Secuestrado, y aún sin pistas seguras Los padres –desolados- piden ayuda

Secuestrado, y aún sin pistas seguras Los padres –desolados- piden ayuda

Secuestrado, y aún sin pistas seguras

Los padres –desolados- piden ayuda

Transmitido por la agencia de Beresihit – en medio del clima de inseguridad que aqueja a esta sociedad, hoy se ha sabido del trágico secuestro de un niño recién nacido en Belén de Judá, de nombre Jesús. Su madre esta inconsolable y ruega por si alguien puede proporcionar pistas o señales para dar con su hijo. Dice que el momento de ser secuestrado, el niño se hallaba envuelto en unos pobres pañales, recostado sobre un pesebre y rodeado del jolgorio de unos pastores de las cercanías. Pero su joven madre asegura que su niño es muy fácil de reconocer por la manera que tiene de sonreír.

Según filtraciones procedentes de la interpol ya se tienen datos de los secuestradores o de algunos de ellos. Parece que la banda de cristofóbicos la dirige un individuo que atiende por el alias de Santa Claus o Clós, y que para realizar este secuestro se disfrazó de anciano panzudo, sonriente, enmascarado con abundantes barbas blancas y que sabe decir  Jo-Jo-Jo. Se comenta que es un tipo gordinflón y que vive, según aseguran, de robar el Niño a los niños y a sus familias y de recambiarlo por bisuterías sin alma, cuentas de luces de colores o postales con nieve, y deja desoladas a las barriadas más pobres. El aspecto del presunto ladrón, según un dibujo hablado y distribuido a los medios por la policía, es de  rasgos parecidos a los que usted puede ver en a esta figura.

 

La policía pide también la colaboración de la sociedad y asegura que quienes den pistas reales para encontrar al niño y devolverlo a su madre y a los suyos, serán recompensados y sus nombres mantenidos ocultos para evitar la represalia de los secuestradores.

 

El sitio a donde se pueden enviar las posibles pistas y ayudas es: Sinagoga_Belén@gmail.com, pues los padres del niño no tienen internet en su ruinosa cueva.

 

Ha habido ya varias personas que creen haber visto al niño, pero hasta ahora sus testimonio no han  sido verificados por las autoridades competentes, por ejemplo, en el e-mail de uno de ellos se dice; “Yo puedo asegurar que lo vi en una de las barriadas más pobres de la ciudad al lado de un enfermo acostado en la calle” otra señora escribe en su comentario que está segura  de “haberlo visto cuando estaban cantando unos niños especiales, me pareció verlo en medio de ellos”. Así lo confirmó al serle  mostrada, por la policía, una fotografía en la que estaba el niño. En otro correo extraño se asegura que lo han visto protegido por un grupo de inmigrantes  en el albergue de una población al norte de Belén, pero en otro más se aseguraba haberlo reconocido en un centro de niños de la calle y otro correo hasta decía que el niño había sido visto en un asilo de ancianos que lo resguardaban y a quienes el niño divertía con sus gracias. Otros comentarios más dan señales parecidas, pero ya no se sabe si son ciertas o si unos se han contagiado con los informes de los otros.

 

Por otra parte, también hemos de subrayar el llamativo silencio de los grandes medios de comunicación sobre este secuestro. En círculos independientes ya se habla del miedo de estos medios a los secuestradores o de convivencia con ellos y con sus grandes intereses. Ciertos articulistas y compañeros de algunas otras Agencias incluso defienden al jefe de la banda, el llamado Santa Claus, y a su pandilla como si su delito solo hubiera sido una inocente broma. He preguntado a distintos colegas aquí destacados, y varios de ellos sospechan que los citados articulistas son gente infiltrada por Santa Claus en radios, televisoras y periódicos para defensa de sus siniestros comercios. Tampoco puedo asegurar que esto sea así.

 

He aquí una de las instantáneas tomada pocas horas antes del secuestro. En ella, se ve al niño con su madre y rodeado de familiares y pastores amigos.

 

Preguntados más tarde, algunos de estos personajes nos dijeron que se habían reunido para celebrar la natividad del niño y que, en un momento de descuido, se quedaron sin Él. Ellos también se culpan de su propia negligencia y de haberse dejado embaucar por lo disfraces bondadosos de los secuestradores. “Eran lobos con piel de oveja”, dicen. Y ahora muy abatidos confiesan que ya no tienen motivos para celebrar, pues añaden que “celebrar la natividad sin Niño sería como celebrar una boda sin novios”

Los secuestradores, por su parte, y según notas de Agencia aún no contrastadas, parece que si se reunirán a celebrar el éxito  de su secuestro. Y además de variadas botellas y suculentas comidas, adornan el lugar con renos, conejos, un arbolito enano, calcetines rojos y otras esotéricas similares. Pero no se sabe donde han puesto u ocultado al Niño.

Todo el sencillo vecindario de esta población se nota muy afectado por el secuestro y unos y otros piden ayuda para dar con el paradero del Niño, “Si lo encontramos –dicen- estamos seguros de que será un gran paso para acabar con los secuestros y las injusticias que nos aquejan y un motivo para la ternura y la esperanza a pesar de los malos tiempos.”

Así pues, si usted puede facilitar indicios o pistas que lleven a encontrarlo, tenga total seguridad de que tendrá una grande e insospechada recompensa. Así me lo han asegurado, y tengo buenos motivos para fiarme de estas fuentes. ¡Ojala sea usted la persona afortunada que lo encuentre!

 

Alfonso Valsagua, corresponsal en Belén

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