Milagros Eucarísticos Bologna, 1333      “Muriendo de Amor”

Milagros Eucarísticos Bologna, 1333 “Muriendo de Amor”

Milagros Eucarísticos

Bologna, 1333

“Muriendo de Amor”

Milagro-de-Bologna

Bologna es una ciudad famosa en Italia, ella se gloria de tener la Universidad más antigua de Europa. En el siglo XVI había 10,000 estudiantes asistiendo a la Universidad de Bologna. Durante ese siglo, Marconi trabajaba en esa Universidad don una transmisión inalámbrica, que después fue la radio. Esta ciudad ha atraído al libertinaje, pero este puede engendrar agnosticismo y ateísmo, así como anarquía y radicalismo. En 1970, Bologna era un conocido centro alimenticio de terroristas, la Brigada roja, al igual Turín, Padua y Milán.

 

Por otra parte, Bologna es el lugar donde descansan muchos santos de la Iglesia, uno de los cuales es Santo Domingo, el fundador de la Orden Dominica, quien junto con San Francisco de Asís fue un reformador de la Iglesia en el siglo trece. Otra es Santa Catalina de Bologna, cuyo cuerpo incorrupto se encuentra en una Iglesia pequeña. Durante la Segunda Guerra mundial, la Iglesia completa fue destruida excepto la pequeña Capilla, la cual es el Santuario de la santa.

 

Hay también en San Sigismondo, en una pequeña Iglesia Parroquial cerca de la Universidad, el cuerpo de una pequeña niña muy especial, Beata Imelda Lambertini llamada por el Papa San Pío X, la protectora de los que hacen la Primera Comunión. Ella nació en una familia Bolognesa muy noble. Su padre era el Conde Egano Lambertini. Desde que ella era una niña pequeña fue conocida por su piedad y espiritualidad. Era obvio que ella dedicaría su vida a Dios. No se sabía que iba a tener vida tan corta, Imelda era una gran alegría para sus padres, las cosas del mundo no tenían valor para ella. Pasaba mucho tiempo en oración en diferentes rincones de la casa, donde no fuera distraída.

 

No fue ninguna sorpresa cuando ella a la edad de nueve años pidió permiso a sus padres para entrar a la vida religiosa. Ella fue puesta en el Convento Dominico de Santa María Magdalena en Valdipietra. Era muy amada por las monjas del convento, según la veían crecer en la vida espiritual, siendo la más joven en la comunidad, probablemente la más amada, Imelda era tratada como un regalo muy especial del Señor. Las monjas podían decir que era una niña ordinaria, fue ejemplo para muchas monjas mayores.

 

Imelda sentía un amor inmenso por Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía, ansiaba tomar parte en la Comunión, pero en ese tiempo no podía hacerlo porque la Primera Comunión no se podía hacer hasta la edad de 12 años. Cuando las otras hermanas recibían la Eucaristía en Misa, ella anhelaba poder tomar parte en la Fiesta Eucarística. Se entristecía por ese único regalo del Señor que no se le concedía. Alguna vez se le oyó decir “Díganme, ¿puede alguien recibir a Jesús en su corazón y no morir”

 

Pero el Señor tenía un regalo especial para ella, un Milagro Eucarístico. Sucedió en la fiesta de la Ascensión en 1333. La comunidad estaba en Misa. La Beata oró fervientemente durante la Misa, cuando termino la Misa las hermanas dejaron la Iglesia, pero Imelda se quedo para continuar orando, las hermanas voltearon para llamar a Imelda, lo que ellas vieron las sorprendió, una Hostia blanca y brillante aparecía sobre la cabeza de Imelda, y permanecía suspendida en el aire. Ellas inmediatamente llamaron al sacerdote, después de haber visto todo el sacerdote tomo la patena, y fue a donde Imelda estaba arrodillada, la Hostia brillante, aún suspendida sobre la cabeza, descendió sobre la Patena. El sacerdote tomo esto como una señal de que Imelda se le debía dar la Primera Comunión. Él le dio al Señor, ella perdió el sentido, y pasó a un éxtasis del que nunca volvió. Ella murió ese día, por tanto su primera Comunión fue también la última. La fecha fue el 12 de Mayo de 1333, Imelda tenía 11 años.

 

Su historia es corta, como su vida, pero fue más completa que la de muchos que duran 100 años, el Señor tenía un ejemplo muy definido que Él quería mostrarnos por medio de la devoción que esta joven criatura tenía por Él y por su precioso Cuerpo y Sangre. El Evangelio de San Marcos 10,14-15, Jesús nos dice: “Dejad que los niños vengan a mí…La fe pura de la niña fue tan fuerte que Nuestro Señor Jesús hizo a un lado todas las leyes de la naturaleza para premiarla, y para instruirnos a nosotros.

 

La devoción a esta pequeña Beata comenzó casi inmediatamente después de su muerte. Muchos devocionarios fueron escritos sobre ella, especialmente con referencia a la Eucaristía. Donde quiera que surgiera una gran devoción por la Eucaristía, o una herejía negándola, se pedía la intercesión de la Beata Imelda. En 1992, una comunidad de Dominicas fue instituida, llamada Hermanas Dominicas de la Beata Imelda. Su carisma es propagar el Espíritu Eucarístico por medio de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento y darle ayuda moral, intelectual y religiosa a los jóvenes.

 

El cuerpo de la Beata Imelda es venerado en la Iglesia Parroquial de San Sisismondo, cerca de la universidad de Bologna.

 

Todos necesitamos tomar la fe que ella tenía, y tenemos la responsabilidad de enseñar a los pequeños a respetar y amar la santa Eucaristía. Sino ¿qué legado les estamos dando a nuestros hijos para sus almas?

 

“Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre”

Milagros de la Eucaristía

Bob y Penny Lord

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