Jornada mundial del Enfermo. Hora Santa

Jornada mundial del Enfermo. Hora Santa

Jornada mundial del Enfermo.  Hora Santa

Parroquia de San Pío X

 

Se reza la Estación del Santísimo Sacramento…

 

Señor Jesús , en este día tan hermoso en el que nos llamas a encontrarnos contigo, queremos ponernos en tus manos como Iglesia que sirve a sus hermanos y presentarte al ministerio de Enfermos, para que los tomes y con ellos a todos los enfermos, por los que interceden,  a los que los acompañan, a los que se preparan para su encuentro contigo, y a aquellos en los que tu quieres manifestar tu poder y tu gloria. Amén.

 

Lectura de la Carta a los Hebreos 4, 12-16

Hermanos: La Palabra de Dios es viva y eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más intimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intensiones del corazón. Toda criatura es transparente para ella, Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.

Puesto que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.

Acerquémonos, por tanto, con plena confianza, al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.

Palabra de Dios.

Releemos en silencio y en voz alta compartimos la frase que más nos guste.

 

 

Canto

Señor permite que te hable hoy, del dulce encuentro que me cambio

La hora feliz en que yo escuche tus palabras de amor.

 

Dime cuándo pudo suceder, si en luz que el sol vierte al surgir

O cuando el calor me hace vivir o fue en la noche al volver.

 

¿Fue cuando una rosa deshoje o en la fuente el agua que bebí,

O fue en el calor  del dulce hogar, donde por fin te mire?

 

No fue en esas horas de ilusión, sino al decidir mirarme bien

Como amigo en mi alma te encontré, tú me esperabas ahí.

 

 

Jornada mundial del Enfermo.

Beato Juan Pablo II

Es aceptable que tratemos de aminorar el sufrimiento, pero este también tiene un gran valor. Por medio del sufrimiento nos unimos a la pasión de Cristo y su poder redentivo. El ofrecimiento a Dios del sufrimiento y la enfermedad con amor, no solo purifica al enfermo, sino también purifica a los familiares y a los que cuidan al enfermo. El sufrimiento le da al enfermo una oportunidad de ofrecerse por el bien espiritual de otros. Así, lo que parece en el momento una carga muy difícil, en la perspectiva del cielo lo veremos como una gracia.

El paciente no solo tiene el derecho del cuidado físico sino también del espiritual. Lo más importante que podemos hacer por un ser querido es ayudarle con nuestras oraciones y cuidados espirituales. Los cristianos enfermos deben procurar en primer lugar la salud de su alma ofreciendo todos los sufrimientos en unión a los de Cristo.

A los moribundos se han de prestar todas las atenciones necesarias para ayudarles a vivir los últimos momentos en la dignidad y la paz. Deben ser ayudados por la oración de sus parientes, los cuales cuidarán que los enfermos reciban a tiempo los sacramentos que preparan para el encuentro con el Dios vivo.

Si el paciente está cerca de la muerte no debemos engañarle haciéndole creer que todo anda bien. Se trata  de un tiempo de suma importancia para que el paciente se prepare ante Dios. ¡Se está decidiendo su vida eterna! El enfermo debe recibir la  Confesión  y la Comunión con frecuencia si eta en condiciones de hacerlo.

En particular, quisiera recordar aquí con admiración a los numerosos agentes sanitarios, a los asistentes religiosos y a los voluntarios que, como buenos samaritanos, consumen su vida al lado de las víctimas del sida y se ocupan de sus familiares. En efecto, es precioso el servicio que ofrecen miles de instituciones sanitarias católicas socorriendo, a veces en forma heroica.

Releemos en silencio y oramos espontáneamente de acuerdo a lo que leímos.

 

Canto

//Hoy Señor Jesús vengo ante ti para alabarte

Hoy Señor Jesús con tu poder puedes cambiarme

 

Sáname, Señor hoy quiero vivir, dame tu amor sin ti no puedo ser feliz

Sáname, Señor líbrame del mal, toca el corazón para alcanzar la santidad//

Sáname Señor

 

Oremos unidos a María Santísima

Madre Santísima en tus manos amorosas, queremos depositar a todos los enfermos del mundo, a los que forman parte del  ministerio de Pastoral de la Salud, dales amor para tratarlos; fuerza para sostenerlos; esperanza ante la adversidad y confianza para su aún en medio del sufrimiento de los enfermos, crean en su corazón que el Espíritu, está transformando su interior para plasmar el rostro de Cristo en cada uno de ellos y así el Padre, los tome y los envuelva en su amor Misericordioso para llevarlos a casa. Amén.

 

1er. Misterio. Por tanto, es la fe la que les  mueve a comprometerse plenamente para curar a los enfermos, como lo ha hecho siempre a lo largo de la historia. Es la esperanza la que les hace capaz de perseverar en esta misión, no obstante los innumerables obstáculos que encuentra.

Oremos para que la fe y la esperanza estén siempre presentes en los que asisten a los enfermos.

 

2do. Misterio. En fin, es la caridad la que le sugiere acercarse debidamente a las diferentes situaciones y les permite percibir las peculiaridades de cada enfermo y ofrecer una respuesta en forma adecuada.

