“No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”  Hora Santa Parroquia de San Pío X

“No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma” Hora Santa Parroquia de San Pío X

“No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma”

Oremos por las necesidades de todos los sacerdotes del mundo en especial por el P. Eduardo Contreras.

Hora Santa

Parroquia de San Pío X

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Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…

 

 

Con un corazón agradecido nos acercamos a tu Corazón lleno de misericordia para decirte Gracias por el sacerdocio del padre Eduardo Contreras, gracias por sus manos que con ellas nos alimenta con tu Cuerpo y tu Sangre, gracias por sus labios que pronuncian tus palabras de perdón en el sacramento de la reconciliación, gracias por cada palabra pronunciada en tu nombre y que ha llegado a nuestros corazones como un bálsamo para nuestras vidas, gracias por la sabiduría que en el momento le das para conducirnos en la oscuridad de nuestra de nuestra alma, sobre todo gracias porque en él, estás tú vivo, operante y lleno de amor misericordioso.

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 10,26-33

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítelo en pleno día y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi padre, que está en los cielos, pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negare ante mi Padre, que está en los cielos”
Palabra del Señor Gloria a ti Señor Jesús
Releemos en silencio y compartimos la frase que más nos llegue al corazón.

 

Canto
Gracias quiero darte por amarme, gracias quiero darte yo a ti Señor
Hoy soy feliz porque te conocí, gracias por amarme a mí también

Yo quiero ser Señor amado como el barro en manos del alfarero
Toma mi vida hazla de nuevo, yo quiero ser un vaso nuevo.

Te conocí y te ame, te pedí perdón y me escuchaste
Si te ofendí perdóname Señor, pues te amor y nunca te olvidaré.

La perfección de las virtudes.

La Victoria reina del mundo. Sor María Natalia Magdolna.

En el otoño de 1942, al estar en mi corazón, el Señor me enseño lo siguiente: “Hay tres cosas necesarias en las que Yo puedo construir mi trono en un alma en breve tiempo.
Estas tres cosas son las siguientes: el cristal, un par de alas y una partícula de polvo. Me gustaría que mis sacerdotes, especialmente los que dirigen almas, hablaran con frecuencia de estas tres cosas”

 

I. El Cristal –dijo Jesús- simboliza no solamente la limpieza del cuerpo, sino también la limpieza del corazón y del alma. El alma debe estar limpia no sólo de pecados mortales, sino también de los veniales.

Es más, el alma debe estar limpia de malas intenciones y de negligencias. La fidelidad, aún en las cosas de poca importancia, también mancha el alma. Para alcanzar estar limpia son necesarias cuatro cosas:
1) Negar al cuerpo todo lo que sea placer desordenado.
2) Limpiar el corazón del apego a aquellas cosas que no vienen de lo sobrenatural.
3) Alejarse de toda cosa que te conduzca al mal.
4) Alejar los pensamientos de lo que es terrenal, preocupaciones del pasado, presente y futuro, porque todo esto empaña el alma y me impide unirme a ella.

 

 

II. un par de alas –estas simbolizan la libertad del alma- el alma debe estar libre del cuerpo, del amor a las criaturas, del mundo y al mismo tiempo debe estar llena de cosas santas.
El alma debe estar libre hasta del deseo de guiarse a sí misma. Porque Yo solamente puedo elevar a un alma verdaderamente libre.

 

III. La partícula del polvo –el polvo simboliza la humildad- Es necesario que el alma reconozca quien es sin mí. Por eso es necesario que se humille ante mí y ante los demás.

 

No puedes permitirle el pensamiento de que eres “alguien” porque en el momento que esto entra en tu mente, te alejas de mí y pierdes gracia.

 

Si un alma sinceramente reconoce su miseria y se golpea el pecho implorando perdón, si se regocija en el hecho de que en verdad no es nada ni vale nada y si este pensamiento no le causa dolor es porque está muy cerca de mí.

 

Esta alma no se sentirá herida si Yo le llamo la atención por sus faltas porque ella sabe que la santidad no consiste en no caer sino en la voluntad de levantarse otra vez.

