¿QUÉ COMIENZA EN NOSOTROS CON LAS MARCHAS POR LA FAMILIA?

¿QUÉ COMIENZA EN NOSOTROS CON LAS MARCHAS POR LA FAMILIA?

¿QUÉ COMIENZA EN NOSOTROS CON LAS MARCHAS POR LA FAMILIA?

Paty Alcacio.
Familia cristiana.


imangecita

Las marchas por la Familia y la Vida se han realizado superando las expectativas. Pues el que se hayan manifestado pacíficamente el 10 de septiembre pasado más de 120 mil personas en nuestra diócesis (entre León, Silao, San Francisco del Rincón, Purísima, Guanajuato, etc.) y más de 400 mil en la Ciudad de México este 24 de septiembre (aunque los medios de comunicación y el gobierno capitalino definan una asistencia de 20 mil, pero eso ya es miopía burocrática o incapacidad para utilizar una calculadora) , ha evidenciado el que a esta sociedad mexicana no se le distrae ni se le manipula tan fácilmente sobre lo que es realmente prioritario para ella: LA FAMILIA.

Y es que en esos cientos de miles de personas no solo había católicos, sino personas de todo tipo de creencias religiosas o incluso de ninguna, porque el defender lo que la naturaleza nos muestra y la importancia de mantener lo que desde siempre ha sido la célula constructora y pilar fundamental de cualquier sociedad no es cuestión solo de religión. En la familia es en donde nacen o se reciben con los brazos abiertos a cada uno de los hijos, es en donde estos aprenden, se educan y desarrollan integralmente; y si no sucede así en algunos o muchos hogares actualmente, es por lo que ahora debemos trabajar o en su caso luchar. Luchar por mantener lo más posible esa familia en donde se ofrezca no solo orgullo, alegría y refugio a todos los integrantes, sino los medios para una sana y permanente madurez de cada uno de ellos.
Y es que la familia es aquel cuerpo en donde se viven, disfrutan o resuelven los problemas, alegrías y tristezas de cada uno de sus miembros, porque dichas situaciones repercuten a todos los familiares, ya sea disfrutándolas o sufriéndolas.

Es por ello que los ciudadanos debemos velar para que, nuestras legislaciones y la forma en que se gobierne nuestro territorio, ofrezcan protección al único y verdadero concepto de familia, y a su vez faciliten lo más posible su unión y continuidad. Aquí abro un paréntesis para aclarar algo, que aunque para algunos pueda parecer obvio, creo que para otros lo han malinterpretado. Me refiero a lo que la Ideología de Género ha denominado “tipos de familias”, y es que no hay diversos tipos de familia, pues como lo dije renglones arriba la familia es como un cuerpo, y de manera natural sabemos que parte de un padre (varón) y una madre (mujer), y de ellos hijos, tíos, primos, sobrinos, nietos, etc. Y aquí es donde aclaro el que al igual que, si a un cuerpo le falta un miembro o extremidad, eso no quiere decir que deje de ser cuerpo, pues de igual modo no se excluye ni se deja de considerar como familia a aquellas que por cualquier circunstancia han perdido la posibilidad de contar con el padre, la madre, hijos, etc. Pero de eso a querer que veamos como normal el que ahora se llame familia a una persona sola, o más aun, a una persona y su mascota, creo que raya en lo absurdo, ¿O acaso se puede decir con todas las de la ley que esa persona podrá poner como beneficiario en su testamento, o en su seguro de vida, o como aval, o referencia familiar a su perro? Pues para quien no lo crea, aquellos que defienden a capa y espada la Ideología de Género son algunos de los ejemplos de “familia moderna” que piden que se respete.

En fin, regresemos a lo verdaderamente importante. Y es el que la familia está fundada en el matrimonio, el cual es mucho más que un contrato legal, económico o social, es la unión entre un hombre y una mujer, pues a través de ellos se debe construir una Unión Estable fundada y tejida por el amor y la complementariedad que la naturaleza les brinda en todos los aspectos. Además esta unión de hombre y mujer tiene un objetivo fundamental que es el transmitir la vida (es decir la procreación) y por consiguiente contrae la responsabilidad de proveer no solo el sustento a los hijos, sino también la de educarlos. Y es que ese amor y solidaridad se deben vivir de tal forma, que se transmitan y construyan virtudes y valores humanos, culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos; así como los principios fundamentales de convivencia, tanto al interno de esa familia como al externo, de modo que estos principios y valores sean los medios para el correcto desarrollo y bienestar tanto de los miembros de dicha familia como de su sociedad.

Es por todo ello que como cristianos, no solo es importante el participar de manera activa en estos movimientos ciudadanos afines a la verdadera defensa de la familia y la vida; sino que además es fundamental que todos y cada uno de nosotros revisemos con que valores y virtudes estamos viviendo día a día en el interior de nuestra familia, y el que si estos se han desviado o convertido en contrarios a lo que nuestro Señor Jesucristo nos muestra como el camino correcto para amarnos los unos a los otros, nos atrevamos a redirigir voluntariamente nuestros pensamientos y acciones hacia el sendero de la verdad y de la paz que Cristo a través del Espíritu Santo nos muestran para disfrutar desde esta tierra el Reino del Padre.

Arq. Luis Manuel Vázquez Torres.
Coordinador de Consejo Parroquial

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.