sus vidas. Les alivio de sus quebrantos, les devuelvo la salud y salen gozosos. Pero al poco tiempo se olvidan de sus promesas, se alejan del camino que las conducía a Mí y vuelven a su antigua vida de pecado, vida de muerte, vida que es ruptura a la filiación Divina.

 

Estas actitudes de ingratitudes hieren mi sacratísimo Corazón. De mis ojos brotan lágrimas porque cuando tuvieron ante mi presencia rogándome para que las mirara con benignidad, me condolí de ellas e hice prodigios de amor. Pero se comportaron como los diez leprosos del Evangelio: tan sólo uno de ellos regresó a darme las gracias. Volvió a congratularse conmigo porque había descubierto al Médico del cielo.

 

Médico que le curó de su lepra. Médico que lo regresó a su pueblo, a su casa con su piel restaurada para que testimoniase, para que dejara definitivamente su vida de pecado y decidiese vivir en estado de santidad.

 

Este hombre reconoció que ante los beneficios de Dios hay que abajar la cabeza, doblegar su corazón, hincar la rodilla y darle gracias, gracias sentidas, gracias que salgan de las entrañas del alma favorecida.

 

Mi Divino Corazón es un exceso de Amor porque a todos os amo, a todos os trato con la misma cordialidad y ternura porque por todos vosotros derramé mi Preciosísima Sangre para daros vida, vida en abundancia. Permito que os lleguen las enfermedades, el sufrimiento, para acrisolaros, refinaros porque nada manchado ha de entrar al cielo.

 

Así es pues, hijo mío, purificad vuestro corazón de la lepra del pecado, lepra que es sanada en los Ríos de la Gracia.

 

Una vez os halláis curado de esta enfermedad, permaneced a mi lado que saetaré vuestro corazón con la llama de mi Amor Divino, os abrasaré y prenderé fuego para que os consumáis en un idilio de amor porque os rescaté , os liberé, os devolví vuestro estado de gracia, os perfumé de mi nardo purísimo para hacer de vuestro corazón un vergel florecido, vergel que contiene los más esbeltos lirios y las más hermosas azucenas porque habéis vuelto a florecer, estáis creciendo como una delicada rosa para el cielo; cielo abierto para los corazones puros, para las almas que en la tierra vivieron santamente.

 

Mi Divino Corazón es un exceso de Amor porque tomo la lepra de vuestro pecado, os limpio y os renuevo, os doy bonanza espiritual para que vuestro corazón se asemeje al Mío.

 

Reparad, reparad hoy Viernes Santo, viernes de mi Sagrada Pasión, porque mi Divino Corazón sufre por la ingratitud de muchos hombres, hombres que sané como a los leprosos y ninguno de ellos ha venido a agradecerme.

 

Alma reparadora del Sagrado Corazón:
Sois bondadoso Jesús mío por haber descendido del cielo para extasiar mi espíritu y arrobar mi corazón ante vuestra Gran Realeza, porque el Rey del más alto linaje se posa frente a mis ojos y me cautiva con su hermosura. Vuestra dulce mirada me seduce, es como un arropo suave que cubre la desnudez de mi pobre corazón. Gran regocijo hay dentro de mí, alborozo y fiesta porque me habéis llamado en medio de tantas almas a adorar vuestro Sacratísimo Corazón, Corazón rodeado por una corona de espinas porque aún los hombres no hemos despertado de nuestro sueño letargo, no hemos entendido que el Amor está vivo; que habéis resucitado al tercer día para quedaros con nosotros hasta la consumación de los siglos.

 

Sé que de vuestro adorable Corazón desprendéis rayos de la llama de vuestro Amor Divino, prended fuego en mí, encendedme hasta consumirme de amor por Vos.

Cómo es posible, Corazón misericordioso de Jesús que los hombres os traten con dureza, que tanto amor que vos dais a toda la humanidad, recibáis a cambio desprecios.

 

Heme aquí, mi tierno enamorado, vedme de rodillas porque he venido a reparar por la ingratitud de todos los hombres: hombres que os salen a vuestro encuentro cuando están saturados de problemas, hombres que buscan de vuestra medicina cuando el mundo los ha desahuciado, hombres con cuerpo llagado, hombres con su corazón invadido de la lepra del pecado; pecado que esclaviza, amarra, pecado que deforma nuestra identidad de hijos de Dios.