Pidamos que sea la caridad la que nos guíe, para dar el mejor servicio a los enfermos.

 

3er. Misterio. Con esta actitud de profunda coparticipación, la Iglesia sale al encuentro de los heridos por la vida, para ofrecerles el amor de Cristo mediante las numerosas formas de ayuda que la “fantasía de la caridad”  (NMI,50) le sugiere para socorrerlos. A cada uno ella repite: ¡Animo, Dios no te ha olvidado! Cristo sufre contigo. Y tú, ofreciendo los sufrimientos, puedes colaborar con Él para redimir el mundo.

Pidamos para que ese ánimo, se encuentre no solo en el enfermo sino también en los que queremos servirlos.

 

4to. Misterio. En Cristo está la esperanza de la verdad y de la plena salud, la salvación que Él trae es la verdadera respuesta a los interrogantes últimos del hombre. Ya no hay contradicción entre salud terrena y salud eterna, pues el Señor ha muerto por la salud integral del hombre  y de todos los hombres (cf. 1P 1, 2-5). La salvación constituye el contenido final de la Nueva Alianza.

Oremos para que Cristo sea el centro de todo nuestro trabajo y asistencia a los enfermos y en ellos veamos como el Padre, el rostro de Cristo.

 

5to. Misterio. María, concebida sin mancha de pecado, su disponibilidad es total, tanto ante la voluntad divina, como ante el servicio de los hombres, y plena es, por tanto, su armonía profunda de la que brota la alegría. Por eso nos dirigimos a ella implorándola como “Causa de nuestra alegría” La alegría que la Virgen nos da es una alegría  que permanece incluso en medio de las pruebas.

Pidamos a Nuestra Madre, nos permita ser perseverantes en nuestra oración a ella, para que aprendamos a ser servidores que Ella quiere en nosotros, ante los enfermos.

  

Oremos en silencio.

Por las necesidades de todo el mundo

Consagremos a todo el género humano, a  nuestros seres queridos, perseguidores y enfermos al

Corazón Inmaculado de María para que ella interceda por nosotros.

 

 

Repetimos varias veces esta jaculatoria, para reparar el Corazón de Jesús

Cuerpo y Sangre de Jesús, os quiero, os amo y os adoro.

Os pido perdón y misericordia por todos los sacrilegios cometidos.

  

Oremos unidos

María, Virgen Inmaculada,

Mujer del dolor y de la esperanza,

Muéstrate benigna hacia todo el que sufre

Y obtén para cada uno la plenitud de la vida.

Dirige tu mirada materna

Especialmente hacia aquellos que en México

Se encuentran en necesidad extrema,

Porque están afligidos por el sida o por otra enfermedad mortal.

Mira a las madres que lloran a sus hijos;

Mira a los abuelos sin recursos suficientes

Para sostener a sus nietos que se han quedado huérfanos.

Abrasa a todos en tu corazón de Madre.

¡Reina de México y del mundo entero,

Virgen Santísima, ruega por nosotros!

 

Beato Juan Pablo II

 

 

Canto

Yo soy testigo del poder de Dios, por el milagro que Él ha hecho en mí

Yo estaba ciego, más ahora veo la luz, la luz divina que me dio Jesús

 

No, no, no, nunca, nunca, me ha dejado

Nunca, nunca me ha desamparado

En la noche oscura o en el día de prueba

Jesucristo nunca me desamparará

 ¡¡¡Unidos en la Eucaristía!!!

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6 Comentarios

  1. Tita

    disculpa en los misterios se haran el padre nuestro y las 10 aves marías como en el rosario, al parecer no porque no menciona decirlos, pero te agradeceria si me aclaras la duda. Esta Hora Santa la haremos si dios quiere ahora aqui en Cd. del Carmen, Campeche. México Dios te siga bendiciendo.

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    1. Paty Martinez

      Muchísimas gracias querida hermana Tita por escribirnos. Si efectivamente se lee primero la meditación y después comenzamos con el Padre nuestro y los 10 misterios como se reza el Santo Rosario. Dios te Bendiga y que esta Hora Santa sea agradable a nuestro Padre celestial para que derrame gracias en abundancia en todos nuestros hermanos enfermos. Unidos en oración.

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  2. Ma Hortencia Decilos Martinez-

    este rosaio por los enfermos esta hermozo, muchas gracias por darnos material para nuestra oración y hora santa.

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  3. Martha Maria Fontalvo Perez

    Bendiciones para todos los sacerdotes especialmente nuestro PAPA FRANCISCO, que el Espíritu Santo siga iluminándolo y fortaleciéndolo en este camino de paz y fortaleza

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  4. Rosalba

    Gracias por compatirnos la hora santa, pido en mis oraciones para que sigas con esa sabiduria e inteligencia de escribir y compartir material.

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  5. raymundo facio tapia

    gracias hna paty, Dios le bendice por esta labor de compartir las Horas Santas, ampliar la fuente de oración, contemplación y alabanza a Jesús Sacramentado. para unir mas a nuestras comunidades en el amor a Dios y María Santisima.

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