Mandamientos que  nos hacen ir al reino de Dios Mc 12, 28b-34.

Mandamientos que nos hacen ir al reino de Dios Mc 12, 28b-34.

Mandamientos que nos hacen ir al reino de Dios Mc 12, 28b-34.

comentario a evangelio.


Un día más de santa asamblea eucarística y en ella reunidos como hermanos católicos nos disponemos a celebrar con Jesús el gran sacrificio de amor. Nuestra liturgia es bellísima y todavía más, cuando por medio de la santa palabra somos motivados al camino de perfección cristiana que hace el Espíritu santo. Hoy Jesús nos hace ver que los mandamientos se sintetizan en dos: Unos con relación a Dios y los otros con relación a la relación entre nosotros. Para el comentario lo citamos todo en su texto y posteriormente se hará el comentario más idóneo:

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» 
Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.» 
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» 
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Jesús magníficamente orienta nuestro corazón para hacernos ver, cuáles son los mandamientos más importantes para llevar una mejor vida , tanto en la relación con él como la relación entre los demás. Para tratar mejor este riquísimo texto, lo dividimos en tres partes: 1) ¿Hay mandamientos más valiosos?; 2) Todo se concentra en dos y 3) la conciencia del valor del reino de Dios.

1.- ¿Hay mandamientos más valiosos?

La palabra mandamiento encierra en ella una orden que se ha dado a alguien que tiene que cumplirla y quién la ha dado tiene una autoridad superior al que la ha de cumplir, sin embargo dentro del catolicismo un mandamiento forma parte de un conjunto de preceptos dados por Dios para el bien del hombre.

Se respetan los 10 mandamientos dados por Dios al hombre a través de Moisés en el Sinaí, con sus debidas orientaciones. En Israel llegan a darse 613 preceptos que llegaron a ser un lastre entre los israelitas. La pregunta es: ¿hay mandamientos más valiosos que otros?, dentro los mandamientos que observan los católicos no, los diez tienen el mismo valor, en ellos no solo está el obedecer sino la perfección cristiana. Recordemos aquel joven que le llego la gracia de querer ganar el reino de Dios, ¿cuál fue la pregunta?, ¿qué debe hacer para ganar la vida eterna?, ¿cuál fue la respuesta de Jesús?, cumple los mandamientos y le enumera parte del decálogo, el joven no pregunto: ¿cuál de los 613?, sabía cuales eran preceptos humanos y cuáles eran los divinos.

Jesús no viene a derogarlos sino a darles plenitud, todos tienen el mismo valor, porque de lo contrario, se caería en la imperfección y en el relativismo que nos hace que nos alejemos de la objetividad.

2.- Todo se concentra en dos.

Primero hacemos notar que la pregunta la hace un escriba, que son los que oficialmente eran nombrados para enseñar al pueblo como hoy lo es un docente. Nótese que no hay agresividad de este escriba hacía Jesús, más bien busca profundizar o confirmar lo que él ya sabe, Jesús en ese tiempo se ha ganado ya una fama respetable como “Rabí”, la pregunta es: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» Nótese de nuevo: no pregunto cuál es el mandamiento más importante sino el primero? Y Jesús contesto tal cuál es el shema y como conocemos el nuestro: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” De este parten los demás.

Para nosotros los 10 mandamientos se han ordenado así:

1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.

Tres son directamente en relación a Dios y siete van en relación con los semejantes o el prójimo. El primero es la parte sustentable de lo que significa Dios para el hombre y sí es importante no se puede tomar en vano y se honra santificándolo. Los otros 7 se desplazan honrando a la madre y al padre, uno es fruto del amor y la vida es incuantificable, se mantiene fiel el amor que se profesa por eso no hay cometer adulterio ni actos impuros y si se respeta la vida sus bienes son también de respeto, no se pueden robar y así podríamos ir uniendo uno con otro.

Por eso sí se ama a Dios no hay nada superior en la vida del hombre y sí digo que amo a Dios lo demuestro en el amor que se profesa al ser humano.

3.- La conciencia del valor del reino de Dios.

Se puede reducir a este versículo: Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» El escriba profundizo que el amor a Dios, su honra y su seguimiento a sentirse amado, “no sirve de nada si no tiene un efecto: y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. El reino de Dios no está lejos, se aleja cuando fuera de estos dos andamiento el hombre quiere caminar con su propia libertad y voluntad y no es que Dios no quiera la libertad y libre albedrio del hombre, es que quiere su bien y cuando fuera estamos construyendo nuestro propio reino perdemos el reino.

Conclusiones.

-Todo está en desear el reino y Dios hará más fácil entender los mandamiento, pero más aún, cumplirlos para nuestra santidad.

-Jesús verá plenitud en el hombre, cuando logre ver que el amor que se le manifiesta, detona en la práctica del amor al prójimo.

-La idolatría se marcha cuando Dios está sobre todo.

-Estos dos mandamientos nos orientan a la santidad.

-Con toda la mente y corazón se puede amar a Dios, un holocausto y un sacrificio funcionan cuando el objetivo es darse al prójimo.

Hoy Jesús a definido nuestro camino al reino, basta creer que lo que ha dicho como lo hizo el escriba tenga la suficiente fuerza en nosotros para llevarnos al reino.

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