Devoción al Sagrado Corazón de Jesús Para todos los días del mes. Día 12. lo más importante es …

Devoción al Sagrado Corazón de Jesús Para todos los días del mes. Día 12. lo más importante es …

Devoción al Sagrado Corazón de Jesús
Para todos los días del mes. Día 12.  Importancia de la Caridad.

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En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Acto de Contrición

Misericordia, Señor, hemos pecado. Por tu inmensa compasión borra nuestras culpas. Contra Ti, contra Ti sólo pecamos. Cometimos las maldades que Tú aborreces. Aparta de nuestros pecados tu vista. Borra de nuestras almas toda culpa. Oh Dios crea en cada uno un corazón puro, y no alejes de nosotros tu Santo Espíritu. Como se aleja el Oriente del Occidente, así tú alejas nuestros pecados. Tú perdonas nuestras faltas. Eres compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. No nos tratas como merecen nuestros pecados ni nos castigas como lo exigen nuestras culpas. Como se eleva el cielo sobre la tierra, así se eleva tu bondad sobre nosotros. Como un padre siente ternura por sus hijos, así Tú, oh Dios, sientes compasión por tus servidores. Sabes de qué estamos hechos y recuerdas que somos barro. Tu misericordia, Señor, dura por siempre. Recuerda Señor que tu ternura y tu misericordia son eternas: no te acuerdes de nuestros pecados ni de las maldades de nuestra vida pasada. Acuérdate de nosotros con misericordia, por tu bondad, Señor. Por el honor de tu Nombre perdona nuestras culpas que son muchas. Te lo suplicamos en el nombre de Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos.

Amén.

Acto de Consagración

Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano; míranos humildemente postrados ante tu altar. Tuyos somos y tuyos queremos ser; y, para que podamos hoy unirnos más íntimamente contigo, cada uno de nosotros se consagra espontáneamente a tu Sagrado Corazón.

Es verdad que muchos jamás te conocieron, que muchos te abandonaron después de haber despreciado tus mandamientos; ten misericordia de uno y de otros, benignamente Jesús, y atráelos a todos a tu Santísimo Corazón.

Reina, Señor, no solamente sobre los fieles que jamás se apartaron de ti, sino también sobre los hijos pródigos que te abandonaron, y haz que estos prontamente regresen a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria.

Reina sobre aquellos a quienes traen engañados las falsas doctrinas o se hallan divididos por la discordia, y vuélvelos al puerto de la bondad y a la unidad de la fe, para que en breve no haya sino un solo redil y un solo Pastor.

Concede, Señor, a tu Iglesia, segura y completa libertad; otorga la paz a las naciones y haz que del uno al otro polo de la tierra resuene esta sola voz: Alabado sea el Divino Corazón, por quien nos vino la salud: a Él sea la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

 

 

 

Día 12
Importancia del amor de caridad

Lectura de la Primera carta de San Pablo a los Corintios 13

¡Aspirad a los carismas superiores! Y aún os voy a mostrar un camino más excelente.

Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tenga el don profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.

Aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.

La caridad es paciente, es amable; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés, no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.

La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, deje todas las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, en enigma.

Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.

Palabra del Señor.

 

 

Plegaria
Salmo 18

Canto de acción de gracias

 

Yo te amo Señor, tú eres mi fuerza y fortaleza.

Tú eres mi protector, mi roca de refugio, mi libertador.

Dios mío: roca donde puedo ocultarme, escudo mío.

La fuerza que me salva, mi más alto escondite.

Invoco al Señor, digno de toda alabanza, y quedo libre de mis enemigos.

Me acercaban las olas mortales, torrentes destructores.

Me envolvían las redes del abismo, los lazos de la muerte.

En el peligro invoqué al Señor, grite a mi Dios.

Desde tu templo Él escucho mi voz; mi grito llego a sus oídos.

Desde el cielo me tendió la mano y me sacó de las aguas caudalosas.

Me libro de enemigos muy poderosos, de adversarios que eran más fuertes que yo.

Me atacaron en el día de la tribulación, pero el Señor me dio su apoyo.

Me sacó a un lugar espacioso, y me libró porque me amaba.

Tú Señor eres fiel para con el que te es fiel.

Tú eres hábil y sagaz para con los astutos.

Tú salvas al pueblo afligido y humilde y humillas a los que son orgullosos.

Señor, tú eres mi lámpara; tú alumbras mis tinieblas.

Fiado en ti me lanzo al combate y asalto la muralla.

 

Gloria al Padre…

 

 

Como empezaron las religiosas a tener Devoción

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El 20 de julio de 1685 vísperas del onomástico de la hermana Margarita, las novicias se propusieron prepararle una fiesta a ella. Pero la santa les pidió que más bien le hicieran una fiesta al Sagrado Corazón.

Con permiso de las superioras adornaron las novicias un altarcito en el cual colocaron una imagen sencilla del Sagrado Corazón, pintado a lápiz, y a la mañana del día 21 vieron con emoción que la alegría y la felicidad se manifestaban en el rostro de la hermana al ver la imagen del Corazón de Jesús iluminada con luces y adornada con flores.

Primera Consagración. Ante ese humilde altarcito ella misma leyó la Consagración personal al Sagrado Corazón, y cada novicia la fue repitiendo también por su cuenta.

Primera fiesta publica. Santa Margarita se sentía feliz y le parecía que no le podrían haber hecho un regalo mejor en el día de su onomástico. Era la primera vez que la imagen del Sagrado Corazón era honrada públicamente, como el mismo Jesús lo había pedido.

