Palabra de Dios 7 de Sep. del 2025. XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro de la Sabiduría ( 9, 13-19 )
¿Quién es el hombre que puede conocer los designios de
Dios? ¿Quién es el que puede saber lo que el Señor tiene
dispuesto? Los pensamientos de los mortales son inseguros
y sus razonamientos pueden equivocarse, porque un cuerpo
corruptible hace pesada el alma y el barro de que estamos hechos
entorpece el entendimiento.
Con dificultad conocemos lo que hay sobre la tierra y a duras
penas encontramos lo que está a nuestro alcance. ¿Quién podrá
descubrir lo que hay en el cielo? ¿Quién conocerá tus designios, si
tú no le das la sabiduría, enviando tu santo espíritu desde lo alto?
Sólo con esa sabiduría lograron los hombres enderezar sus
caminos y conocer lo que te agrada. Sólo con esa sabiduría
se salvaron, Señor, los que te agradaron desde el principio.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo ( 89 )
R. Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales
que retornen. Mil años para ti son como un día que ya pasó; como
una breve noche.
R.
Nuestra vida es tan breve como un sueño; semejante a la hierba,
que despunta y florece en la mañana y por la tarde se marchita
y se seca.
R.
Enséñanos a ver lo que es la vida y seremos sensatos. ¿Hasta
cuándo, Señor, vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo?
R.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda.
Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos, puedan mirar tus obras
y tu gloria.
R.
SEGUNDA LECTURA.
Carta de Pablo a Filemón ( 9b-10. 12-17 )
Querido hermano: Yo, Pablo, ya anciano y ahora, además,
prisionero por la causa de Cristo Jesús, quiero pedirte algo en
favor de Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado para Cristo
aquí, en la cárcel.
Te lo envío. Recíbelo como a mí mismo. Yo hubiera querido
retenerlo conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras
estoy preso por la causa del Evangelio. Pero no he querido hacer
nada sin tu consentimiento, para que el favor que me haces no
sea como por obligación, sino por tu propia voluntad.
Tal vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que
lo recuperaras para siempre, pero ya no como esclavo, sino como
algo mejor que un esclavo, como hermano amadísimo. Él ya lo
es para mí. ¡Cuánto más habrá de serlo para ti, no sólo por su
calidad de hombre, sino de hermano en Cristo! Por tanto, si me
consideras como compañero tuyo, recíbelo como a mí mismo.
Palabra de Dios.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas ( 14, 25-33 )
En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre
y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo: “Si alguno quiere
seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa
y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí
mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y
me sigue, no puede ser mi discípulo.
Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no
se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué
terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no
pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de
él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’.
¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a
considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro
del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el
otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las
condiciones de paz.
Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus
bienes, no puede ser mi discípulo”.
Palabra del Señor.