Historias posibles: Vivir como se piensa Mt 5, 5, 17-37.
Familia cristiana.
La ilusión de dos jóvenes de pasar unas vacaciones con unos parientes muy especiales, tomó un nuevo interés, al regalarles el papá el viaje en una avioneta ellos estaban emocionados, la alegría de estos dos hermanos no la podían ocultar, como es clásico todas las recomendaciones de conducta y comportamiento les hicieron mamá y papá, hasta cuando la avioneta despego, apenas el sol empezaba a salir, el trayecto marchaba perfecto pero algo repentino cambio el viaje, el piloto estaba infartándose que provocó la caída de la avioneta, los chicos salieron ilesos, pero el hombre por desgracia había fallecido, no sabían dónde habían caído, no había señal en los celulares y el radio de onda corta se había averiado con el impacto, tomaron parte de equipaje y víveres tratando de encontrar ayuda.
Exactamente a las 3 horas de camino observaron un pequeño pueblo incrustado en una parte de aquellos cerros y vegetación. Caminaron hasta llegar a él y el ambiente lo percibieron hostil, salieron unos curiosos a su paso y ellos atreviéndose preguntaron a un pueblerino: ¿cómo se llama este lugar?, comentaron del accidente y los canalizaron con un especie de patriarca, les hizo pasar y sabiendo su historia les comentó: estamos a 15 horas en caballo del siguiente pueblo, quien tiene camioneta o camión no se encuentran hasta en 4 días, en eso llegaron unos pueblerinos con gran alboroto, le pedían justicia por el proceder de Anacleto al no respetar los acuerdos y no educar sus hijos conforme a lo convenido, con mentiras los evadade, pedían una reunión con Anacleto, lo cual este patriarca les concedió mandando un citatorio, el cual tuvo respuesta en 20 minutos voy.
El hombre aquel les hizo saber que en la reunión les comentaría a los habitantes para ver de que forma se les puede ayudar, poco a poco fueron llegando más de aquel lugar y fueron a un costado de esa casa acondicionando para la reunión, paso una 1 hora y el tal Anacleto no aparecía, se le envío otro citatorio el cual tuvo retorno que en 10 minutos estaba ya, la gente se desesperaba y por fin el tal Anacleto apareció después de 40 minutos, con desfachatez, dijo que estaba ocupado y le respondieron: usted no respeta el tiempo de los demás, siempre con mentiras, engaños, Anacleto hizo ademanes y se sentó.
La gran asamblea.
Dio inicio la reunión y el motivo se lo hizo saber don Andrés: “su conducta no procede de acuerdo a los convenios aquí tomados democráticamente”, “su poco discernimiento provoca escándalo” y la conducta de sus hijos genera problemas en los demás niños, con vocabulario soez, con mirada despectiva el respondía: yo he interpretado así las normas acordadas, el que mis hijos no utilicen palabras como muchas de ustedes, bonitas ¿en qué les perjudica?, don Andrés que representaba a la prole le argumenta, mire: primeramente su interpretación es errónea, pero usted por sentido común sabe que no lo ésta haciendo bien las cosas, se hace el ingenuo para violarlas, en cuanto a sus hijos: sí permitimos que este tipo de lenguaje se haga parte de nuestro pueblo tarde o temprano se denigrarán las relaciones fraternas, la forma vulgar de hablar de su hijo mayor hacía las jóvenes genera un ambiente tipo burdel, Anacleto molesto hace ademanes y se le sale unas palabras: “las viejas solo sirven para la cama”, esto generó alegatos, pero aquel hombre como un aguijón de alacrán les empieza a decir: “miren no sean hipócritas”, que aquí hay varios que cometen adulterio y no los denuncian, seguido se meten unos con otros y se admiran de mis hijos, la temperatura sube de tono, los hermanos accidentados escuchaban todo eso y el mayor le comenta al menor: “como nuestras compañeras de escuela que andan de dormitorio en dormitorio”; una dama ofendida le dice: “es usted un salvaje”, Anacleto apretó los puños y hablándoles les hace saber: ustedes me critican porque visito a viudita, yo soy viudo, ¿cuál norma violo?, soy libre y ella también, sin embargo don pifas se mete con la Mary que es casada, ¿no comete violación de la ley?, me dicen que soy salvaje porque mató a la res de un balazo y poder vender la carne, pero la familia Gasca y la Roble se odian que hasta andan armados para matarse ¿no violan las normas?, esto provoca que todos hablen a la vez.
El patriarca hace poner orden y de pronto todas las miradas se dirigen a una figura, es un monje o fraile franciscano, los jóvenes lo observan también, aquel fraile les dice a todos: “paz y bien hermanos”, la mayoría le devuelve el saludo, el fraile les hace saber del accidente y en eso el patriarca presenta a los jóvenes del accidente, pide la forma de ayudarlos para que lleguen a contactar ayuda pero no ven la forma de ayudarlos, el fraile les pregunta que de donde son: ellos responden: Zamora Michocán, el fraile les comenta que él va al siguiente pueblo y que puede llamar pues ahí hay teléfono, los jóvenes le dicen: “nos vamos con usted”, el fraile les hace saber que esta distante aquel pueblo pero ellos aceptan, se despiden y principalmente del patriarca y ya dejando aquella gente le dicen al fraile, lo que pasa es que ya queríamos dejar aquel ambiente.
