Lo inevitable  del comportamiento cristiano. Lc (14,1.7-14):

Lo inevitable del comportamiento cristiano. Lc (14,1.7-14):

Lo inevitable del comportamiento cristiano. Lc (14,1.7-14):

Comentario.



Estamos ante uno de los temas más controvertidos: “la conducta del cristiano”, esto por salvedad, por ejemplo, por modo de vida que sigue a nuestro Señor Jesús. Se marcan dos puntos centrales. (1) el lugar que uno debe de ocupar por prudencia, por respeto, estrátegia y el (2) los invitados nuestros como crecimiento cristiano, sin embargo hay un punto elemental por lo que se da el tema, vamos a citar todo el contenido y posteriormente hacer el comentario más idoneo:

En sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga:
“Cédele el puesto a este”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga:
“Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido».
Y dijo al que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos»

El lugar por prudencia o estrátegia guarda el cristiano.

En una boda o XV años o en algún evento donde se celebre una fiesta, hay varias actitudes de los invitados, un buen número busca inmediatamente los lugares más selectos, otra cantidad, busca los los lugares mejor ubicados para no perderse detalle de los novios, la quinceañera o el festejado, un lugar que les permita ver perfectamente, un buen número no les interesa donde los ubiquen y existen aquellos que detestan los ubique cerca del baño cuando los sanitarios están dentro del salón, pero hay algo súper rescatable: hay invitados verdaderamente que su interés es acompañarlos, disfrutar con ellos de su alegría, participan y disfrutan, en pocas palabras: “están a gusto con ellos”.

Basado en lo anterior, nuestro Señor Jesús nos alerta a no ocupar los lugares principales, esto por prudencia, por respeto, por tener que pasar por momentos vergonzosos e incluso evitar rumores: Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga:
“Cédele el puesto a este”. ¿Qué significa esto?, Jesús nos quiere evitar que nuestro “ego” no nos lleve a sentirnos de verdad importantes, gente de categoria, ya que la soberbia, la vanagloria, el orgullo son elementos que deterioran “la estima” e incluso unos llegan a provocar a sentirse que merecen un trato distinto distinto a los demás.

¿Qué invitados debemos de invitar a nuestras fiestas?

En una fiesta organizada por nosotros, invitamos a nuestros hermanos de sangre, a nuestra madre, padre, luego familiares y amigos, estos tarde o temprano nos vas invitar cuando ellos celebren una fiesta, pero… ¿que busca Jesús con su recomendación?: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos», ¿Cómo que vamos a invitar a estos tipos de personajes?, ¿voy a salir a buscar a estos hermanos?, ¿los voy a sentar junto a mis invitados?

La enseñanza central.

¿Cuál es la enseñanza central?, es inevitable si no, no hay cambio. Lo que busca Jesús es limpiar las intenciones de nuestro corazón, busca que en nuestras acciones no satisfagamos nuestras pasiones ni interesés mezquinos, busca que no hagamos menos a ningún hombre, principalmente por su posición social o aspecto, al invitar no hacerlo para socializar, más bien, para festejar la fraternidad, aceptar a nuestros hermanos e incluso aquellos que no piensan como nosotros o tienen una carencia, no llegar a pensar que somos superiores y lo más vital y urgente, es que seamos capaces de desprendernos y compartir lo nuestro con el que no nos va invitar o puede pagar el favor, de ese modo: “Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.”
Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido»

Podemos entonces puntualizar lo inevitable del comportamiento cristiano en algo concreto:

1.- Para nosotros los lugares no son importantes dentro de un recinto, lo esencial es compartir, disfrutar su alegría de quien nos invita, y el lugar que sea asignado aceptarlo, sea el último o el primero.

2.- Tener claro y pies en el suelo: “todos tenemos la misma dignidad ante Dios.

3.- Estar alerta, no pensar que porque se vive cerca de Jesús merecemos un trato especial, más bien estamos para servir.

4.- Estamos obligados a dar testimonio en los lugares publicos, para eso necesitamos hacerlo en nuestro entorno particular.

5.- Ser personas que ayudemos a los que tienen una carencia o debilidad o o situación menos ventajosa que nostros.

6.- Evitar a toda costa enaltercerse.

7.- Afrontar lo inevitable el dar testimonio cristiano.

8.- Agradamos a Dios no al mundo.

Quizá sea bastante difícil cambiar de forma radical, pero la práctica diaria va haciendo costumbre que los parámetros de Jesús se vayan asimilando de manera paulatina.

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