El Alma Vivificada por el Sagrado Corazón de Jesús
¡Yo soy la Vida!
Así como una planta vive, crece y fructifica puesta a los rayos del sol, por recibir el calor, luz
Y vida, así ustedes si se ponen durante este mes a la dulcísima influencia del Sagrado Corazón; así si son tibios, este divino sol los enfervorizara; si están ciegos, los iluminara; y si están muertos, los resucitara! Pero quiere que vayas a buscarlo… que le manifiestes tus necesidades en la oración, y le abras tu alma por la confianza. Si quieres participara de sus benignas influencias, llega al Altar con la oración, siéntate a la Mesa Eucarística; allí veras resplandecer en todo su amoroso vigor a este divino y radiante astro, vivificador de tu alma.
