Del libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan 20,1-4.11-21,2. Viernes 25 de Noviembre de 2016.

Del libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan 20,1-4.11-21,2. Viernes 25 de Noviembre de 2016.

Del libro del Apocalipsis del Apóstol San Juan 20,1-4.11-21,2. Viernes 25 de Noviembre de 2016.

“LOS MUERTOS FUERON JUZGADOS CONFORME A SUS OBRAS.- VI QUE DESCENDÍA DEL CIELO LA NUEVA JERUSALÉN”

apocalipsis-san-miguel-encadena-al-diabloYo Juan: Vi después a un ángel que bajaba del cielo llevando en la mano la llave del Abismo y una cadena enorme.
Sujetó al monstruo, la serpiente antigua, que es Satanás o el diablo, y lo encadenó por mil años.
Lo arrojó al Abismo, cerró con llave y además puso sellos para que no pueda seducir más a las naciones hasta que pasen los mil años. Después tendrá que ser soltado por poco tiempo.
También vi unos tronos, y sentados en ellos los que tienen poder para juzgar. Vi también las almas de aquellos a quienes les cortaron la cabeza por causa de las enseñanzas de Jesús y de la Palabra de Dios. Vi a todos los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente o en la mano. Volvieron a la vida y reinaron mil años con el Mesías.
Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos.
apocalipsis-el-libro-de-la-vida Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el libro de la vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras.
El mar devolvió los muertos que guardaba, y también la Muerte y el Lugar de los muertos devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras.
Después la Muerte y el Lugar de los muertos fueron arrojados al lago de fuego: este lago de fuego es la segunda muerte.
Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.
Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar no existe ya.
Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo.

PALABRA DE DIOS.- TE ALABAMOS, SEÑOR.

Biblia Latinoamericana / se toma como guía el misal Católico: Asamblea Eucarística. México.

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