HE RECHAZADO EL AMOR DE DIOS: segundo tema kerygma.

HE RECHAZADO EL AMOR DE DIOS: segundo tema kerygma.

HE RECHAZADO EL AMOR DE DIOS

Objetivo: Que cada uno de los participantes descubra que el mal que lleva dentro y que le

rodea, es el efecto del rechazo del amor de Dios en su vida.

  1. Saludo y enlace (10’)

El coordinador saluda y agradece la presencia de todos. Dirige una dinámica en la que todos se

aprenden los nombres de todos (sin apellidos).

A continuación recuerda lo visto en el encuentro anterior y presenta el objetivo de este

encuentro.

  1. Aspectos de la vida urbana (15’)

El Coordinador dirige el siguiente ejercicio:

Cómodamente sentados, cierren sus ojos durante un minuto; relajen sus músculos

y perciban los ruidos y el silencio.

Abran sus ojos y vean, durante un minuto, y observen en silencio todo lo que está

a su alrededor.

Les diré unas palabras y todos juntos irán señalando los objetos o personas que

nombre (ejemplos: silla, Pedro, foco, azul, etc.).

Ahora voy a nombrar otros objetos o personas y cada quien señalará lo que se le

ocurra, menos lo que voy diciendo.

El coordinador subraya la diferencia entre un momento y otro: en el primero, orden y coherencia;

en el segundo, confusión, desorden, ridiculez.

El coordinador pregunta: ¿qué sucede en nuestra ciudad? ¿De veras estudia el estudiante? ¿De

veras el político busca el bien común? ¿Realmente el comunicador transmite la verdad? ¿En

verdad el sacerdote nos lleva a Dios? ¿De veras el comerciante es honrado? Y yo ¿qué tan

coherente soy con mi estado de vida? Como cristianos ¿somos luz para nuestra ciudad? Sí, no.

¿Por qué?

Las respuestas más sobresalientes son escritas en una cartulina.

  1. La Palabra de Dios me ilumina (15’)

¿Cómo llamamos los cristianos a todas esas realidades que hemos mencionado y que son

contrarias a la voluntad de Dios?

De esas realidades, hay algunas que son solamente personales; otras, sociales. ¿Quiénes son

responsables de unas y otras? ¿Por qué?

Veamos lo que nos dice Jesús en su Evangelio.

¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: hijo, ve

ahora a trabajar a la viña. El respondió: no quiero. Pero después se arrepintió y

fue. Luego se acercó al segundo y le dijo lo mismo. El respondió: voy, señor. Pero

no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre? (Mt. 20, 28-31).

Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor.

Pero sólo permanecerán en mi amor, si ponen en práctica mis mandamientos, lo

mismo que yo he puesto en práctica los mandamientos de mi Padre y permanezco

en su amor.

Nadie tiene amor m grande que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son

ás

mis amigos, si hacen lo que yo les mando (Jn 15, 9-10. 13-14).

  1. La Palabra de Dios en mi vida (15’)

¿Qué parte de éstos textos me llamó más la atención?

¿Con cuál de los dos hijos me identifico?

En mi vida ¿he correspondido a la amistad que Dios me ha ofrecido?

Hacen esta reflexión por algunos momentos y se les invita a compartir lo que crean oportuno.

Se hacen algunos comentarios sobre el contenido de la cartulina utilizada en el No. 2.

Al final de las aportaciones, el coordinador subraya que: El pecado es la desobediencia a la

voluntad de Dios que lesiona nuestra dignidad de personas y de hijos de Dios. El pecado siempre

tiene repercusiones en quienes nos rodean.

Nuestros pecados no nos deja crecer ni personal, ni familiar ni socialmente.

  1. Evaluación (5’)

Contemplando el amor de Dios ¿qué pienso acerca de mis pecados? ¿me arrepiento de lo hecho?

¿Cómo descubro la acción destructiva del pecado en la ciudad?

  1. Canto (5’)

Todos: Perdona a tu pueblo, Señor. Perdona a tu pueblo. Perdónalo, Señor.

Lector: Porque nuestros labios no siempre dicen la verdad y porque hemos ensuciado

nuestras manos con la injusticia.

Todos: Perdona a tu pueblo…

Lector: Porque hemos permitido la violencia en la televisión, en las calles, en la vida de

pareja, entre vecinos.

Todos: Perdona a tu pueblo…

Lector: Porque nos hemos olvidado de ti, Señor, no escuchando tu palabra, no

acercándonos al templo, no alabándote en nuestras familias.

Todos: Perdona a tu pueblo…

  1. Despedida e invitación al siguiente encuentro (5’)

Después de despedirlos e invitarlos al siguiente encuentro, el coordinador exhorta a que cada uno

de los participantes lea en su casa y medite el texto bíblico de la lectura complementaria.

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2 Comentarios

  1. adriana

    estoy an la etapa kerigmatica pero aveces me siento mal xk siento q apesar de estarme esrcando a DIOS creo q tengos muchos pecados gracias por los consejos q m a dado aserca del pecado me han ayudado bastante

    Responder

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