Milagros Eucarísticos Volterra, 1472 “Claramente el Hijo de Dios”

Milagros Eucarísticos Volterra, 1472 “Claramente el Hijo de Dios”

 Milagros Eucarísticos

Volterra, 1472

“Claramente el Hijo de Dios”

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Durante la edad media, la mayoría de las ciudades en Italia eran como pequeñas ciudades-estados. Las provincias como Tuscany, Venecia y Milán eran pequeños Reinos. Había un constante ataque por la espalda entre las diferentes provincias y ciudades. Los Médicis, los Borgias y los Pittis estaban tratando de poseer áreas pequeñas para edificar sus imperios individuales, atrapados en medio de estas intrigas estaban pequeñas republicas como Siena, Lucca y Pisa de la cual Volterra es una parte.

Estos antecedentes son necesarios para mencionar que fue en esto,  que nuestro Amado Señor Jesús estaba en peligro. Uno de los Médicis, llamado Lorenzo, había decidido que el pequeño pueblo montañoso de Volterra, sería una buena adición para su imperio Florentino. Él también pensó que no sería una proposición muy costosa el tomar posesión del pueblo. Para lograr esto, contrató a un grupo de mercenarios, encabezados por el Duque de Urbino, Federico de Montefeltro.

La nobleza de ese tiempo, le daba grande valor a su honor, a pesar de que muchos tenían muy poco o nada. Esto se resolvió lo mejor posible pero sin ningún honor. Para aumentar el insulto, Lorenzo financió su expedición, robando las dotes de niñas pobres, que los mercenarios hubieran hecho solo su trabajo, ya eso hubiera sido suficientemente malo. Sin embargo, siendo los mercenarios lo que son, este grupo decidió robar y violar.

La desgracia llegó hasta la Iglesia de San Francisco en el pueblo de Volterra. Uno de los mercenarios entró en la Iglesia para saquearla. El no había tenido suerte en el pueblo, y esperaba poder encontrar algo con valor en la Iglesia. Fue inmediatamente hacia el tabernáculo, donde sabía que vivía el más preciosos “Valor” del mundo. Su meta no era Nuestro Señor, pero sí los tesoros de la tierra.

Dentro del tabernáculo, él encontró una caja, como la cajita para guardar la Hostia. Estaba hecha de marfil y dentro estaba el Santísimo Sacramento. En no se dio cuenta o no le importo que Nuestro Señor estuviera en la caja.De cualquier forma, él tiró la caja en su bolsa y empezó a salir de la Iglesia. Los franciscanos en la Iglesia empezaron a orar fervorosamente, no querían que la Eucaristía saliera de la Iglesia, especialmente en las manos de ese soldado, ellos no podían decir nada por miedo a que los mataran.

Una cosa extraña sucedió. No pudo encontrar la puerta de la Iglesia, dio varias vueltas, maldiciendo y amenazando a los sacerdotes, entonces, perdió la vista completamente, estaba ciego. Se lleno de pánico y de furia, sacó su espada, y empezó a moverla salvajemente como si quisiera golpear a alguna fuerza invisible que hubiera tomado su cuerpo, entre más imposibilitado s sentía, más salvajemente actuaba y más maldecía.

Los sacerdotes deben haber sentido la presencia del Señor entre ellos. Y se llenaron de valor, le dijeron al soldado que si él les devolvía la caja que contenía el Cuerpo de Nuestro Señor Jesús, quizás se le volvería la vista. El ladrón titubeó, maldijo más, y entonces metió la mano dentro de su bolso para tocar la caja que había robado. Cuando la tomó, empezó a disparar y a enfurecerse como si estuviera poseído por Satanás. Dios un grito que congelaba la sangre. Su cara se retorcía grotescamente. Tiró la caja contra una de las columnas de la Iglesia.

En el instante en que la caja golpeó la columna, La tierra empezó a temblar en todo el pueblo. Sonaba como un gemido del cielo. Fue reportado como el peor terremoto de esa. Esto nos hace recordar la explicación del Evangelio sobre los hechos que siguieron en la Muerte de nuestro Señor Jesucristo, en Mateo 27,51 “La cortina del templo se rasgo de arriba abajo en dos partes, la tierra tembló y se hendieron las rocas; se abrieron los monumentos…El centurión y los que con él guardaban a Jesús, viendo el terremoto y cuanto había sucedido, temieron sobremanera y se decían: “Verdaderamente, este era Hijo de Dios.”

El ladrón estaba completamente turbado, entre su ceguera y el terrible terremoto, se puso de rodillas con lágrimas de pena y de miedo. Confesó todos sus pecados y pidió perdón. Los franciscanos oraron con él y el ladrón recuperó la vista. La caja de marfil se hizo pedazos sobre el piso, pero la Hostia Sagrada permaneció intacta. La Hostia fue recogida reverentemente por los sacerdotes, y colocada de nuevo en el tabernáculo.

El hecho, presenciado por  un tal Biagio Lisci, fue puesto en los archivos de la Iglesia. Otra cosa, confirmando los hechos anteriores, fue registrada en 1576 por Ludovico Falconini, canciller de la Curia Episcopal. El era un ciudadano muy conocido de una familia del tiempo en que esto ocurrió. Los documentos están allí hoy día, en latín. La Iglesia se ha convertido en un Santuario de Nuestra Señora.

¿Qué pensaba nuestro Señor cuando realizó este Milagro? ¿Estaba enojado por el sacrilegio cometido con su Cuerpo?¿Sería para darle fortaleza a las personas del pueblo, las cuales habían sido brutalmente violadas por estos invasores?¿Era esto otro san  Pablo formándose? La historia del soldado, su ceguera, y el arrepentimiento. En la conversión de San Pablo, él fue tirado del caballo y quedó ciego…

¿Qué sucedió con el mercenario? Quizás este Milagro fue el medio para su conversión y fortalecer la fe de los demás.

“Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre”

Milagros de la Eucaristía

Bob y Penny Lord

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1 Comentario

  1. alba

    Leyendo todos los milagros relacionados con La Sagrada Hostia, me pregunto.? En mi parroquia hace par de meses, en dos ocasiones al momento de La Comunión, se ha caído al piso La Hostia. La primera vez, el monaguillo la alzo y la segunda una señora que es como la secretaria la toman y la dejan en el recipiente que traen el agua y el vino. El señor Cura al terminar la Santa Misa, se retira como es costumbre y la Sagrada Hostia, queda ahí hasta que retiran todo en el altar. No se por que me he sentido tan dolida en mi corazòn al ver a mi Amado Señor, dejado como si fuera algo sin valor y no revistiera de un protocolo cuando sucede esta situación. Se preguntaràn que hace el Cura, se le cae L a Sagrada Hostia, èl mira y sigue repartiendo como si nada hubiese pasado. ¿Es este procedimiento normal ?.

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