Palabra de Dios 10 de Sep. del 2025. Miercoles XXIII de Tiempo Ordinario.
Evangelio del dia.
PRIMERA LECTURA.
Carta de Pablo a los colosenses ( 3, 1-11 )
Hermanos: Puesto que ustedes han resucitado con Cristo,
busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la
derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del
cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está
escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida
de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos
juntamente con él.
Den muerte, pues, a todo lo malo que hay en ustedes:
la fornicación, la impureza, las pasiones desordenadas, los
malos deseos y la avaricia, que es una forma de idolatría.
Esto es lo que atrae el castigo de Dios sobre aquellos que
no lo obedecen.
Todo esto lo hacían también ustedes en su vida anterior. Pero
ahora dejen a un lado todas estas cosas: la ira, el rencor, la maldad,
las blasfemias y las palabras obscenas. No sigan engañándose unos
a otros; despójense del modo de actuar del viejo yo y revístanse
del nuevo yo, el que se va renovando conforme va adquiriendo
el conocimiento de Dios, que lo creó a su propia imagen.
En este orden nuevo ya no hay distinción entre judíos y no
judíos, israelitas y paganos, bárbaros y extranjeros, esclavos y
libres; sino que Cristo es todo en todos.
Palabra de Dios.
SALMO.
Salmo ( 144 )
R. El Señor es bueno con todos.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de
alabarlo. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza
incalculable.
R.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles
te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus
proezas a los hombres.
R.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la
gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio,
por todas las generaciones.
R.
EVANGELIO.
Evangelio según san Lucas ( 6, 20-26 )
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo:
“Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino
de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque
serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al
fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y
los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por
causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo,
porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron
sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su
consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después
tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán
de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque
de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!”
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho
hombre, proclama ahora «bienaventurados» a quienes
tratan de vivir como Él eligió vivir. En san Lucas las
muy conocidas Bienaventuranzas tienen, por cierto,
una forma más escueta de lo que nos es reportado en
san Mateo (Cfr. 5, 3-11). Sin embargo, ambos autores
coinciden en lo esencial: la comunidad cristiana está
llamada a vivir –consciente y valientemente– bajo la
cruz de Cristo. Y lo hará no esperando nada valioso
de este mundo. Y lo llevará a cabo confiando en el
cabal cumplimiento de las promesas de un Reino que
está por venir.