Consagración al Inmaculado Corazón de María de los 33 Día 13. Subid conmigo al monte Calvario

Consagración al Inmaculado Corazón de María de los 33 Día 13. Subid conmigo al monte Calvario

ensenanos-a-orar

Consagración al Inmaculado Corazón de María de los 33

Día 13. Subid conmigo al monte Calvario

 

 

Pasos para cada día:
1. Rezo del santo Rosario, meditado y con letanías de la Virgen
2. Meditación del día y una virtud.
3. Coronilla de protección.
4. Letanías al Inmaculado Corazón de María.
5. Oración final
6. Consagración (para el día de la festividad o al terminar los 33 días.

 

 

1er. Rezo del Santo Rosario
Gozosos: lunes y Sábados
Dolorosos: martes y miércoles.
Luminosos: jueves
Gloriosos miércoles y domingos.

 

 

Jaculatorias para rezar en cada decena del Santo Rosario:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y llevad al cielo todas las almas, especialmente las más necesitadas de vuestra misericordia.

 

Dios mío yo creo, adoro, espero y os amo, os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.

 

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y espíritu Santo, os adoro profundamente, os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Tabernáculo del mundo, en reparación de los ultrajes, de los sacrilegios y de las indiferencias con los cuales es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María os pido por la conversión de los pobres pecadores.

 

Día 13. Subid conmigo al monte Calvario

Hijos amados: subid al monte Calvario, Jesús se desangra en su Sagrada Pasión, porque algunos pastores se han salido de la verdad del Evangelio, arrastrando consigo muchísimas almas al error. Subid conmigo al monte Calvario, Jesús se desangra en su Sagrada Pasión, porque se encuentra en una soledad sepulcral en la mayoría de los Sagrarios del mundo.

 

Subid conmigo al monte Calvario, Jesús se desangra en su Sagrada Pasión, porque el humo negro de Satanás ha penetrado en la Iglesia. Iglesia que llegará a la más densa oscuridad, a la mayor consternación y perplejidad porque el plan de Satanás es destruirla, dividirla, por eso él es el autor principal de la masonería eclesiástica, secta secreta que llevará a la apostasía, secta secreta que desvirtúa lo que es el pecado; pecado que es justificado, aceptado como una actitud normal de la sicología humana; secta secreta que llevará al falso ecumenismo, a argüir que todas las confesiones religiosas poseen alguna verdad. Secta secreta que pretende unificar todas las confesiones en una Iglesia ecuménica universal. Secta secreta que aducirá que la palabra de Dios está embellecida, adornada con un lenguaje literario, lenguaje simbólico; artimaña, esta, de Satanás que llevará a interpretaciones racionalistas y filosóficas de los textos sagrados.

 

Secta secreta que atacará el sacramento de la Eucaristía. Eucaristía que será tomada como mero símbolo, negando la real presencia de Jesús en la Hostia Santa. Secta secreta que llevara a rechazar al papa y al Magisterio de la Iglesia. Secta secreta que llevará a la mayoría de los hombres al seguimiento del falso cristo y de la falsa iglesia. Secta secreta que favorecerá el modernismo que abrirá el camino a la profanación del Cuerpo Místico de Cristo y a degradar lo sagrado. Secta secreta que entablará una persecución sangrienta contra el resto fiel de la Iglesia. Iglesia que será protegida y escondida en mi Inmaculado Corazón a través de la consagración; consagración que os moverá a la conversión, consagración que os moverá a una vida de santidad y fidelidad a la Iglesia; consagración que os hará soldados de mi Ejército Victorioso. Ejército que batallará en este final de los tiempos y se mantendrá fiel a los principios doctrinales.

 

Subid conmigo al monte Calvario, Jesús se desangra en su Sagrada Pasión, porque este es el tiempo de las últimas advertencias y no son escuchadas, no son creídas.

 

Despertad humanidad entera, no caminéis más tras las huellas pestilentes de Satanás; derrotadle con la Eucaristía y el Santo Rosario. Legiones de demonios han sido soltadas del infierno para tentar.

