Comentario al documento del episcopado mexicano: “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna”, numerales 92 y 93: Religión y cultura.

Comentario al documento del episcopado mexicano: “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna”, numerales 92 y 93: Religión y cultura.

Comentario al documento del episcopado mexicano: “Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna”, numerales 92 y 93: Religión y cultura.

Por Juan Revilla.

El episcopado mexicano en el documento que elaboraron “Qué en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, hace eco en dos numerales de suma importancia para un país, “religión y cultura” y en México no es la excepción, la parte religiosa es la base de la vida de un pueblo, hoy en día los dirigentes políticos de los pueblos quieren eliminar o reducir a una simple práctica la religión, establecer el pensamiento humano como el régimen total, para continuar el comentario cito textualmente el numeral 92:

92. La vida religiosa de un pueblo es una clave importante para entender su cultura, más aún, señalan los estudiosos que los grandes cambios en los universos de significado que son las culturas han sido causados por una transformación de su núcleo religioso. La religión, re-liga, re-une, vincula a los creyentes de manera definitiva, al ponerlos en contacto con el mundo que los rodea y con la realidad última. Esta realidad última es para nosotros Dios, un Dios personal que se nos ha revelado total y definitivamente en la persona de Jesús de Nazaret, el Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

Los mexicanos en su gran mayoría, han acumulado un conjunto de costumbres, hábitos, vivencias, formas organizacionales, historia, es el resultado de lo que se llama cultura que nos dejaron los españoles entre ella la bendita religión que sin duda alguna no puede estar fuera de la cultura, pues es la base del comportamiento del ser humano y por esa razón los mexicanos expresamos a Dios nuestra fe, la fe debe de ser un estado de vida que el hombre vive en todos sus ámbitos, se refleja en toda su vida y es porque Dios nos revela esa fe, esa manera de sentir y vivir como lo hace en nosotros Cristo Jesús, el Dios personal está al encuentro de los hombres y los mexicanos no estamos excluidos de esa relación que nos vincula con Jesús el Señor y busca liberarnos de la misma perversidad del hombre que busca esclavizarnos, que busca la anarquía, que busca imponer la cultura de la muerte; sin la cultura un país no tiene raíces, pero para que ese país crezca como tal, sus raíces deben de estar bien profundas y vitalizadas por cristo Jesús que es la vida, una vida en abundancia. El numeral 93 nos amplia el comentario y me permito citarlo textualmente:

93. La mayoría de los mexicanos profesan la fe cristiana y es muy alto el porcentaje de quienes lo hacen en comunión con la Iglesia católica. En medio de distintas circunstancias y vicisitudes históricas, el pueblo mexicano ha permanecido fiel a esta fe que recibimos de la primera evangelización. La identidad católica es uno de los rasgos de nuestra cultura; en el lenguaje, en los símbolos, en las fiestas, en los modos de relación de la mayoría encontramos referencias a una religiosidad muy viva, sin que ello signifique siempre coherencia de la vida cristiana.

Es tan importante este punto porque que no se puede comprender, porque generaciones de hombres que han recibido la fe en Cristo y que es acompañada por la Iglesia católica, ahora reniegan de ella, ahora quieren arrancarla como si fuera un obstáculo para vivir, será que interpela su mezquino proceder o sus planes de dictadura intelectual.

México vive crisis religiosa, pero no porque la religión católica haya caído sino por los ataques constantes de todas partes que buscan afanosamente mermar la fe de los creyentes, la formación de sectas que buscan la confusión de la fe, desvirtuar el evangelio aun diciendo que creen en Cristo, un Cristo a su antojo y visión y que repercute en la forma que vive actualmente México, no creer en nada y no confiar, es el objetivo principal, generar un relativismo, conformidad que desespera y la pérdida del valor a la vida, gozar de los placeres temporales sin que el mexicano busque la superación y perfeccionamiento de su persona, de su familia, de su colonia, de sus ciudad etc., no es posible vivir sin religión, pero no una religión que quiere la satisfacción del hombre en lo material, sino una cultura espiritual que norme su vida entera para el servicio de la familia y de los hermanos

Querido amigo, formúlate está pregunta: ¿cómo será mi vida sin Cristo?, ¿en qué voy a creer?, ¿cuáles serán mis modelos que puedo seguir?, sí Dios que vive y que ha revelado su voluntad no es bien obedecido, ¿pues que será sino tenemos nada que nos gobierne nuestra conciencia?

Necesitamos despertar la conciencia dormida que se ha dejado persuadir por la cultura del consumismo, el materialismo, la cultura de la violencia y del ateísmo, hoy necesitamos romper con una cultura de muerte que nos quiere sumir en un mar de tinieblas, una cultura que ha producido una terrible apatía e indiferencia a Dios; hermanos la solución ya la sabemos, y sólo Dios la tiene, nosotros lo hemos intentado todo y no hemos quedado satisfechos, tomar conciencia será el reto que tendremos nosotros como creyentes, fomentar nuestra religión católica, proclamar con nuestra boca y testimonio de que muchos si vivimos una fe fecunda, frucsuosa y que es el motor de nuestras vidas.

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