 

Muchos leprosos caminan por las calles, por los pueblos, por las veredas y por las ciudades; hombres anclados al pecado, hombres que por donde pasan dejan huella de su olor nauseabundo, ya que esta enfermedad los carcome lentamente hasta consumirlos.

 

Jesús amado: si mi corazón ha sido salpicado de la lepra del pecado, sumergidlo en las Fuentes de vuestro Divino Corazón y purificadlo, dejadlo como nuevo porque a vos solo quiero amar, por vos quiero desgastar ya que sois la razón de mí vivir, sois el deleite de mis pensamientos, sois la cura para mi enfermedad.

 

Jesús amado no estáis solo, hoy he venido a menguar el dolor de vuestro divino Corazón, Corazón que es recinto de Santidad, Corazón que es morada de paz, Corazón que siendo un océano infinito de amor no es amado.

 

Concededme la gracia de agradeceros por todo vuestro derroche de amor, amor que dais en abundancia porque sois sumamente generoso y dadivoso.

 

Si muchos hombres, que han recibido de vuestros auxilios Divinos, no han regresado a daros gracias, heme aquí en nombre de ellos porque no quiero que os lastimen más vuestro adorable Corazón. Corazón que se dilata de amor cuando uno de vuestros hijos sabe agradeceros.

 

Corazón que se ensancha para dar abrigo a toda la humanidad. Corazón que palpita con vehemencia al sentiros amado, deseado.

 

Corazón sagrado de mi amado Jesús, unidme a vuestro dolor y haced que repare por todos los actos de ingratitud del mundo entero unidos a los míos.

 

Corazón sagrado de mi amado Jesús, heme aquí para daros todo el amor que los hombres no os saben dar, para prodigaros todo el cariño que muchas de las creaturas no os lo dan, para arroparos con los débiles reflejos de mi mirada, para daros un espacio de importancia en mi corazón porque habéis sido excluido de los corazones de muchas almas.

 

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, tened piedad de nosotros.
Señor, tened piedad de nosotros.
Cristo, oídnos
Cristo, escuchadnos.
Padre Eterno, Dios de los cielos, tened piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, tened piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, tened piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, tened piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el Seno de La Virgen María.
R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al verbo de Dios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, casa de Dios y Puerta del cielo.
. R/. Tened misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor
.R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, Rey y Centro de todos los corazones.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quién están todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la divinidad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, en quien el Padre halló sus complacencias.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, propiciación de todos nuestros pecados.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, saciado de oprobios.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, salvación de los que en Vos esperan.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Vos mueren.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos.
. R/. Tened piedad de nosotros
Corazón de Jesús, que quitas los pecados del mundo.
.R/ Perdonadnos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
.R/ Escuchadnos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
.R/tened piedad de nosotros.

Jesús manso y humilde de Corazón.
.R/ Haced nuestro corazón semejante al Vuestro.

Oración
Omnipotente y Sempiterno Dios, mira al Corazón de tu amadísimo Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te dio en nombre de los pecadores, y concede propicio el perdón a los que imploran tu misericordia, en nombre de tu Hijo, Jesucristo, que contigo vive y reina en unión con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
Amén.

 

Consagración sal Sagrado Corazón de Jesús

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi cuerpo, alma y espíritu para que purifiquéis mis tres potencias con vuestras adorables virtudes.

 

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi vida para morar en los aposentos de vuestro Divino Corazón porque ellos son el camino de: salvación, santidad, perfección, conformidad y unidad con vuestra Divina Voluntad.

 

Sagrado Corazón de Jesús os consagro todo mi ser porque en vuestro Divino Corazón quiero amar, respirar y vivir.

 

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi corazón sumergidlo en el Vuestro, porque en Él encontraré la luz, la fuerza, el verdadero consuelo.

 

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi espíritu para que no cese nunca de pensar en Vos.

 

Sagrado Corazón de Jesús os consagro mi alma para que sea toda vuestra.

 

Sagrado Corazón de María, sois vos la que habéis unido mi corazón al Corazón de Jesús.

 

Asistidme siempre a fin de que le sea fiel en la vida y en la hora de la muerte.

Amén.

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