Guardia de Honor “La Santa Milicia”

Guardia de Honor “La Santa Milicia”

Guardia de Honor

“La Santa Milicia”

-Su Rey-

 

Desde su origen, la Iglesia ha sido militante, cada uno de sus miembros ha nacido soldado de Cristo ¿Quién podrá repetir con toda verdad estas palabras de San Pablo Segundo: “Yo combato un buen combate” (2Tim VI, 7) sino el Guardia de Honor alistado bajo la bandera del amor y guerreando al lado de su Madre la Santa Iglesia por el triunfo de este Divino Amor?

La Guardia de Honor, es pues, una verdadera milicia, y sus miembros verdaderos combatientes o guerreros.

Nunca, en efecto,  el imperio de las inteligencias y el reinado de los corazones han sido con mas tenacidad disputados, que en esta hora de lucha decisiva.

“El amor y odio están uno en frente del otro.”

 

El príncipe de las tinieblas extiende para conquistar a las almas el estandarte de la rebelión, de la iniquidad y del error.

Jesucristo le opone su Cruz, su Amor, la paciencia y los meritos de sus Santos… por eso la Guardia de Honor le ensalza y le proclama hoy como su Rey.

¿Quién podrá dudar del éxito del combate?

Proclamando Rey en su cuna; coronado Rey en la sinagoga, elevando en el trono real de la Cruz; ungido con real unción con la Sangre de su Corazón; Cristo Jesús será definitivamente el Señor denominador de todas las cosas; porque, “para dar testimonio de la verdad vino al mundo” (Jn XVII, 27) y para unir a todos los hombres formando un pueblo de hermanos derramo su sangre; “y a Él ,  le ha dado el Padre el imperio de los siglos y la soberanía de los corazones”.

La Guardia de Honor parece que tiene la misión de favorecer el advenimiento sobre la tierra del reino de Dios.

 

El doctor de la Iglesia, San Francisco de Sales, nos había enseñado ya, que por el culto del Corazón herido de Jesús, su reinado de amor se establecería en el mundo de las almas.

 

El Amor Divino, dice, está sentado en el Corazón del Salvador, como en un trono real, y mira  por la hendidura de su Costado atravesado, a todos los corazones de los hijos de los hombres; de los cuales es Rey.

 

Y por esta misma abertura quiere ser visto; porque siendo Rey de los corazones, tiene sin cesar los ojos abiertos sobre ellos. Más todavía, cierto día considerando el Costado abierto de Nuestro Señor, y viendo su Corazón, me pareció que nuestros corazones estaban alrededor de este, rindiéndole homenaje, como a Soberano Rey de los corazones. Santa Margarita María hablando 200 años antes de este reinado del Corazón de Jesús, precisa claramente cual sería su carácter o modo de ser.

 

Por fin, añade, reinara este Corazón Sagrado; reinara a pesar del infierno y de sus enemigos; esta seguridad me llena de alegría. ¡Bienaventurados de aquellos de quienes se sirva, para establecer su Reino! Estoy convencida de que este amabilísimo Corazón  quiere reinar por la suavidad de su Amor y no por los rigores de la justicia.

 

Me ha hecho entender que para esto nada tendrá que ver con los poderes humanos, porque la Devoción y el Reinado de su Corazón no se establecerán sino por personas pobres y desgraciadas, y entre espinas y contradicciones. El reinara y se hará reconocer; y esperar a que pasen, cerca o delante de Él, todos los que se le opongan.

 

En nuestros días vemos ya realizada esta promesa; y la Guardia de Honor, haciendo comprender mejor el misterio del Reinado sangriento de Jesús y agrupando las almas fieles al pie de su trono, parece preparar por entero el cumplimiento de esta promesa del Salvador.

 

Cuando yo sea levantado sobre la tierra atraeré a todos hacia Mi (Jn XII, 32)  

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.