Se descubre un secreto. Algunas personas criticaron amargamente ese acto de homenaje que se le había hecho al Sagrado Corazón, pero Jesús le dijo a su discípula: “No tengas miedo. Yo triunfare a pesar de todas las personas que quieran oponerse a esta Devoción”. Y un pequeño detalle vino a descubrir un gran secreto.

La lectura inesperada. Las religiosas acostumbraban vómer en silencio mientras una de ellas hacia una lectura. Un día estaban leyendo en el comedor el libro titulado: “Retiro Espiritual” compuesto por el padre Claudio La Colombiere, y editado por los padres Jesuitas después de la muerte del santo sacerdote. La lectora no había preparado el texto que tenía que leer y siguió la lectura donde la había dejado el día anterior. Y resulta que en aquel capitulo se hacia el relato de las Apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita en el año de 1675. Allí no se decía el nombre de la santa, pero todas sus compañeras se dieron cuenta que se trataba de la hermana Margarita Alacoque. Asombradas dejaron de comer y miraron a Margarita, la cual pálida como una muerta agachaba la cabeza todo lo que podía.

Cambio total. Aquel día supieron las religiosas el secreto de las Apariciones del Sagrado Corazón que había sucedido hacia ya diez años. Y se admiraron de que un sacerdote tan sabio y tan santo como el padre Claudio de La Colombiere les concediera tanta importancia. Y comprendieron que aquella hermana tan despreciada no era una desequilibrada, sino una alma escogida por Dios para revelar grandes secretos celestiales. El libro del santo Jesuita vino a convencerlas de que en el monasterio de Paray le Monial tenían en la hermana Margarita un verdadero tesoro de santidad.

 

 

 

Práctica: trataré de que la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en mi parroquia tenga algunas flores y alguna iluminación. El cuadro del Sagrado Corazón de mi habitación tendrá también algunas flores en este mes. Es un detalle sencillo de amor para Él.

 

 

 

 

He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y que recibe en cambio desprecio, ingratitudes y olvido.Amor-que-cabia

 

 

Gozos

Pues eres de nuestro amor el más tierno y dulce encanto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

I
En este Pan, escondido se encuentra tu Corazón, para dar paz y perdón al que llega arrepentido; escucha, pues, el gemido que eleva el alma; entre tanto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

II
Tu Santa Cruz es el emblema de tu ternura y amor, asilo del pecador, consoladora en la pena; y por esto el alma llena de gratitud, alza un canto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

III
Con la corona ceñida de espinas, tu Corazón nos muestra la compasión que por el hombre has tenido, y por eso nuestro olvido te hace sufrir, ¡Oh Amor Santo!
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

IV
Con una lanza atrevida abrió el soldado tu pecho, y allí nos das el derecho de ir a buscar acogida; por esto el alma afligida cambia en gozo su quebranto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

V
De tu entreabierto costado brota a torrentes la vida; en él encuentra acogida el triste, el desamparado; por eso el que te ha gustado, te dice lleno de encanto.
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.
VI
Mas no tan sólo el costado la cruel lanza desgarró; a tu Corazón llegó dejándolo atravesado, ¡Oh, cuánto, Jesús amado, te debe mi alma! Por tanto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

VII
Aquí en este Sacramento de tu Corazón palpitante nos brinda, Jesús amante, el más sabroso alimento; eres de amor el portento que asombra al mundo y por tanto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

VIII
Conociendo tu ternura ¿Cómo puede el pecador abandonarte, Señor, por buscar a la criatura? Venga, pues, toda alma pura y diga bañada en llanto,
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

IX
Por las penas interiores de tu amable Corazón haz que en santa contrición te busquen los pecadores; escucha nuestros clamores y pon fin a nuestro llanto.
Todos los pueblos te adoren, Corazón amable y santo.

 

Oración final

Acto de fe, esperanza y caridad.

Dios mío, creo en Ti, fortalece, Señor, mi fe.

Espero en Ti, afirma mi esperanza.

Te amo con todo mi corazón; enciende mi amor.

Me pesa de haberte ofendido; aumenta mi dolor.

Te adoro como a mi primer principio; te deseo como a mi último fin.

Te doy gracias como a mi continuo bienhechor; te invoco como a mi soberano defensor.

Dígnate Dios mío, dirigirme con tu justicia, consolarme con tu misericordia y ampararme con tu poder.

Te consagro todos mis pensamientos, palabras, obras y trabajos; a fin de que de hoy en adelante piense siempre en Ti, hable de Ti, obre según Tú y padezca por Ti

Señor, hágase en mi y en todas mis cosas tu Santísima Voluntad, en tiempo y en eternidad.

Te suplico que ilumines mi entendimiento, fortalezcas mi voluntad, purifiques mi corazón y santifiques mi alma.

Socórreme, Señor con tu gracia para vencer la soberbia con la humildad, la avaricia con la generosidad, la pereza con la diligencia, la lujuria con la mortificación, la envidia con la caridad, la ira con la paciencia, la gula con la abstinencia, la tibieza con el fervor; y todas mis inclinaciones y afectos desordenados con tu Santo temor y amor.

Amén.

Oremos

Te pedimos, Dios Todopoderoso y eterno, que, al celebrar la grandeza de tu amor que resplandece en el Corazón de tu Hijo, recibamos de esta fuente divina gracias cada vez más abundantes.

Dios de amor, que en el Corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad, te pedimos que al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos obras de reparación y desagravio, y obtengamos el perdón de nuestros pecados y un aumento y progreso de nuestro amor hacia ti. Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo quien contigo y el Espíritu Santo vive y reina y es Dios por los siglos de los siglos.

Amén.

En el nombre del Padre y….

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