Pentecostés falta de conocimiento en la Iglesia.

Pentecostés falta de conocimiento en la Iglesia.

Pentecostés falta de conocimiento en la Iglesia.

Espíritu Santo.


Este sábado se festejó la gran fiesta de pentecostés, el Papa Francisco celebró la vigilia de una forma estupenda y más aún, muchas parroquias desde la parte domestica, celebraron la vigilia de pentecostés con enorme fervor, es algo indescriptible, la tercera persona de la Trinidad se revela a la humanidad, enviado por el Padre y por el Hijo, cumplimiento cabal de la promesa contenida en el antiguo testamento y ahora dada en plenitud gratuitamente por Jesús para que se quede con nosotros.

Sí, una gran fiesta donde entre citas alusivas a al gran momento, en exposición de ponencias sobre el espíritu santo, donde se entregaron simbólicamente al pueblo los dones y se explicaron de su significado para apreciarlos y desearlos, cerrando con oraciones, alabanzas, canticos e imposición de manos por parte de los sacerdotes y así pasan los minutos, con anhelo de que no termine, algo digno de recordar.

No todo es dicha.

Hay un grueso bastante de católicos que tenemos que reconocer que definitivamente se pierden del Espíritu santo, sea por ignorancia, sea por negligencia y flojera, por incredulidad, por no celebrar dignamente los sacerdotes responsables de parroquias y no hacer en la Iglesia en general una adecuada propagación de tan extraordinario momento.

Esto nos hace recordar aquel momento en que Pablo encontró a una comunidad de Éfeso caída espiritualmente, extrañándose tuvo que hacer la pregunta de rigor: Hch 19:2 les preguntó: “¿Recibisteis Espíritu Santo cuando abrazasteis la fe?” Ellos contestaron: “Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que haya Espíritu Santo.”

Así sucede en muchas familias y comunidades católicas, donde no hay una enseñanza y viviencia con la tercera persona de la Trinidad y si agregamos un rechazo a la vida en Iglesia por un amor al mundo de muchos hombres y mujeres, menos lo conocerán, por ende lejos de ser buenos fieles.

No se puede maniatar al Espíritu santo.

Hay una expresión del padre Alfonso Navarro: “la vida llena y controlada por el Espíritu santo, la Iglesia controlada por el Espíritu santo”. No a duda, ¡sería lgo increíble!, más no lejos de quién se deja guíar por el Espíritu santo, con todas sus capacidades, bondades él da lo que el hombre necesita para llegar a su meta de destino con su creador.

Muchos hombres desbordan santidad porque el espíritu se manifiesta en ellos y se dejan poseer, recordemos aquel momento de la comunidad de Antioquía: Hch 13:2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: “Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los tengo llamados.” ¿Les parece fantasioso?, no lo perciba tan a la ligera, ¡mire!: Hch 8:9 Sin embargo, ya de tiempo atrás había en la ciudad un hombre llamado Simón que practicaba la magia y tenía atónito al pueblo de Samaría y decía que él era alguien importante. No hablamos de magía ni mucho menos de marruyerías para hacer caer a incautos que seducidos creen en el hombre dejando a Dios, sin embargo hasta el mismo mago y marruyero queda rebasado: Hch 8:17-19 Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo. Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu, les ofreció dinero diciendo: “Dadme a mí también ese poder: que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo imponga las manos.”

No se puede maniatar al Espíritu santo, da dones, talentos, virtudes, carísmas, según se necesite, se pida y lleve a la salvación, por eso el Papa “bueno” Juan XXIII dejó que el Espíritu santo recorriera toda la sede de la Iglesia para que el Espíritu la poseeyera, ¡es algo sensacional!, es urgente que trabajemos para poner a disposición las herramientas que Dios y Jesús nos dan para vivir según el plan de Dios, no se puede permitir que los católicos vivan privados de tanto amor de Dios.

Oramos

Para que la gracia de nuestro Señor Jesús siga derrochandose en el Papa Francisco y siga proyectando a la Iglesia con el Espíritu santo.

-Para que nuestras acciones y trabajo vaya en pos que nuestros hermanos que necesitan conocer más de la Iglesia, más de Jesús y desde ñuego del Espíritu santo.

-Para que nuestro país no pierda el temor de Dios, “DON” que da el Espíritu santo y que es la punta que muve toda la nave de la fe.

-Para que el Espíritu calme la violencia mediante su acción pacificadora y haga reinar la paz en el mundo.

-Para que juntos caminemos en el camino de la conversión guiados por su luz y santidad.

-Para que en este año de “la familia” las familias dejen entrar al Espíritu santo y resida en su interior.

Son tantas nuestras plegarias pero tú Espíritu santo escudriñas todo, toma nuestro corazón y llenalo de ti. Así sea.

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