Edificándose unos con otros.
Caminando, uno de los chicos le preguntó al fraile: ¿a dónde se dirige?, él les responde: voy al siguiente pueblo, me toca misionar ahí, el más adulto le cuestiona: ¿qué no es primero aquel pueblo que dejamos?, el fraile les hace saber que ya estuvo ahí, que su estancia dio como resultado el que llegaran a acuerdos sobre la forma de actuar y conducirse, esto originó una sonrisa sarcástica en Abrahán que era el hermano mayor, el fraile, le pregunta: ¿por qué has sonreído de esa forma?, el chico le dice: estaban resolviendo problemas de conducta y ahí se estaban sacando los “trapitos al sol”, el fraile suspira… hay un silencio y empieza a decirles a los jóvenes: la gente hace parecer que le gustan los problemas, la mala vida, saben por sentido lógico que están obrando mal, creen que engañan, que son hábiles para no ser descubiertos y el fraile les pregunta: ¿qué opinan de matar?, porque ellos tenían un concepto muy límitado, Alfredo el menor reacciona inmediatamente, que nos dice a nosotros, en nuestro estado es el pan de cada día, Abrahán el mayor interviene: en la Iglesia nos enseñan que no solo quitar la vida con cualquier tipo de arma es un pecado mortal, también con la boca se mata, con los actos también se mata, el quitar la fama a alguien es matar su reputación, el difamar es deshonrarle, el maltratarle con palabras soeces es humillarle, el inventar algo de una persona es matar su dignidad y estás no pueden tan fácil sanar, Alfredo toma la palabra: mi papá nos aconseja que antes de hablar de alguien pensemos sí así lo manda Jesús, el fraile les dice. “veo que son creyentes”.
Hacen una parada y el fraile saca de un viejo saquillo unos trozos de pan que les comparte y agrega, sí muchachos, es muy fácil vivir bien con los demás, el respeto, la forma de a conducirse en las relaciones, la cortesía del saludo genera bien por ello Jesús invita a estar bien con el hermano antes de pisar el altar, antes de ir a misa solucionar esa desavenencia, Alfredo le hace conocer que su mamá no los deja dormir sin pedirse perdón cuando hay un enojo entre ellos, fray Tomás sonríe ampliamente al ver la labor de su mamá de ellos, les dice: soy fray Tomás y ellos sonríen y se presentan de igual manera, fray Tomás sigue hablando: llevo un nombre de un apóstol de Jesús, es muy famoso porque no quiso creer que Jesús había resucitado cuando le dijeron sus compañeros, pero nos ha dejado las bellas palabras de: “señor mío y Dios mío”, Abrahán interviene, es que mucha gente dice mentiras, jura que es verdad y no lo es, hasta llegan a jurar por Dios cuando saben que es mentira y lo defienden como si fuera verdad, fray quiere saber que piensan de eso los jóvenes: ¿ustedes que opinan de ello?, Abrahán le responde: yo quiero vivir como pienso y por eso tengo que vivir en la verdad, no puedo decir mentiras sino estaré viviendo en la mentira y en una fantasía, sí quiero vivir como pienso sería incongruente el obrar como los demás, terminaría viviendo como ellos, Alfredo confirma: vi en la biblia que decía: Sea vuestra palabra: Sí, sí; no, no; todo lo que pasa de esto, de mal procede. El joven continúa: yo veo que mucha gente se compromete a algo sabiendo que no lo va a cumplir, por esa razón yo pienso cuando alguien me pregunta: ¿podré cumplir y quedaré en ridículo?, cuando alguien me queda mal me da mucho coraje por eso cuando no puedo simplemente les digo que no puedo, causaré incomodidad en ese momento pero evitaré molestias futuras, fray Tomás afirma, sí es fácil vivir bien, aún con tentaciones.
Alfredo vuelve a tomar la palabra: mi papá y mi mamá tiene 20 años de casados, mi mamá nos dice que mi papá a vencido inclinaciones de posibles adulterios alejándose de la ocasión, eso evitará caer en la tentación y fray Tomás mueve la cabeza y dice: pero mucha gente no lo hace así y cae, por esa razón Jesús contrasta que es mejor entrar mutilado en el reino que todo entero pero en el infierno, el sentido que te hace caer se mutila, pero no lo dice para que lo cortes o lo extirpes sino para que trabajes en él, veas cual es el que te causa problema y vencerlo.
Una polvareda se veía que se venía levantando, unos vehículos se acercaban, eran patrullas, se pararon a un lado de ellos y preguntaron sí eran los que habían sufrido el accidente, ellos contentos responden: “sí”, los suben al vehículo y le echan “rai” al fraile también, los vehículos dan vuelta y regresan por donde venían, llegan al otro pueblo, ahí estaban sus padres de ellos, el piloto notificó lo que le había sucedido hasta que ya no pudo hablar más, ya habían levantado las cosas de la avioneta, el cuerpo y los chicos se despedían de fray Tomás que dijo a sus padres: “sigan educando así a sus hijos y el fruto será abundante”, abrazados vieron como fray Tomás seguía su camino.
