Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- No yo, sino tu Voluntad… Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor- No yo, sino tu Voluntad… Parroquia de San Pío X

Billete Celador –Un Mensaje para Ti Guardia de Honor-
No yo, sino tu Voluntad…
Parroquia de San Pío X

oraba-en-todo-momento

Se aparto de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas oraba diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. Y sumido en su agonía, insistía más en oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra.

Lucas 22, 41-44

 

San Beda: si quieres, si es posible… es decir, si todos los bienes, frutos de mi Pasión, pueden realizarse sin que me someta a ella, aléjese de mi este cáliz, pero si para cumplirse es necesario que yo muera, que su Voluntad se cumpla, no la mía.

 

En toda prueba de nuestra vida digamos: que se cumpla la Voluntad de Dios y no la nuestra.

 

Jesucristo encuentra en la oración refugio, fortaleza y discernimiento para hacer la Voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le place, lo que es perfecto. Este discernimiento no atañe solamente la vida cotidiana; desemboca en el pleno conocimiento de su Voluntad, sabiduría y conocimiento espiritual. Una oración según su Voluntad, y la fórmula clásica “si Dios quiere” adquiere una resonancia constante en la práctica de la Voluntad de Dios. Esta práctica constituye la vida cristiana, contraria a la vida según las pasiones humanas. Hacer la Voluntad de Dios, para el cristiano es: santidad, acción de gracias, paciencia, honestidad, buena conducta…

 

Desear que la Voluntad de Dios, se realice en nosotros es signo de Amor.

 

¡Qué hermoso ejemplo el de Jesucristo, el siendo el Hijo de Dios, nos muestra su Corazón lleno de humildad y sinceridad! ¡Qué manera de amarnos! ¡Aún a costa de todo sufrimiento, en sus pensamientos esta primero el bienestar de toda la humanidad! Nos enseña que en los momentos más difíciles, hay que ser sincero consigo mismo y con los demás y reconocernos necesitados de Dios. El mismo Jesucristo expone sus sentimientos de miedo, cansancio abrumador, desánimo, agonía… su pasión comienza, el abandono de sus amigos, la traición de uno de ellos, el pasado, el presente y futuro de la humanidad… Él, expone sus sentimientos de miedo, al Padre; su deseo espontáneo es el de huir del dolor. Pero hay una decisión más honda: la de salvar a todos los hombres según los designios de Dios amor. Y esta decisión se impone por encima de todo dolor y sufrimiento.

 

Hacer la Voluntad de Dios, no es una fatalidad, sino un llamamiento amar y a unir la Voluntad divina con la humana, comienza suscitando una respuesta que inicia con el dialogo intimo con Dios y desemboca en el cumplimiento de su Palabra. Esto se logra día a día, minuto a minuto, el ponernos a tono con el camino que hemos de seguir y que ha sido objeto de su amor eterno por parte de quien nos ha llamado a la existencia. No es que Dios suplante nuestras iniciativas; pero él conoce muy bien nuestro corazón y nuestras tendencias más profundas de las cuales nosotros a veces no somos consientes. El Padre sabe mejor lo que nos conviene, por encima de nuestros intereses. La decisión que tomo Cristo en Getsemaní quiere que nosotros también la tomemos con Él: Darlo todo por amor al Padre y a los hermanos, pero esto no se improvisa es una lucha diaria entre hacer la Voluntad de Dios o la propia… hoy más que nunca nos llama también a nosotros a compadecernos del sufrimiento humano, y ser para los demás como el ángel que conforta al que sufre, que comparte con el que no tiene, que consuela al que llora, que defiende al oprimido… ¿hacemos la Voluntad de Dios o nos resistimos a cumplirla?

 

Mamita María, que con el anuncio del ángel te pronunciaste “como la esclava del Señor…” renunciando así a tu propia voluntad, para ser instrumento de salvación en las manos de Dios, eres para nosotros tus hijos Modelo de caridad, fe y obediencia porque por mas dificultades que tuvieran que pasar: pobreza, persecuciones, incomprensiones… te mantuviste siempre firme a la Voluntad de Dios. Tú eres Madre de Salvación porque por los meritos de tu obediencia nos obtienes la gracia de recibir perdón y misericordia. Mamita María, enséñanos a vivir en obediencia para poder dar testimonio de unidad.

 

Intención del Santo Papa para que las familias en dificultad reciban los apoyos necesarios y los niños puedan crecer en ambientes sanos y serenos.

 

Oremos por todas las necesidades de nuestra Iglesia en especial por: santo Papa Francisco, Papa Emérito Benedicto XVI, Arz. Alfonso Cortes Contreras, Arz. Emérito José Guadalupe Martin Rabago, Obispo Juan Pallares, por todos los Obispos y sacerdotes del mundo en especial por: P: Eduardo Contreras, P. Juan Rodríguez Alba, P. Mario García, P. Juan Manuel Fernández, P. Silverio Chávez Ayala, P. Rafael, P. Martin Tafolla, P. Jorge Claudio, P. Hugo Landeros, P. Arturo Pérez Márquez, P. Antonio Borja, P. Arturo Espinoza Rico, P. Jorge Avalos, P. Chuy Salazar, P. Carlos Muñoz F., P. Chuy Reyes, P. José López, P. Valentín Garibay, P. Joel Padrón González, P. Juan María Huerta Muro, P. Roberto Velázquez, P. Cástulo Zavala, P. Eduardo Córdova, Párroco Tomas M. Zielinski, P. Juan Desiderio Espinoza, P. Miguel Domínguez, P. Leo Patlán, P. Emmanuel Ayala, Arz. Ulises por todos los seminaristas en especial por Francisco Idalino Servin Medina, Diego Antonio Álvarez Ibarra, Alfredo Moreno, Miguel Ángel Arellano del Río, Víctor Hugo Arellano por todas las órdenes religiosas, vocaciones sacerdotales, Misioneros, Diáconos, todas las autoridades eclesiales, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, todos los Ministerios en especial Catequesis infantil, Familia, Comunidades, Epso Caritas, Evangelización, Liturgia, Música, Ministerio de Jóvenes, Pastoral de la Salud, Visitan la Cárcel, Niños de María y todos los Servidores de la Iglesia.

 

Celadores del Santísimo Sacramento y Guardias de Honor del Sagrado Corazón de Jesús.

 

Oremos por todos los enfermos del mundo en especial por: P. Juan Manuel Fernández, Evangelina Márquez, José Antonio Mosqueda, Jorge Martínez, por todos los enfermos del alma que no perdonan, que viven en discordia, por los que no tienen misericordia de los que sufren.

 

Por la conversión de todos los pecadores.

Por todos los agonizantes para que alcancen la fidelidad hasta el último momento.

Por todos nuestros hermanos que están en la cárcel por sus necesidades.

 

Por la paz en todo el mundo.

 

Por todos nuestros fieles difuntos en especial: Amalia Martínez y las almas del Purgatorio.

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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