 

En el pleno conocimiento de su pequeñez, dicha alma confiará completamente en mí y vendrá a mí con confianza y amor, no sólo para recibir mis regalos, sino también para hacer reparación por sus faltas y consolarme.

 

En su humildad, dicha alma siente que es digna de la condenación y no de la gracia. Por eso, sin darse cuenta, esta alma está haciendo una escalera de oro con la cual escalar, desde su profundidad, las alturas celestiales.

 

Al mismo tiempo, esta alma me obliga a bajar hacia ella y a poner mi trono en su corazón.

 

Mientras el Señor me hablara de estas cosas y en particular de la libertad del alma, vi a un alma que no era capaz de alcanzar su libertad porque estaba muy orgullosa de sus habilidades, de su cuerpo, de su belleza y se complacía en esta vanidad.

 

Esta alma se tranquilizaba pensando que esto no era una falta ya que veía y reconocía las mismas cualidades en los demás. Estos pensamientos no le gustan a Dios y son peligrosos porque dejan la conciencia en una falsa paz. Vi que esta alma estaba encadenada y también que el Divino Salvador no conseguía entrar en ella con su belleza y su gracia.

 

Un alma recibe las gracias divinas sólo si está completamente libre. También vi obstáculos en otras almas que impedían la entrada total de la luz divina. Esas eran luminosas sólo por fuera, pero dentro sólo había oscuridad.

 

En cambio, las almas que no impedían la entrada de la Luz divina irradiaban desde dentro. La Luz divina penetraba hasta su más profundo ser y las santificaba.

 

Solamente en estas almas el Señor se complacía y encontraba en ellas gloria, belleza y santidad. ¡En ellas Él era todo!

 

En una ocasión el Salvador me hizo ver a una superiora muy humilde y me dijo: Hay entre mis esposas algunas muy ciegas que no se dan cuenta de que Yo bajo hacia ellas a través de sus superioras.

 

Son tan frías que no se dan cuenta de lo que Yo derramo en sus almas a través de sus superioras. Hija mía, mis palabras son verdad: el alma humilde tiene un valor tan grande ante mí que, si Yo no hubiera creado al hombre, lo crearía sólo por un alma así.

 

Si Satanás pudiera recibir la gracia, es decir, si Yo le permitiera vivir por un momento junto a un alma humilde, esto le afectaría tanto, que junto con sus legiones de ángeles caídos, vendrían a mi más rápido que un alma fría y endurecida y me pedirían perdón.

 

Oh ¡esposas mías, ustedes están caminando en la luz de mis gracias y todavía siguen ciegas! ¡Ustedes viven junto al fuego y todavía siguen frías! Pero Yo te digo que vendrá el tiempo en que se calentaran al lado de sus excelentes superioras y sus ojos se abrirán.

 

Mientras Jesús hablaba así, yo pude ver la humildad de una persona y se me permitió escribir lo siguiente: vi un profundísimo valle del cual salían enormes llamas y oí una voz que dijo:

“las más grandes llamas salen del más profundo valle” y entendí que el valle es la humildad y la llama, el amor de Dios.

Jesús me enseño a nunca sentirme ofendida. Eso era algo que yo tenía que aprender bien y Él me resumió en tres puntos lo que debo hacer cuando me ofenden:

1. Cuando te hieran, reflexiona que Yo lo sabía de antemano y lo permití.
2. Por favor, acepta y perdona, aunque no tengan razón, porque tú debes humillarte por otros pecados.
3. Si es posible no le cuentes a nadie lo que te pasó.

Releemos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.

 

 

Oremos a María Santísima
En este día ofrezcamos este Santo Rosario por las necesidades del P. Eduardo Contreras. Asístelo Madre con tu amor y líbrale de todo mal.

1er. Misterio. Entonces se me apareció la Santísima Virgen como Reina del Mundo. Se veía muy joven, en su cabeza brillaba una corona real y sus pies estaban cubiertos con nubes brillantes. La vi que bendecía al mundo. El mundo estaba ceñido con una corona de espinas en la cual había un lirio (uno de los títulos de María es: Lirio entre las espinas) a la derecha de la Santísima Virgen estaba Jesús y a la izquierda el Padre y sobre ellos revoloteaba el Espíritu Santo. Una luz maravillosa irradiaba de la Santísima Trinidad hacia la santísima Virgen.
Madre Santísima intercede por todas las necesidades del Padre Eduardo Contreras.

