¿Quién se atreve a poner su ramo a los pies de Jesús? Mt 21, 8-11

¿Quién se atreve a poner su ramo a los pies de Jesús? Mt 21, 8-11

¿Quién se atreve a poner su ramo a los pies de Jesús? Mt 21, 8-11

Comentario al evangelio.



La Iglesia celebra el inicio de su semana mayor, (santa), los católicos compran ramos, palmas e incluso ponen mantos (alfombras) para recibir a Jesús, recordar el día que llegó a Jerusalén y es proclamado “el rey”. En estos tiempos será todo un reto recuperar el verdadero sentido de los ramos, palmas y mantos. Para el comentario citamos todo el texto y posteriormente se harán los señalamientos más importantes:

Mt 21:8 Una gran muchedumbre alfombraba con sus mantos el camino. Otros cortaban ramas de árbol y cubrían con ellas el camino.
Mt 21:9 La multitud, delante y detrás de él, aclamaba: –¡Hosana al Hijo de David!
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosana en las alturas!
Mt 21:10 Cuando entró en Jerusalén, toda la población conmovida preguntaba –¿Quién es éste?
Mt 21:11 Y la multitud contestaba: –Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.

La sagrada escritura declara enérgicamente que una gran multitud se abalanzó sobre Jesús para recibirlo al entrar en la ciudad de Jerusalén y muchos así conocen este pasaje: “la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén”, pero ¿qué puede representar para el católico del siglo XXI?

Los tradicionalistas y devotos.

A las afueras de las parroquias y templos podemos comprar la palma, el ramo para que sean bendecidos, dentro de parroquias bien estructuradas palmas que pasan de un lado al otro para que en la gran solemnidad la semana santa de inicio con el “hermoso domingo de ramos”, para muchos hermanos que se han mantenido en la tradición y lo cual ha sido maravilloso quizá el significado de estos ramos sea para proteger su hogar del “demonio”, para “alejar la mala vibra”, para los devotos tal vez, es para recordar la tradición apostólica de la Iglesia, pero… ¿ese será el verdadero significado?

Sería un error garrafal restarle importancia a la tradición, ya que sí algo ha hecho que la Iglesia se mantenga es por esa tradición. Antes de la palabra de Dios escrita existió la tradición, de boca en boca, de acción en acción la tradición se mantiene vigente, por ejemplo: mi nieto tiene 4 años, probablemente sí le explico lo más sencillo lo del domingo de ramos con la misma palabra de Dios, se dificulte por su edad entenderme, más sin embargo, sí lo tomo de la mano, compro mi ramo, se lo entrego a él, cuando el sacerdote haga la procesión, bendición de los ramos, la gente feliz, agitando ramos, mi nieto verá más ramos y tendrá el impulso de levantarlo, al paso del tiempo seguramente se le hará familiar y cada año comprará su ramo, la devoción se puede arraigar sobre todo cuando se hace en familia y todos quieren hacerlo.

Los católicos modernos.

Para muchos jóvenes el participar en la ceremonia de los ramos les es vergonzoso, han perdido la esencia, la tecnología quiere sustituir el ramo por un celular que tiene una imagen de un ramo o una imagen de Jesús montado en un burrito, entrando a Jerusalén y la gente feliz levantando sus ramos, pero, ¿será lo mismo lo virtual que lo físico?, para otra cantidad de católicos modernos se les hace fastidioso o un negocio.

Los católicos modernos quieren todo práctico, rápido, directo, al grano, que les sea quitado el menor tiempo posible, estos católicos modernos apuestan y permiten todo: abortos, incastos, que sea bolillo en lugar de pan ázimo (la hostia a consagrar), etc., no les importa si es en un caballo o burrito, lejos de tanto enrramaje quieren despojarse de todo, diciendo: “eso era en aquel tiempo”.

Católicos en formación y activados.

En medio de estos dos grupos hay uno que hace el equilibrio, son los católicos que se van formando, educando en la fe, católicos que tratan de hacer las cosas porque saben su significado y lo valioso que representa hacerlo. Saben que la multitud que recibe a Jesús en Jerusalén tiene la posibilidad de hacer suyo el reino de Dios, ¿el reino de Dios?, ¡sí!, Jesús es recibido cómo rey. Los mantos, las ramas, palmas y toda aquella manifestación de hacerle ver que creen en él, ¿quién se ánima a creer que Jesús es el rey y Señor?, la muchedumbre expone: sus mantos, ramas, entonan victores, hay alegría, a estos católicos les es común la alegría, no hay aburrimiento en la liturgia.

Es te tipo de católicos quiere proyectar al Jesús que emociona, transforma, ellos en domingo de ramos festejan la entrada de Jesús que viene a salvar a los hombres, sus ramos bendecidos no son para espantar al diablo sino más bien para decirle: “entra rey”, “pasa Señor a este hogar”, “entra a está familia”, entra a la Iglesia para que por medio del Espíritu santo la siga guiando, nos alegramos de tú presencia por eso este ramo lo inclinamos hacía ti reconociéndote como nuestro “rey” y “Dios”, a estos católicos los vera participando en semana santa, se comprometen más a la meditación, evitan que las vacaciones representen irse a las playas, a ponerse borracheras, desmanes etc.

¿Quién se atreve a poner su ramo a los pies de Jesús?

Las preguntas que hoy se le hacen al católico: ¿eres capaz de inclinar tú ramo ante Jesús y seguirle?, ¿eres capaz de responder por los vivas y las palabras de que dices?, ¿eres capaz de aceptar que eres católico y vivir como católico?, se nos hace lejano responder de la fe como se hace en oriente, donde cuesta la vida ser católico, o responder en Europa de ser católico con tanta aberración al catolicismo, ¿sabe usted querido hermano que muchos no nos atrevemos a poner el manto, a poner el ramo, a gritar viva Jesús porque nuestras pasiones nos consumen?, sentimos que sí hacemos eso , tenemos que vivir de otra forma y a nosotros nos gusta la forma de cómo vivimos, o probablemente a vivir más comprometida la fe?, bueno, es fácil señalar, pero ¿qué podemos hacer para meternos más en la fe?

Los pasos básicos.

1.-Nole de pena comprar su ramo.
2.- No le dé pena levantarlo y victorear:–¡Hosana al Hijo de David!
Bendito el que viene
en nombre del Señor.
¡Hosana en las alturas!

3.- Ponga atención a la lectura del santo evangelio.
4.- Al terminar la ceremonia ubique el ramo en la entrada de su casa para decirle a Jesús: “pasa mi Rey”.
5.- Medite el cómo se atiende a un Rey.
6.- de testimonio de la fe ante los pequeños.

Conclusiones.

Querido amigo, le felicito, porque usted no tiene la interrogante de aquellos judíos: 10 Cuando entró en Jerusalén, toda la población conmovida preguntaba –¿Quién es éste?, usted ya sabe quién es Jesús, usted vive en un mundo con mucha información positiva y negativa, vive en un país donde se puede todavía profesar la fe, algunos contestaron vagamente, una parte de la verdad: 11 Y la multitud contestaba: –Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.

Ante las naciones Jesús diría: “soy el salvador”, sin embargo, Jesús no necesita proselitismo sino más bien que los católicos lo imiten y todo se dará en añadidura, le vuelvo a extender mi felicitación, quizá sea la mejor semana santa que usted haya vivido, solo es cuestión de desearlo y el Espíritu santo se lo mostrará. Ahora: ¿se atrevería a inclinar su ramo ante Jesús?, es el reto que le espera, ojala responda pronto.

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