Palabra de Dios 14 de Julio de 2025. SAN CAMILO DE LELIS, Presbítero.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Del libro del Éxodo ( 1, 8-14. 22 )
En aquel tiempo, subió al poder en Egipto un nuevo faraón, que
no había conocido a José, y le dijo a su pueblo: “Los hijos de Israel
forman un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros. Tomemos
precauciones contra ellos para que no sigan multiplicándose, no
sea que, en caso de guerra, se unan a nuestros enemigos, para
luchar contra nosotros y se escapen del país”.
Les pusieron, pues, capataces a los israelitas para que los
oprimieran con trabajos pesados; y así construyeron para el faraón
las ciudades de Pitom y Ramsés, como lugares de almacenamiento.
Pero mientras más los oprimían, más crecían y se multiplicaban.
Los egipcios llegaron a temer a los hijos de Israel y los
redujeron a una cruel esclavitud; les hicieron pesada la vida,
sometiéndolos a rudos trabajos de albañilería y a toda clase de
tareas serviles en el campo.
Además, el faraón dio esta orden a su pueblo: “Echen al río a
todos los niños que les nazcan a los hebreos; pero si son niñas,
déjenlas vivir”.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo ( 123 )
R. Nuestra ayuda es invocar al Señor.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte cuando los
hombres nos asaltaron, nos habría devorado vivos el fuego
de su cólera.
R.
Las aguas nos hubieran sepultado, un torrente nos hubiera
llegado al cuello, un torrente de aguas encrespadas. Bendito sea el
Señor, porque no permitió que nos despedazaran con sus dientes.
R.
Nuestra vida se escapó como un pájaro de la trampa de los
cazadores. La trampa se rompió y nosotros escapamos. Nuestra
ayuda nos viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Mateo ( 10, 34–11, 1 )
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “No piensen que
he venido a traer la paz a la tierra; no he venido a traer la
paz, sino la guerra. He venido a enfrentar al hijo con su padre, a
la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y los enemigos
de cada uno serán los de su propia familia.
El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno
de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno
de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida, la perderá y el que la pierda por mí,
la salvará.
Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe
a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa
de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá
recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a
uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que
no perderá su recompensa”.
Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos,
Jesús partió de ahí para enseñar y predicar en otras ciudades.
Palabra del Señor.
SAN CAMILO DE LELIS.
Una vida desenfrenada lo condujo a internarse en el Hospital de
Incurables de Roma. Lo conmovió el abandono en que vivían los
enfermos, y se hizo enfermero. Algunos compañeros lo siguieron
(1582) y bajo su dirección fundaron “los Siervos de los Enfermos”.
Ya siendo sacerdote, pasó la mayor parte de su vida al lado de
los miembros sufrientes de Cristo (1550-1614).