 

2do. Misterio. María extendía sus brazos sobre la tierra como protegiéndola; el brazo izquierdo de Jesús y el brazo del Padre se extendían sobre las manos de María, como para comunicarle su poder. La Santísima Trinidad bendijo al mundo por las manos de María. En el momento de esta bendición, como irradiando de las manos de María, apareció en letras grandes y brillantes la palabra PAX (paz)
Madre Santísima intercede por todas las necesidades del Padre Eduardo Contreras.

 

3er. Misterio. Pero la palabra no llego al mundo, sino votó sobre la mano derecha de Jesús y se quedo flotando allí. Por esto entendí que si bien es la santísima Virgen la que debe preparar la paz para el mundo, cuando Ella termine su misión. Ella lo entregara todo a Jesús. A su vez Jesús dará la paz al mundo sólo cuando “llegue la hora” este es el secreto de los últimos tiempos, el secreto de la era más feliz que está por llegar.
Madre Santísima intercede por todas las necesidades del Padre Eduardo Contreras.

 

4to. Misterio. Poco después, volví a ver a la Santísima Virgen junto con la Santísima Trinidad. Ella vestía un atuendo real. Bajo sus pies estaba el mundo como un globo. Su figura era majestuosa. Irradiaba una gran humildad y sin embargo era una majestuosa reina. Sus facciones eran tiernas e infinitamente amorosas, pero al mismo tiempo maravillosamente serias. Llevaba un vestido blanco como la nieve, con un lazo azul alrededor de su cintura. Sobre su vestido tenía un manto escarlata con una brillante hebilla dorada, del manto flotaba un velo azul turquesa. Supe que la brillante hebilla dorada representa su especial relación con la Trinidad.
Madre Santísima intercede por todas las necesidades del Padre Eduardo Contreras.

 

5to. Misterio. Su cabello castaño estaba partido por el medio y cubierto también con un velo transparente. Llevaba una tiara en la cabeza. En su mano izquierda tenía un cetro y levanto su derecha para bendecir. Las gracias fluían de su mano como una luz que iluminaba el mundo entero, pero fluía ante todo sobre la ahora sufrida y perseguida Iglesia. Bajo su pie vi aplastada la cabeza de la serpiente que se enroscaba alrededor del mundo en una derrota total. La alegría de la Santísima Trinidad, que aparecía tenuemente en las alturas. Entonces ella se volteo hacia mí con amor maternal y lentamente en las alturas me dijo ¡Haz reparación! Porque sólo de este modo serás merecedora de gracias”
Madre Santísima intercede por todas las necesidades del Padre Eduardo Contreras.

 

Hagamos unos momentos de silencio.

 

 

Recemos la Coronilla de la Misericordia De rodillas o de pie

Ofrezcámosla por las necesidades de todos  los sacerdotes en especial por el P. Eduardo Contreras

Padre nuestro…Ave María… Credo…

En las cuentas grandes antes de cada decena.
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amantísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero.

En las 10 cuentas pequeñas de cada decena.
Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Jaculatoria para rezarse al final de cada misterio.
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para nosotros, Confiamos en Ti

Doxología final después de las cinco decenas.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero
(3 Veces)

 

 

Oremos en Silencio
Por las necesidades en todo el mundo en especial por la paz en Siria.

 

 

Los momentos que nos quedan reparemos el Corazón de Jesús que sufre por todos los sacrilegios cometidos en las diversas Iglesias del mundo y por todos los que cometen comuniones y confesiones sacrílegas, oremos para que el Espíritu Santo, les dé luz y conversión y a todos nos permita realizar buenas y sinceras confesiones.
Repetimos varias veces esta jaculatoria, para reparar su Corazón:

Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero, os amo y os adoro.
Os pido perdón y misericordia por todos los sacrilegios cometidos.

¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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