Meditación de las Horas Nocturnas VII. Reparad por las almas que profanan los templos: saqueándolos, robándose los Vasos Sagrados y las Custodias.

Meditación de las Horas Nocturnas VII. Reparad por las almas que profanan los templos: saqueándolos, robándose los Vasos Sagrados y las Custodias.

Meditación de las Horas Nocturnas
VII. Reparad por las almas que profanan los templos: saqueándolos, robándose los Vasos Sagrados y las Custodias.

Luz-en-mi-oscuridad

Coronilla del Amor

En las cuentas del Rosario:

En las cuentas grandes:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Sed nuestro amor y salvación.

 

En las cuentas pequeñas (10 veces):
Jesús, María os amo. Salvad almas.

 

Al final del Rosario, repetir tres veces:
Sagrados Corazones de Jesús y de María:
Haced que os ame cada vez más.

 

Jesús

Hijo amantísimo de mi Sagrado Corazón: despertad de vuestro sueño, levantaos de inmediato y venid a nuestro encuentro de amor porque tengo algunas cosas tristes para contaros.

Tengo tanto dolor que os necesito como pararrayos en esta noche. Mi Cuerpo, de nuevo, se halla lacerado, maltratado; he recibido golpizas; golpizas por la crueldad con que soy maltratado porque: ¡Cómo es posible que hombres sin corazón, hombres dirigidos directamente por Satanás: entren a los templos para saquearlos, para robarse los vasos sagrados y las custodias! Custodias que contienen al Dios verdadero, presente en la Sagrada Hostia; custodias en las que resido, vestido de sencillez y de simpleza; custodias que son protegidas por miríadas y miríadas de Ángeles. Ángeles que me rinden homenaje de adoración. Ángeles que entonan las más bellas canciones porque el Rey del más alto linaje habita en una pequeña porción del Cielo en la tierra. Ángeles que se anonadan y extasían de amor. Ángeles que suspiran al Cielo porque el Hombre-Dios se ha quedado hasta la consumación de los siglos en todos los Sagrarios del mundo.

Hijo carísimo: estas almas de indolente corazón profanan mi Divinidad, me rebajan a la nada.

El Dios vivo y Misericordioso es pisoteado, mancillado. El Dios vivo y Misericordioso, es masacrado porque me despojan de mi Trono.

Trono que es vendido, comercializado. Trono que es fundido porque el precioso metal de que está hecho, despierta la codicia en algunos de mis hijos con corazón mezquino. Pobres de estas almas que se atreven a profanar mi Cuerpo Santísimo y los Vasos Sagrados de mi templo; tienen una deuda muy grande que saldar; sufrimientos espantosos les espera si no se arrepienten de sus faltas; condenación eterna si no confiesan sus pecados y hacen reparación constante por sus desvaríos y yerros.

Así es, pues, alma reparadora que estáis llamada, en esta noche, a tomar en vuestras manos un lienzo blanco, delicado para que sanéis las heridas de mi Cuerpo, heridas que supuran Sangre Preciosa, heridas profundas porque he sido profanado, martirizado y por el peor de los verdugos.

Besad y adorad mis santas Llagas y reparad para que estas almas lloren amargamente su pecado y regresen a Mí. Yo las perdonaré, les absolveré de toda culpa.

 

Alma Reparadora

Mí amado Jesús: mi corazón naufraga en el dolor por vuestras palabras. Palabras que son espadas puntiagudas que cercenan mi alma.

Palabras que me llevan a una profunda reparación en esta noche; noche sombría, lúgubre; noche en la que eres profanado, azotado; noche en el que vuestro templo es saqueado, robado.

Templo que es pórtico del Cielo, siempre abierto. Templo que es embellecido por vuestra sublime Presencia en la Sagrada Hostia.

Mí amado Jesús: tomad mi reparación en esta hora nocturna como bálsamo sanador a vuestras múltiples heridas; dejadme adorar vuestras Santas Llagas y vuestra Sangre Preciosa; dejadme embriagar de amor, pero también de dolor porque ante tanto amor que prodigáis a las criaturas, sólo recibís desprecios e ingratitudes.

Mí amado Jesús: robadme el suelo de esta noche y haced que mi pobre corazón se consuma en deseos de llevarse vuestro dolor, de reparar por estas almas que profanan vuestro Cuerpo adorable y los Vasos Sagrados de los templos.

Heme aquí Corazón agonizante de mi Jesús, ansioso de elevar rogativas al Cielo porque algunas almas no han entendido la grandeza de vuestro Misterio de Amor Divino. Misterio que es subvalorado por algunos hombres renuentes a vuestra manifestación real en la Sagrada Hostia.

Heme aquí Corazón agonizante de mi Jesús, recogiendo de vuestra Sangre Preciosa y algunos pedacitos de vuestra carne desgarrada, para adorarla y rendirle la exaltación que algunas almas están cegadas por Satanás, están sumidas en la mayor de las desolaciones porque el no teneros, es carecer de todo.

Heme aquí Corazón agonizante de mi Jesús, con la lámpara encendida en esta noche, ya que me habéis llamado para daros consuelo, para daros una voz de alivio a vuestro sufrimiento; os prometo unirme a vuestro dolor, llorar por los pecados de estos hombres que van directo al infierno, Vos que sois el amor incomparable, la ternura infinita. Vos que sois un lirio blanco y perfumado: sois deshojado, arrancado bruscamente de vuestro Celestial Jardín. Jardín regado por ríos de agua viva. Jardín cultivado por los santos Ángeles del Cielo. Estoy aquí como centinela nocturno que custodia el gran tesoro del Cielo que tiene por Nombre Jesús.

 

Oración.
¡Dios de Amor! ¡Padre de Bondad! Por los méritos, por los ruegos y sufrimientos de vuestro Hijo muy amado, dad luz a estas almas para que lleguen a rechazar el mal y abrazar con decisión Vuestra Voluntad Santísima. No permitáis que sean causa de tanto daño para ellas y para otras almas inocentes y puras.
Amén

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