 

Hijos amados: Jesús murió en una cruz, dio su vida por todos vosotros; Jesús padeció vejámenes, humillaciones. Jesús se ofreció como Víctima Divina por toda la humanidad y ¿vosotros, qué tenéis para ofrecerle, qué tenéis para darle? Lo menos que podéis hacer es ofrecerle vuestra vida, entregadle todo vuestro ser para que Él disponga de vosotros.

 

Empezad, hoy, el camino de vuestra conversión, conversión que os lleva a un cambio radical, a volver a Dios, a perdonar de corazón, porque: ¿Cómo pedir perdón al Señor si en vuestro interior hay resentimiento? ¿Cómo pretender llegar al Cielo si desconocéis las Sagradas Escrituras, si no hacéis vida la Palabra de Dios?

 

Recorred el camino de la cruz, andad por la calle de la amargura, llegad al calvario del Mártir del Gólgota y postraos ante Él, porque es mucho su sufrimiento.

Sed como la madre dolorosa y como el apóstol Juan permaneciendo al pie de la cruz, porque son muchos los motivos por los que debéis reparar, son muchas las ofensas que recibe el Corazón agonizante de Jesús, la copa rebosa, ha sobrepasado su límite.

 

Acercaos al tribunal de la misericordia, confesad vuestras culpas, reparad por vuestros pecados y haced penitencia. Unid la oración con la mortificación. Construid dos altares, como cuando Salomón edificó el templo: un altar en vuestro corazón que perfumaréis con el incienso de la oración y otro altar en vuestro cuerpo que acicalaréis con la mirra de la mortificación.

 

Os amo y os bendigo:+. Amén.

 

Virtud de la confianza

Hijos míos: no pongáis vuestra confianza en las creaturas; ponedlas sólo en Jesús. Si confiáis más en los hombres viviréis amargados, melancólicos. La tristeza se os notará en vuestra mirada porque el consuelo jamás lo encontraréis en las creaturas, creaturas llenas de mosto, creaturas con corazón terrenal, creaturas que han perdido sus rasgos divinos porque el pecado las deforma, los pincelazos del Artífice celestial pierden su hermosura, la perfección trazada por las manos de Dios se han deteriorado, se han opacado.

 

Sólo en el Corazón de Jesús adquirís confianza, confianza para que os mováis regidos por la Voluntad Divina.

 

Confianza para que creáis en vuestras capacidades, aptitudes.
Confianza para que no volváis a esconderos vuestra cabeza como el avestruz.
Confianza para que levantéis vuelo como el águila y os encontréis con vosotros mismos y con Dios.
Confianza para que caminéis con temple porque nada malo os podrá suceder.
Confianza para que alcancéis vuestros sueños, sueños que os darán satisfacción personal, plenitud.
Confianza para que dejéis vuestros miedos, miedos que os amilanan, os empequeñecen.
Confianza para que soltéis los remos y os bajéis de la barca y caminéis sobre las aguas.
Confianza para que hagáis de vuestra vida una ventura maravillosa.
Confianza para que escribáis la historia de vuestra vida con un final feliz.
Confianza para que os recreéis en el mundo.
Confianza para que os dejéis guiar por las luces del Espíritu Santo.
Confianza para que soltéis cadenas, lazos opresores.
Confianza para que fijéis vuestros ojos al cielo, cielo con muchísimas moradas y habitaciones para todos vosotros.
Confianza para que creáis en las promesas del Señor, promesas que cobran vigencia en la medida de vuestra fe.

3. Coronilla de Protección
(Se reza en un rosario común)

 

En cada Padre Nuestro:
Ave María Purísima, sin pecado concebida, hija de San Joaquín y santa Ana, María Santísima.

 

En cada Ave María (diez veces)
V. ¿Quién como Dios?
R. Nadie como Dios.

 

En cada Gloria:
V. Huid poderes malignos
R. venció Cristo el Señor.

 

Al final del Rosario:
V. Corazones Triunfantes de Jesús y de María.
R. Reinad en mi vida y en mi corazón. Amén.

 

Letanías al inmaculado Corazón de María

V/ Señor, ten piedad.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, ten piedad.
R/Cristo ten piedad de nosotros.
V/Señor, ten piedad.
R/Señor, ten piedad de nosotros.
V/Cristo, óyenos.
R/Cristo óyenos.
V/Cristo, escúchanos.
R/Cristo, escúchanos.
V/Dios, Padre celestial.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Hijo Redentor del mundo.
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/Dios, Espíritu Santo
R/Ten Misericordia de nosotros.
V/ Trinidad Santa, un solo Dios.
R/ Ten Misericordia de nosotros.
Santa María, Corazón Inmaculado de María. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lleno de gracia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vaso de amor más puro. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consagrado integro a Dios. Ruega por nosotros.
Corazón de María, preservado de todo pecado. Ruega por nosotros.
Corazón de María, morada de la Santísima Trinidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, delicia del Padre en la Creación. Ruega por nosotros.
Corazón de María, instrumento del Hijo en la Redención. Ruega por nosotros.
Corazón de María, la esposa del Espíritu Santo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abismo y prodigio de humildad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, medianero de todas las gracias. Ruega por nosotros.
Corazón de María, latiendo al unisonó con el Corazón de Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, gozando siempre de la visión beatifica. Ruega por nosotros.
Corazón de María, holocausto del amor divino. Ruega por nosotros.
Corazón de María, abogado ante la justicia divina. Ruega por nosotros.
Corazón de María, traspasado de una espada. Ruega por nosotros.
Corazón de María, coronado de espinas por nuestros pecados. Ruega por nosotros.
Corazón de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, exultando en la resurrección de tu Hijo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, triunfando eternamente con Jesús. Ruega por nosotros.
Corazón de María, fortaleza de los cristianos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, refugio de los perseguidos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, esperanza de los pecadores. Ruega por nosotros.
Corazón de María, consuelo de los moribundos. Ruega por nosotros.
Corazón de María, alivio de los que sufren. Ruega por nosotros.
Corazón de María, lazo de unión con Cristo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, camino seguro al cielo. Ruega por nosotros.
Corazón de María, prenda de paz y santidad. Ruega por nosotros.
Corazón de María, vencedora de las herejías. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Reina de Cielos y tierra. Ruega por nosotros.
Corazón de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia. Ruega por nosotros.
Corazón de María, que por fin triunfarás. Ruega por nosotros.

 

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.

 

V/ Ruega santa Madre de Dios
R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oremos:

Tú que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conforme a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos. Por Cristo tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

5. Oración final.

Santísima Virgen María, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, preparadme con vuestras lecciones de amor al segundo advenimiento de vuestro Hijo Jesús.

Avivad mis sentidos para que guarde en mi corazón vuestras enseñanzas, enseñanzas que son doctrina segura que me adentran al cielo. Despertad en mí: celo insaciable por la salvación de mi alma. Desapego al mundo y anhelos de santidad.

 

Instruidme en la ciencia de la cruz para que acepte con beneplácito el sufrimiento y me haga heredero de uno de los aposentos de vuestro Inmaculado Corazón.

 

Arropad todo mi ser con vuestros rayos de luz para que seáis mi Maestra y yo vuestro, discípulo que imite vuestras adorables virtudes para ser bien visto ante los ojos de vuestro Hijo. Fortalecedme en este tiempo de la tribulación, cercenad mi corazón con vuestra espada de doble filo y heridlo de amor, para que vuestra presencia siempre me acompañe hasta el día del retorno de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Madre celestial, Maestra del apóstoles de los últimos tiempos, preservad nuestra Iglesia frente a toda apostasía, herejía y cisma.

 

Conservadnos fieles a la Tradición de la Iglesia e instruidnos con vuestra Sabiduría Divina para que la luz del Espíritu Santo acreciente nuestra fe, nos muestre el camino de salvación y lleve nuestro corazón a la santidad.

 

Madre celestial, Maestra de los apóstoles de los últimos tiempos, guardad al resto santo en vuestro Inmaculado Corazón hasta el día de la segunda llegada de vuestro Amadísimo Hijo Jesús.
Amén.

Acerca del autor

Temas relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.